Arturo Reyes González
Burladero
Si a un grupo de ciudadanos mexicanos le preguntamos su concepción de la palabra burocracia, seguramente nos mencionaran distintos adjetivos muchos de ellos negativos, producto de la mala imagen que se ha ganado en las últimas décadas. Lento, estorboso, corrupto, viejo e ineficiente son algunos de ellos.
Dentro del aparato burocrático federal y estatal encontramos que hay todo tipo de personal, existe gente de edad con toda la experiencia pero también jóvenes, hombres y mujeres, que refrescan la vida de las oficinas de servicio y atención a las necesidades de la población.
Incluso la definición de la Real Academia española refleja lo que señalamos, dice que se trata de un conjunto de servidores públicos, pero también de una administración ineficiente a causa del papeleo, la rigidez y las formalidades superfluas.
¿Por qué digo que se ha ganado una mala imagen?, porque miles de ciudadanos hemos padecido esa lentitud, ineficiencia y corrupción. Prueba ejemplar de lo anterior lo es el hecho de que el mismo Presidente de la República sea el que en repetidas ocasiones haya convocado al País a denunciar trámites engorrosos e inútiles y tardados. ¡Caray, qué cinismo! cuando es él y el gobierno que encabeza el primero en fomentar lo que pide sancionar. Con la llegada de Felipe Calderón a la Presidencia el crecimiento de la burocracia y en consecuencia del gasto asignado a ese rubro se dio de manera exponencial.
El ente gubernamental que debe ser el encargado de atender, orientar, canalizar, proponer y dinamizar las políticas públicas que den solución a las solicitudes de todos los ámbitos de la sociedad, debe ser también atendido, depurado y sobre todo eficientado para que responda a las necesidades de los tiempos que vive el país.
Algunos podrán decir que depurar puede significar en algunos casos recortar personal, así es, pero en la medida en que la burocracia –en todas sus formas y niveles– funcione dando el máximo rendimiento posible, con el personal requerido y mejor calificado y los materiales adecuados, dejará de ser una carga, un lastre para la sociedad por el exagerado gasto que le significa.
Ahora que lo ideal sería que con lo que se ahorre por este concepto se canalice a la inversión y el desarrollo de la economía y la industria y así, detonando la inversión se generen empresas y empleos y se recuperen de esta manera los que se eliminaron con los recortes. Que no sea el aparato burocrático la manera de atender compromisos políticos, de dar empleo a nuevas generaciones de profesionistas, de dar “mejoralitos” al dolor de la creación de empleos que, claro, si se recorta y se ahorra en el gasto corriente del presupuesto del estado y no se inyecta, sólo se queda en subejercicios y además se pierde en el camino, de nada sirve la propuesta.
Pero además, hay un fenómeno que afecta y lastima el desempeño del aparato burocrático y es el factor recomendación y cercanía. Hoy para Veracruz ha cobrado vigencia nuevamente la pregunta: ¿Y tú a quién conoces de los que llegan? No se cuestiona el grado académico con el que se cuenta, si hay estudios que permitan actualizar o complementar el desempeño profesional, si existe propuesta alguna para mejorar el trabajo del área. No. ¿A quién conoces?, haciendo referencia a que se requiere de un conocido que arribe en una posición privilegiada, cercano al mandatario en turno o en el peor de los casos cercano al cercano, para tener una “llave mágica” que te permita abrir las puertas de la legítima aspiración a mejorar la situación laboral y económica.
En muchas ocasiones, de quien te recomienda depende del cómo te va, nada más, así de fácil. Atrás queda un sinfín de factores que al menos en teoría deberían de definir la vida de cientos, miles de empleados que conforman el aparato estatal. ¿Y dónde quedan la capacidad, la preparación, la experiencia y el talento? Ojala que al menos los recomendados den resultados.
En manos del doctor Duarte, gobernador electo, está corregir muchas cosas a fin de que Veracruz cuente con una burocracia comprometida con el estado, con una administración con visión y trabajo no para seis años sino para todo un proyecto de desarrollo.
argo_reyes@hotmail.com
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