¡Un buen disfraz!

Salvador Muñoz
Los Políticos

En esta temporada de muertos y espantos, mezcla provocada por una globalización extraña, no sabemos si queremos tamales, truco o trato. Si ponemos un altar a los difuntos o una fiesta de disfraces.
A mí me gustan los disfraces. Incluso, mi propia persona es un disfraz. Me dejo bigote, me quito la barba, me rapo, traigo pelo largo, visto de traje, me pongo guayabera, ando en playera, utilizo mis botas, me cambio unos tenis, porto calzado horma italiana, uso gorra de estambre, beisbolera.
En fin, soy un disfraz digno de estudio para cualquier psicoanalista.
Pero es parte de nuestra forma de ser. Hay quien no se quita su disfraz para nada. Puede vestir todo el tiempo de mezclilla, de gabardina, utilizar puros Dockers, o andar siempre de traje.
Y en estas fechas, los disfraces son indispensables.
Por ejemplo, Antonio Flores Vargas, después del bochornoso oso que hizo en un restaurante xalapeño, al igual que Tomás Ruiz en la zona conurbada, pareciera que se disfrazaron ¡del hombre invisible!
Pero no es el único caso… Salvador Sánchez Estrada debe estar en las mismas circunstancias ante la bola de aboneros que rondan Sefiplan… ¡Quisiera hacerse invisible!
Los alcaldes de los 212 municipios que comprenden Veracruz, no es por gusto que utilizarían el disfraz que aquí les comento: ¡Brujas!
Realmente así están ante la severa falta de recursos (los federales que dicen que no llegan) que muchos de sus empleados y proveedores quisieran llevarlos a la hoguera.
Hay disfraces singulares para personajes singulares. Por ejemplo, Rogelio Franco Castán, Celestino Rivera, Elvia Ruiz Cesáreo y muchos más les quedaría vestir como grandes calabazas.
Desaparecidos, feminicidios, Evaristo, Christian, Justicia, Leyes, son entidades que bien podrían disfrazarse de fantasmas, pero quizás su sola mención o con recordarlos, sean suficientes para espantar a un Mikel Rivera.
Hay algunas novedades, como el disfraz de Lady Gaga, que refiere al traje de carne cruda que anduvo promoviendo… dicen que esos podrían utilizarlo los diputados salientes por ser fácil de hacer… ¡con puro pedazo de buey!
No podría faltar el disfraz de Griffindor, el de la escuela de Harry Potter, que es para brujas medio fresas… ¿cómo se vería la alcaldesa electa del Puerto?
Indudablemente que el maquillaje que utilizó “el Jocker” en la última película de Batman, causó impacto… ¿se imaginan a Sergio Vaca con ese disfraz? Bueno, no es el único político “comodín” que se acomoda en cualquier lado.
En fin… éstas son algunas ideas de disfraces que pueden utilizar para su noche de Halloween.
Yo, la verdad, prefiero comer tamales de casa, pero acá entre nos, deberían probar los que hacen en el IEV… ¡no tienen madre!

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