Brenda Caballero
Números Rojos
¡Por fin!, mañana domingo a las dos de la mañana termina el horario de verano, esa famosa medida que consiste en que adelantemos una hora nuestro reloj durante la parte del año que presenta mayor insolación, con el objetivo de aprovechar mejor la luz solar durante la tarde.
En México (a excepción de Sonora) se estableció como política por el Gobierno Federal desde el año de 1996, previo análisis, reuniones y encuestas, lo que derivó en la publicación de la ley de Husos Horarios el 29 de diciembre del 2001 y el posterior decreto emitido el primero de marzo de 2002, el cual establece la aplicación de la medida del primer domingo de abril al último domingo de octubre buscando implementar una cultura de ahorro de energía desde su explotación hasta su consumo. Esta medida también se aplica en 86 países.
¿Pero realmente ha funcionado?
Según estudios y datos de la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee) el ahorro de energía eléctrica tiene mayor impacto en los hogares que demandan más energía entre las siete y diez de la noche pues se reduce aproximadamente en una hora diaria, equivalente a ahorrar mil 300 millones de kilowatts-hora en el país en este año, (aproximadamente el consumo total anual de los estados de Campeche, Colima o Nayarit en el año 2008).
En lo personal considero que lo que puedo ahorrar de luz eléctrica en la tarde-noche lo sustituyo en la mañana, pues al levantarme sonámbulamente en medio de la oscuridad lo primero que hace mi dedo es buscar con ansia el contacto para encender la luz.
Después paso un rato a sentirme “Reina” y sentarme al “trono” también con la luz prendida (necesito ver lo que hago). Me baño con la luz prendida, me visto viendo el televisor y con la luz prendida ¿Cuántos watts he ahorrado en la mañana?
Sinceramente energía no he ahorrado, pero dinero sí, ya que entre las siete y 22 horas, estoy en el trabajo y mi patrón es el que ve reflejado mi gasto en su recibo.
Pero el Horario de Verano no sólo ayuda al ahorrar de energía eléctrica como todos suponemos; dentro de sus beneficios, según la Conuee, también evitó emitir a la atmósfera alrededor de 1.6 millones de toneladas de bióxido de carbono y se dejó de quemar cerca de 3.1 millones de barriles equivalentes de petróleo para la generación de electricidad.
Entonces, si se trata de ayudar al planeta ¿Por qué el Gobierno federal no baja el precio de la gasolina premiun que contamina menos? ¿Por qué no se incentiva el uso de calentadores solares de agua o lámparas de fotoceldas solares?
¿No le parece absurdo que haya algunos gobiernos estatales y municipales que “trabajen” hasta altas horas de la madrugada, gastando energía eléctrica generalmente en el uso de internet, televisión, focos, clima; cuando hay que ahorrarla y reducir el gasto público?
Pero independientemente de eso, no se le olvide antes de dormirse atrasar el reloj una hora y seguir “contribuyendo al ahorro” en el país.
Mientras tanto, yo seguiré con mi ahorro al menos al cuchiplanchar, pues prefiero la luz apagada.
brendacaballero1@hotmail.com
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