viernes, 3 de diciembre de 2010

Escándalo Wikileaks le pega a México

* Admiten zonas controladas por el narco
* Piden mejorar pensiones a magistrados


José Ortiz Medina
En Corto... sin Cortes

El escándalo de Wikileaks, comparable al famoso Waterwate en la era de Richard Nixon, ya tocó las fibras más sensibles del gobierno mexicano.
Y es que según las filtraciones publicadas por dicho sitio Web, en reuniones con autoridades de Estados Unidos, funcionarios mexicanos han aceptado que se ha perdido el control sobre ciertas zonas del país a causa del narcotráfico.
De acuerdo, con los documentos, el entonces subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación en 2009, Gerónimo Gutiérrez Fernández, dio a entender que el gobierno federal ya ha perdido el control sobre algunas regiones.
“Gutiérrez fue más allá al decir que, sin embargo, se ha dado cuenta de que ya ni siquiera hay tiempo para afianzar la preparación de las instituciones en los años que restan de la administración de Calderón”, dice un cable reproducido por Wikileaks.
Gerónimo Gutiérrez, junto con Jorge Tello Peón, hablaron de la necesidad de controlar la violencia en ciudades fronterizas como Tijuana o Ciudad Juárez “y enviar una señal a los mexicanos de que la guerra puede ser ganada”.
“México debe lograr éxito en Juárez porque Calderón ha apostado mucho de su reputación allí, con un gran despliegue de fuerza que, a la fecha, no ha dado resultado”, agrega el cable citando a Gutiérrez.
“Esto (la pérdida de control en regiones) está dañando la reputación internacional de México, lastimando la inversión extranjera, y enviando una sensación de impotencia del gobierno, dijo Gutiérrez”, señala el cable.
El cable 231890, de fecha 28 de octubre de 2009, señala a su vez que el secretario de Defensa Nacional, Guillermo Galván, plantea el establecimiento de un estado de excepción en algunas zonas del país, invocando el artículo 29 de la Constitución, a lo que se oponía el entonces secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont.
La embajada estadunidense estimó que los beneficios son inciertos y los costos políticos, altos.
En tanto, el cable 246329 hace referencia a la decisión presidencial de retirar al Ejército de Ciudad Juárez en abril pasado. “Tanto los militares como ciudadanos están cada vez más frustrados”, indica el cable.
Pero el caso del narcotráfico no es el único que está consignado en Wikileaks. Hay 2 mil 185 cables que se refieren a México. Esto es apenas la punta del iceberg. De mientras, en uno de los tantos comunicados diplomáticos revelados, queda al descubierto el interés de Washington por averiguar o escudriñar sobre la personalidad de Felipe Calderón. Hasta el momento y por lo que se sabe, le está saliendo barato a Felipe porque a la presidenta de Argentina, la Casa Blanca ordenó a sus diplomáticos investigar sobre su salud mental.
A ver qué más sigue trascendiendo sobre México en los cables de Wikileaks. Mientras tanto, sigue el “streap tease” o la encuerada de todo mundo en este nuevo escándalo conocido ya en nuestro país como el “cablegate”.

SEGURAMENTE QUE más de un xalapeño de los que viven por el rumbo del Palacio Legislativo, se sorprendió la mañana del miércoles cuando la zona presentó intensos problemas de vialidad. Y es que Javier Duarte de Ochoa rindió protesta como gobernador constitucional ante los señores diputados que integran esa representación social. El lugar se convirtió en una verdadera fiesta. Desde muy temprano comenzaron a llegar gobernadores de otros estados, senadores, diputados federales y locales, líderes sindicales, dirigentes nacionales de partidos políticos y un poco más de dos mil invitados que abarrotaron el Congreso de Veracruz. Javier Duarte recibió el mayor respaldo que gobernador alguno haya tenido en la historia política de la entidad. Los invitados fueron uno a uno llegando y, de inmediato, expresaron el reconocimiento a Duarte de Ochoa, a quien observan como el gobernador ejemplo de las futuras generaciones. Quien no pudo asistir fue el presidente Felipe Calderón quien envió como representante a la titular de la Secretaría de Energía, Georgina Kessel, una de las funcionarias más cercanas al titular del Ejecutivo Federal, pero los que sí llegaron fueron Beatriz Paredes, Enrique Peña Nieto, Francisco Rojas, Carlos Romero, Manlio Fabio Beltrones, Humberto Moreira, gobernador de Coahuila; Fernando Toranzo Fernández, de San Luis Potosí; Rodrigo Medina de la Cruz, de Nuevo León; Ivonne Ortega Pacheco, de Yucatán; César Duarte Jáquez, de Chihuahua y Egidio Torre Cantú, de Tamaulipas. Pero además, los gobernadores electos de Hidalgo, Francisco Olvera Ruiz; de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo; de Tlaxcala, Mariano González Zarur. Y, por si fuera poco, Elba Esther Gordillo, Roberto Madrazo y José Emilio González Martínez.

LUEGO DE resultar electo como presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, el Magistrado Alberto Sosa Hernández, señaló que necesitará y buscará el diálogo con sus compañeros magistrados “para usar todo el equilibrio y sensibilidad que debe aplicar quien representa al Poder Judicial, a fin de no desentonar en lo que debe ser en su esencia la justicia, valor supremo de una democracia y de un verdadero Estado de Derecho”. El Magistrado Presidente se pronunció por contar con espacios dignos en la infraestructura física, lo que será una de las prioridades de su gestión y lograr un buen sistema de retiro para los magistrados y jueces integrantes del Poder Judicial.

ANTONIO FLORES Vargas, quien se venía desempeñando como Director de Patrimonio del Estado fue designado como Director General de Control y Evaluación de la Contraloría General del Estado. En Patrimonio fue designado Carlos Hernández Martínez.

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