martes, 16 de noviembre de 2010

“El Ponchis”, uno de tantos casos

* Honestidad y eficacia: Javier Duarte
* Necesario, hacer rendir el presupuesto


José Ortiz Medina
En Corto... sin Cortes


Hace unas semanas la nación entera se estremeció con la historia de un niño apodado “El Ponchis”, quien a sus escasos 12 años se ha convertido en un sanguinario asesino. Este chamaco es miembro de la banda que se hace llamar Cártel del Pacífico Sur, en el estado de Morelos.
En un video difundido por internet aparece la foto de “El Ponchis” cortando el cuello de una de sus víctimas, en otro se le ve golpeando a un hombre y en otro más al lado de un cadáver.
Lamentablemente, la historia de “El ponchis” no es la única. Y es que según estimaciones realizadas por diferentes organizaciones no gubernamentales como la Red por los Derechos de la Infancia (Redim), hasta 35 mil niños, niñas y adolescentes menores de edad han sido reclutados por el narcotráfico en los últimos cuatro años.
Según estos cálculos, significaría que, en promedio, ocho mil 700 infantes se sumaron a las filas del crimen cada año.
“En su mayoría estamos hablando de niños entre los 13 y los 17 años, pero cada vez está bajando más la edad. Tenemos que poner en el centro que son niños y niñas que supuestamente deberían de estar cursando lo que hoy es el periodo de educación básica obligatoria en nuestro país, y que no se están quedando en la escuela”, advirtió Nashieli Ramírez, directora de la organización Ririki Intervención Social.
Y es justo en la falta de una oferta educativa para los infantes donde se concentra el problema, aseguró la experta en temas de infancia. “Hoy estamos viendo con preocupación sobre todo en ciudades como Juárez, Reynosa y Matamoros la transición de la deserción escolar entre primaria y secundaria, y eso te cuadra exactamente con cómo está reduciéndose la edad de reclutamiento. En Ciudad Juárez, por ejemplo, la edad de reclutamiento bajó en cinco años de entre 14 y 16 años a entre 12 y 14 años, según las estimaciones de las organizaciones de Juárez”, detalló.
En el resto del país, según un pronunciamiento realizado por 96 organizaciones de la sociedad civil como Colectivo Marabunta, Infancia Común, A.C., INCIDE Social, A.C. y la Academia Mexicana de Derechos Humanos hace una década la edad de reclutamiento se ubicaba entre los 20 y 35 años, y ahora, ingresan a las filas del crimen organizado muchachos de entre 12 y 15 años, para los que las posibilidades de emplearse en actividades legales son prácticamente inexistentes.
Y esto es lo que concierne a menores de edad, sin tomar en cuenta a jóvenes mayores de 18 años que ni estudian ni trabajan (los famosos “ninis”) que de igual forman están siendo reclutados por el narco en diferentes partes del país.
Lo peor es cuando no sólo delinquen contra la sociedad entera sino en contra de sus propios padres.
Por citar un ejemplo reciente, ayer la policía detuvo a un joven de 28 años, quien en la zona de Cotaxtla, aquí en el Estado de Veracruz, simuló un secuestro. Mandó pedirle a su propia madre, a través de otras personas, la cantidad de 25 mil pesos.
Se trata de una cantidad menor, pero llama la atención como algunos muchachos les roban a sus propios padres o incluso han llegado a asesinarlos y encajuelarlos como ya ocurrió en esta capital hace unos años.

CON LAS MANECILLAS del reloj parlamentario que se detiene en cada receso legislativo, la Cámara de Diputados afina los últimos detalles del Presupuesto de Egresos 2011, aunque ya se aprobó en lo general, su discusión en lo particular mantiene concentrados a los legisladores que otorgaron 68 mil 345 millones de pesos a Veracruz, es decir, apenas 6.2 por ciento de incremento. Como no hay presupuesto que alcanza, aún si los recursos hubieran sido mayores, el gobernador electo Javier Duarte de Ochoa ya definió los criterios que aplicará para sacarles mayor provecho: honestidad y eficacia en la función pública, en su administración para ser precisos. Aunque las dos características debieran ser la carta de presentación de todo gobierno, resulta sorprendente como las dos palabritas horrorizan a la burocracia, sobre todo cuando se habla de orden y transparencia, como sucede con Javier Duarte de Ochoa ahora que ya define la imagen institucional de su administración. Duarte de Ochoa, como experto en la administración pública, sabe que la realidad veracruzana requiere más de 68 mil millones de pesos, y por esta razón recurrirá a la evaluación en el gobierno para que las cosas se hagan y se hagan mejor, sobre todo ahora que debe responder a una doble expectativa de una sociedad que espera su crecimiento económico, y también su recuperación.

EL GOBIERNO del Estado de Veracruz, a través de la Subsecretaría de Desarrollo Educativo que encabeza Domingo Alberto Martínez Reséndiz organiza el foro “¿Qué entendemos por identidad cultural?”, que se efectuará en el auditorio de Él Ágora de la Ciudad hoy mañana. Entre los ponentes destacamos a Julio César Martínez quien disertará sobre cuáles son los valores de la identidad indígena; Miguel Valera, con el tema Filósofos mexicanos e identidad nacional; la literatura como elemento constructor de la identidad mexicana, a cargo de Raúl Hernández Viveros; la identidad nacional a través de las artes plásticas, tópico que abordará Efrén Ortiz Domínguez; El cine como elemento constructor de la identidad, a cargo de Raciel D. Martínez; Hacia una nueva reforma constitucional en materia de derechos y cultura indígena, ponencia que disertará el Maestro Marcelo Ramírez; El verdadero rostro de los veracruzanos, por Armando Ortiz, entre otros prominentes ponentes.

LO QUE MUY POCOS se han dado cuenta es que los que mueven los hilos desde arriba se han dado a la tarea de enredar la lista de aspirantes a ocupar una posición en el gabinete estatal. De esta forma, desde el Olimpo jarocho, la mano que mece la cuna filtra cambios de nombres cada día de la semana. Hay quienes se acuestan con un cargo y al día siguiente se desayunan con la amarga noticia de que se les “cayó”. Nada nuevo bajo el sol. Es el mismo estilo de la fidelidad: hacer sentir que nadie tiene seguro el cargo sino el jefe. Es la misma estrategia maquiavélica de tratar de tener el control de la granja. La incertidumbre seguirá estando de moda.

AYER NOS COMENTÓ un político veterano que nunca había visto en la historia reciente de Veracruz una crisis financiera como la que estamos viviendo en el ocaso del gobierno de Fidel Herrera. Lástima porque el cuenqueño había acumulado un capital político como pocos. Ahora será recordado como el peor administrador de los mandatarios veracruzanos. Aunque se niegue, hubo mucha ocurrencia e improvisación. Y, la verdad sea dicha, así no se gobierna.

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