jueves, 18 de noviembre de 2010

A la deriva

Luis Alberto Romero

El barco de muchos ayuntamientos veracruzanos hace agua; entre malas e irresponsables administraciones, problemas sociales y falta de recursos, los gobiernos de al menos 25 municipios están al borde del precipicio.
Lo ocurrido ayer en Emiliano Zapata es fiel reflejo de la situación que enfrentan muchos ayuntamientos, cuyos alcaldes piden a gritos que ya termine el trienio para que otros paguen sus cuentas.
Ayer por la mañana, en Emiliano Zapata un grupo de empleados municipales inició un paro laboral, en demanda del pago de cuatro quincenas. Ese municipio, mal gobernado por Fernando Retureta, es una desgracia: la obra pública prácticamente no existe y los servicios son deficientes o inexistentes. Y es que el caso de Emiliano Zapata es de antología: solo tienen cinco camiones recolectores de basura pero algunos están descompuestos y ni siquiera tienen dinero para el combustible; los ediles no han cobrado sus quincenas y tampoco los burócratas; los 33 policías que tiene contratados el ayuntamiento están en las mismas, por lo que acordaron un paro de brazos caídos.
Por cierto Retureta, ya asomó la cabeza… y, como se esperaba, repartió culpas. Dijo que las participaciones federales no llegan y que Sefiplan les debe 15 millones de pesos desde hace dos meses.
Hay quien dice que la gente tiene el gobierno que merece; no lo creo, no creo que la población de Emiliano Zapata merezca un alcalde así, sin capacidad para buscar soluciones a los problemas. Uno se pregunta porqué unos ayuntamientos tienen más problemas que otros, si a todos les deben meses de participaciones. La única respuesta que salta es la diferente capacidad de los administradores.
Lo cierto es que al igual que Emiliano Zapata, al menos 25 ayuntamientos veracruzanos están literalmente en bancarrota. Cotaxtla, por ejemplo, optó por despedir empleados ante la incapacidad para pagar salarios; igual ocurre en Medellín de Bravo, donde 40 personas fueron echadas.
En Veracruz, Jon Remetería comenzó a subastar bienes de gobierno municipal para hacerse de unos pesos que le permitan cubrir su gasto corriente. En Acayucan, los trabajadores de la seguridad amenazan con efectuar un paro de labores. También en el sur, Acayucan, la Comisión Federal de Electricidad cortó el suministro eléctrico por un millonario adeudo.
En Poza Rica sigue la amenaza de PASA en el sentido de suspender la recolección de basura, así como la operación del relleno sanitario, mientras que los empleados municipales se manifiestan y paralizan al ayuntamiento; prácticamente no hay servicios y los regidores se unieron a lo burócratas porque tampoco a ellos les han pagado.
En Tihuatlán, la tierra de los fabricantes de muebles, la cosa no está menos complicada porque empleados, policías y ciudadanos ya no ven la hora en que termine su administración José Luis Rodríguez… en el Palacio hay manifestaciones casi de forma permanente… unos se van y otros llegan y a ninguno se les da respuesta.
Más al norte, en Tuxpan, el ayuntamiento termina sin adeudos con empleados y casi sin deudas… casi, porque el seguro social ya amenazó con un embargo a las participaciones federales del 2011 en ese lugar, porque el adeudo supera los nueve millones.
Así, de norte a sur, muchos ayuntamientos veracruzanos enfrentan una aguda crisis económica, que se complica por la incapacidad de los responsables de las finanzas municipales. Podríamos decir que esos barcos van a la deriva, con tripulaciones en motín, sin provisiones, en noche de tormenta, sin timón… y con el capitán borracho.

luisromero85@hotmail.com

No hay comentarios: