domingo, 17 de octubre de 2010

Iniciamos la Reconstrucción con Escenarios Adversos

Héctor Yunes Landa*

La reconstrucción de las zonas afectadas por los fenómenos meteorológicos en nuestra entidad requiere de cuantiosos recursos económicos para financiar la obra pública, pero sobre todo, de una visión muy clara de lo que hay que hacer y el cómo potenciar el uso del crédito al que tendrá acceso el Gobierno Estatal. El panorama que se presenta para Veracruz constituye un reto formidable en sí mismo, y a ello se agrega un factor muy importante que se debe tener en cuenta: la delicada situación financiera en los escenarios nacional e internacional.
En el ámbito nacional, la economía se encuentra tambaleante y persiste la falta de reformas estructurales que permitan el despegue de nuestra nación hacia un auténtico desarrollo económico. Además, es innegable que la crisis de inseguridad inhibe la inversión nacional y extranjera, de por sí escasa ante nuestra pérdida de competitividad en el mercado internacional. Desafortunadamente, lo más seguro es que el resto del sexenio transcurra sin que el presidente Felipe Calderón impulse cambios trascendentales que nos permitan tener una mejor expectativa para impulsar el desarrollo de México.
En el plano internacional, los principales organismos económicos y financieros han previsto la desaceleración de la economía mundial y la agudización de lo que ya se ha dado en denominar como “La crisis global del empleo”. Por su parte en los Estados Unidos, nuestro socio comercial preeminente, los principales analistas financieros coinciden en el pronóstico de una disminución en el ritmo de la recuperación de la economía norteamericana. Estos dos factores aunados podrían repercutir sensiblemente en la recuperación de México y obstaculizar la generación de empleos en el país, los cuales significan para Veracruz una urgencia, luego de la semiparalización ocasionada por los fenómenos naturales.
Sin duda, el Gobierno del Estado dará buenas cuentas a los veracruzanos con respecto a la orientación y optimización de los recursos que estarán disponibles para llevar a cabo la reconstrucción de los daños y la reactivación de la actividad económica. El camino más seguro para lograrlo es el diseño y ejecución de un programa integral de acciones, que abarque desde la evaluación de los daños, pasando por el programa de obras de rehabilitación y reconstrucción, hasta los mecanismos que se habrán de seguir para dinamizar la agricultura, la ganadería, el turismo, la producción de bienes y servicios, y la generación de empleos. Un programa cuya visión global y estratégica responda al enorme reto que en este momento enfrentamos, que refleje la capacidad de planificación, el sentido de orden y el compromiso que ha caracterizado a la presente administración y también nos dé luces sobre el camino que habremos de seguir.
El rescate de los 33 mineros en Chile, hecho que pudiera parecer coyuntural y fortuito, confirma la capacidad de recuperación de esta república andina. El mundo fue testigo de cómo se logró un rescate exitoso de lo que parecía una causa perdida, a semejanza de como lo hizo después de la dictadura pinochetista y de varios terremotos, que en diversos momentos han puesto a prueba a esta nación.
Gracias a la unidad y a la voluntad de sus ciudadanos y gobernantes, Chile ha pasado de ser una nación con crisis política y social a ser un país reconocido por lograr la mayor estabilidad económica en América Latina, que, además, ha enfrentado con el mayor éxito el combate a la pobreza en esta región. Hace unos meses, el mundo admiró la ejemplar unidad de la expresidente Michelle Bachelet y el presidente entrante Sebastián Piñera, cuando un sismo sacudió a su nación en la coyuntura del relevo en la Presidencia.
En Chile, ciudadanía y gobierno tienen claridad acerca del proyecto de nación que juntos están construyendo, porque fueron capaces de acordarlo con inteligencia y altura de miras, a pesar de haber estado al borde de la guerra civil. Más allá de los partidos y los intereses particulares, están la nación y los superiores anhelos de justicia de millones de ciudadanos que mantienen la esperanza en un mejor futuro.
En México, mientras a nivel nacional nos debatimos en un estancamiento derivado de la falta de acuerdos, Veracruz está dispuesto a resurgir con ímpetus renovados de esta prueba, la más difícil que ha afrontado en su historia. Contaremos con el liderazgo inteligente de Javier Duarte, que será un gobernador con la visión y el conocimiento, así como el orden y la disciplina, indispensables para conducir a Veracruz hacia una nueva etapa de prosperidad y desarrollo.

*Diputado Presidente del Congreso del Estado de Veracruz.

* hectoryunesdiputado@hotmail.com

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