viernes, 15 de octubre de 2010

¿Cuánto cuesta fumar?

Brenda Caballero
Números Rojos

Aún no termina el otoño y ya se deja sentir el frío de invierno (ése que cala los huesos) y como dijeran mis compañeros y amigos: “como que se antoja un cigarro”.
Siendo sincera, la verdad se antoja y eso que no fumo (nunca “aprendí”). Recuerdo que en la secundaria al intentarlo por invitación de los “cuates”, me ahogaba. No concibo imaginar el chiste de pasar el humo a los pulmones y regresarlo, pero mi respeto a los que lo hacen.
Y es que existen muchas justificaciones para fumar, algunos como mi marido dicen que les quita la Migraña (aunque creo que su dolor de cabeza soy yo); otro amigo me comenta que sólo fuma cuando ha tomado mucho (para bajarse la peda); algunos otros lo hacen por “matar” el tiempo, bajar de peso, acompañar una plática, calmar su ansiedad, tranquilizar los nervios, no sentirse solo, por status social, por libertad e independencia, para hacer amistades cuando van al “antro”, incluso, una amiga me decía que fumar te hace más “sexy” y ayuda al estreñimiento (vaya Usted a creer eso) o aplican el dicho popular: “después de un taco, un buen tabaco”, dizque para mejorar la digestión o qué tal éste: “el matrimonio hace beber y el divorcio fumar”…
Cualquiera que sea la causa, el hecho es que en México existen 10.9 millones de fumadores (15.9 por ciento de la población total) de los cuales 8.1 millones son hombres y 2.8 mujeres, según datos de la Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos (GATS) México 2009, aplicada en todo el país y dada a conocer hace unos días.
Desgraciadamente la preocupación en México es que en las últimas décadas se ha incrementado el consumo del cigarro, siendo los jóvenes y las mujeres el principal blanco.
Según estudios, los adolescentes empiezan a fumar a los 13 años o antes, ya sea por presión, por curiosidad o por publicidad a pesar de la firma en 2005 del Convenio Marco para el control del tabaquismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el que México se comprometió a eliminar en su totalidad la publicidad de las tabacaleras en un periodo máximo de 5 años (el plazo venció el pasado 25 de septiembre).
Es decir, si Usted compra en estos momentos una cajetilla de cigarros o busca la que tiene en su bolsa, se supone debería tener impreso en la cajetilla leyendas como “Fumar mata”, así como información sobre el gran contenido tóxico que tiene un cigarro (aproximadamente 4 mil sustancias dañinas y alrededor de 70 químicos cancerígenos), además de traer impresas pequeñas fotografías (pictogramas) de personas con enfermedades como cáncer o enfisema pulmonar, con el objetivo de mostrar lo dañino del tabaco y crear conciencia para disminuir su consumo. ¿Tiene esos datos impresos?
Con certeza podría contestarle que no, pues desde 2008, a las tabacaleras se les restringió su publicidad en espectaculares, radio, televisión y revistas, por lo que han tratado de mejorar la apariencia de la cajetilla haciéndolas más estilizadas y con diversos colores para atraer principalmente a población joven.
Imagínese… ¿cómo afectaría a sus ventas el que un fumador activo vea alrededor de 20 veces al día y unas siete mil al año los mensajes impresos en la cajetilla? Estamos hablando de 20 mil millones de cajetillas al año, esto es 50 mil millones de cigarrillos aproximadamente. ¿Disminuiría el fumador su consumo?
Independientemente que fumar un cigarro implica “siete minutos de vida menos” y que el impacto en la salud va desde irritación en ojos y garganta, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y respiratorias hasta infartos de miocardio, cáncer de boca o pulmón, enfisema pulmonar, y EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), tiene también altos costos económicos.
Pero… ¿Sabe Usted cuánto le cuesta fumar?
De acuerdo con la GATS México 2009, 5.2 millones de personas (48 por ciento de los 10.9 millones) fuman diariamente; las mujeres en promedio consumen 8.4 cigarrillos al día y los hombres 9.7 diarios, gastando en promedio mensual de 456.8 pesos, dependiendo si la cajetilla es de 14 o 32 cigarros, afectando de manera significativa la economía familiar.
¿Ha pensado Usted cómo compran los menores de 18 años las cajetillas de cigarros, si no tienen recursos propios?
¿Sabía que aproximadamente el 63 por ciento del precio de una cajetilla de cigarros son impuestos?
¡Sí, aunque Usted no lo crea, aparte de pagar impuestos también nos los fumamos, nos enferman y hasta nos matan!
Este último motivo es la principal causa de que se implementen acciones para combatir la adicción al cigarro, pues estadísticamente fallecen diariamente 122 mexicanos por enfermedades directamente relacionadas al hábito de fumar.
Dentro de las acciones se pretende incrementar en diez pesos cada cajetilla, hasta alcanzar los 50 pesos con el fin de evitar la muerte prematura de un millón de personas y la recaudación se considerará para enfrentar los gastos por enfermedades que causa el tabaquismo, monto que asciende a 75 mil millones de pesos tan sólo en los gastos de atención médica en las secretarías de Salud, Defensa e IMSS (cantidad similar a los presupuestos del Seguro Popular o del Programa al Combate a la Pobreza), en contraste con 25 mil millones de pesos anuales que apenas aportan al Fisco las empresas tabacaleras y fumadores.
Mientras tanto, a los que somos fumadores pasivos, sólo nos resta esperar que esta propuesta sea considerada en el Paquete Fiscal del 2011.
Con esto no quiere decir que disminuyan las enfermedades pues según estudios del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM, “caminar durante algunas horas por cualquier calle de la Ciudad de México, Monterrey, Tijuana o Mexicali, equivale a fumar 12 cigarros. Y si nos vamos más allá, caminar por las avenidas más contaminadas eleva la cantidad a dos cajetillas"

brendacaballero1@hotmail.com

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