Salvador Muñoz
Los Políticos
Cuando Maximiliano I decidió dejar el trono del sacro imperio Romano-Germánico, “compró”, por así decirlo, a los “Príncipes Electores” para que su reino quedara en manos de su nieto Carlos de Austria.
Así, Carlos de Austria fue Rey… un Rey con deudas.
Pareciera que la historia de Carlos de Austria se repite en diversos ayuntamientos de Veracruz, no porque haya habido compra de votos, sino porque los que sucedan a los que se van, habrán de recibir un reino “endeudado”.
Hablamos de casi la mitad de los municipios que están “endrogados” con Banobras y lo peor aún, el próximo gobernador de Veracruz estará en las mismas condiciones que muchos alcaldes que inician labores en 2011.
Claro, pareciera que no es algo nuevo en las administraciones ni en los hombres con poder. Hasta donde recuerdo, estoy seguro que Patricio Chirinos Calero dejó números negros a su salida… Miguel Alemán dejó una deuda de tres mil 500 millones de pesos… y parece que Fidel Herrera habrá de dejar una de diez mil millones de pesos para la reconstrucción de Veracruz a menos de dos meses de que concluya su gobierno.
Por supuesto, no se cuenta la bursatilización, porque aunque se paga, “no es deuda”…
II
Para algunos, la bursatilización de la tenencia vehicular, es como el siguiente cuento: La esposa de conocido político llega a la oficina. No ve a la secretaria para anunciar su presencia y decide pasar directo a la estancia del marido. Cuando abre la puerta, la escena la deja cuasi helada: su esposo, con los pantalones hasta los tobillos, teniendo relaciones con la secretaria, acostada sobre el escritorio.
–¡Mi vida! ¡No es lo que crees!– dijo el sorprendido don Juan, quien cuando vio que la esposa abandonaba la oficina toda shockeada, salió tras de ella, trastabillando, aún subiéndose el pantalón, y gritando:¡No es lo que crees! ¡No viste lo que viste!
Y si bien, el matrimonio nunca se disolvió, el marido, cada vez que por alguna razón salía a la luz dicha escena, repetía la misma cantaleta: ¡No fue lo que crees! ¡No viste lo que viste!
Así, igual, la bursatilización para unos no es deuda, aunque parezca lo que parezca, ¡no es deuda!
III
¿Cómo saldar nuestras deudas? De una forma sencilla: ¡Pagándolas! El ciudadano común y corriente que contrae una deuda, sabe que sólo con el dinero que genera con su trabajo tiene para cubrir sus pasivos, a veces llevando algunas cosas al empeño o poniendo en venta, malbaratando, algunos de sus bienes o patrimonio… o con créditos.
En los reinos, para pagar sus deudas, como en el caso de Carlos de Austria, endeudado con “el Banobras” del siglo XVI, banco Fugger, pagó la deuda con las minas de oro, plata y sal, así como con los impuestos que recababan.
Ahora, los gobiernos, ¿cuándo pagan sus deudas?
¡Nunca!
Realmente las pagamos nosotros, ya sea con los impuestos que cabalmente cubrimos o con nuevos o renovados…
Es factible que el impuesto de la tenencia vehicular, anulado hace dos meses más o menos, vuelva a ser impuesto.
Sólo así se pudiera pagar la deuda que contraiga el Gobierno del estado.
Claro, y para quienes dicen que difícilmente un gobernador habrá de igualar la obra que hizo Fidel Herrera, el cambio climático le dará la razón… difícilmente se verá obra al menos en los dos o tres primeros años porque todo se concretará a reconstruir y a re-pagar.
IV
¿Cuál fue el costo que pagó el reino por un capricho de Maximiliano I para poner a su nieto en el trono?
Una deuda que empezó con Carlos I, siguió con Felipe II y más o menos se amainó hasta el siglo XVIII hasta que Carlos IV decidió declarar la guerra a Francia…
Hoy, ya no hay guerras, pero el peor enemigo que tendrá el próximo gobernador, además de sus deudas será el cambio climático, que seguirá azotando a Veracruz, a su gente, a sus pueblos…
¿Cuál será el costo que pague Fidel ante la millonada (de votos, por supuesto) que pagó para decidir a su heredero?
Al tiempo… por lo menos hoy, es muy pronto para que la historia lo juzgue.
e-mail: dor00@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario