martes, 12 de octubre de 2010

De bolsillo jodidos…

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

A veces recuerdo que de pequeño quise tener un perro, pero mis padres eran pobres y sólo pudieron comprarme una hormiga. Pero qué importa la pobreza, mi querido Woody Allen… Qué importa que tengamos ya 14 millones de mexicanos sobreviviendo en la miseria si hemos ganado el premio a la moneda más bella del mundo acuñada en plata, una moneda conmemorativa del Centenario de la Revolución denominada “El tren revolucionario”. ¡Viva! No seamos pesimistas.
Ya lo dijo mi presi Calderón, que hay datos muy relevantes que hablan de recuperación económica, sin embargo, “es menester esperar a que ésta se sienta en los bolsillos de la gente”. Vaya, que las familias mexicanas deberán esperar un tiempo antes de que la recuperación que se observa en la economía mexicana se refleje en su situación personal, a decir de Ernesto Cordero Arroyo, secretario de Hacienda, quien agregó: “Nos va a llevar un tiempo salir de la crisis”. ¿Hasta cuándo, quimosabi?
Pero no nos pongamos tristes, carajos. Qué importa que el Banco Mundial informe que la recesión económica redujo casi en una quinta parte el ingreso de las familias más pobres de México, es decir, que la pobreza se incrementara en nuestro país. Qué importa que el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés) advierta que el elevado desempleo y la frágil recuperación de la actividad productiva después de la recesión de 2009, estén entre las mayores amenazas para superar una crisis que empieza a tensar las relaciones entre países avanzados y en desarrollo.
Qué importa todo eso. “Hay que reconocer que todavía no acabamos de consolidar la recuperación económica. Pero tampoco es buena idea ver todo medio vacío y pensar que todo está muy mal, porque eso lo único que va a ocasionar es que tomemos decisiones equivocadas”, dijo Cordero. Chido, mi funcionario, eres mejor que un terapeuta psiquiátrico.
¡Qué más da! En la vida siempre ha habido ricos y pobres. Además, acordémonos que si los pobres empiezan a razonar todo está perdido, dijera Voltaire. ¿O no, mis queridos gobernantes y diputados?
Para muestra un botón. Dicen que en el primer año de la LXI Legislatura en la Cámara de Diputados, los coordinadores parlamentarios manejaron con total discrecionalidad casi 600 millones de pesos, cuyo gasto no requiere mayor comprobación.
“Ahí nada, pescadito… entonces para qué chillar… la miseria es para quien la trabaja…”, me comentó un amigo catarrín. Y tienen razón los millones de bolsillos jodidos, porque el día que la mierda tenga algún valor, los pobres nacerán sin culo, como escribió Gabriel García Márquez.

De cinismos y anexas

Para quienes les gusten las estadísticas, les comento que según el neuropsiquiatra Jesús Ramírez Bermúdez, casi la cuarta parte de la población mexicana vive con alguna enfermedad mental, es decir, 25 millones de mexicanos padecen desde ansiedad y depresión hasta afecciones como la esquizofrenia y el trastorno bipolar maniaco.
Y el loquero este agregó: "Me ha tocado atender a personas que tienen estos problemas y están en puestos de decisión importantes, y esto se refleja en el estilo de gobernar. Los políticos en particular pueden tener trastornos de personalidad como el narcisismo, antisociales, esquizoides y obsesivos”. ¿Estarán sanos nuestros gobernantes y políticos? Mejor ni me contesten, no quiero ponerme histérico y mandarlos ya saben a donde…

Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx

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