¡Soy su padre!

Salvador Muñoz
Los Políticos

El tocayo Manzur Díaz anunció que el próximo 23 de Diciembre realizará un “Pollotón”, programa por medio del cual se entrega un pollo a cada familia de las colonias vulnerables para que puedan festejar la cena de navidad.
Fernando Yunes Márquez, sintiéndose muy gallo, dice que el “Pollotón” al que convoca el tocayo Manzur es un “fusil” de lo que él hace desde hace tiempo: “Yo le agradezco a Salvador Manzur, que me admire y sea uno de mis seguidores, que me copie las cosas que yo hago, qué bueno que sepa reconocer y que le copie también al actual alcalde de Boca del Río para que haga un buen trabajo para los boqueños”.
Quirino Moreno Quiza, amigo y columnista, dice que “no se hagan bolas… Pues el Pollotón, cuya autoría se la están disputando el diputado local Fernando Yunes Márquez (PAN) y el alcalde electo de Boca del Río (PRI), Salvador Manzur, en realidad es una idea original de José Luis Santiago López cuando era priísta y quería la alcaldía de Xalapa; mismo programa que año con año ha mantenido vivo su esposa…”
No se hagan bolas… ¡yo les voy a contar la neta!

I
Hace 13 años…
No imagino a Fernando Yunes Márquez a sus quince años. Ni idea de lo que hacía. Si aplicamos un paralelismo virtual de su edad con la mía, en ese tiempo, diría que Fernando entonces estaba en tercero de Secundaria, se la pasaba haciendo rifas de arcos navideños que jamás nadie ganaba; aprendió que las fotocopias igual imprimían a color, como los boletos de la disco y que igual podía revenderlos y hacerse de un poco de dinero. Invitó a su amiga Gaby a salir al cine con el firme propósito de pedirle que fuera su novia ¡y el valor nunca llegó! Madreó a Barba, el güerito que un día lo empujó y tiempo después supo que esa golpiza que le dio fue en su momento, tiempo y circunstancia… Barba entró a la selección de Basquetbol de Veracruz… ¡creció mucho el condenado! Aceptó que le pusieran ocho en Física con tal de no entrar a clases. Fue seleccionado para un concurso de ortografía en la secundaria pero sencillamente le valió madres y no estudió para tal, quedando entre los últimos lugares. Se robaba de vez en cuando las tortas de su compañero Salomón. Igual se robó dos suéteres ante la amenaza del prefecto de no dejarlo entrar a él y su amigo Arturo, si no traía el uniforme completo. Y adoraba a su gata, que parió la camada en su cama.
Sólo así puedo pensar lo que hacía Fernando Yunes Márquez hace trece años.

II
Hace 13 años…
No imagino a Salvador Manzur Díaz a sus 21 años. Ni idea de lo que hacía. Si aplicamos un paralelismo virtual de su edad con la mía, en ese tiempo, diría que Chava, mi tocayo, tocaba guitarra y cantaba canciones de los Hombres G con las que, de seguro, conquistaba chiquillas. Se daba el lujo de tener tres novias. Trabajaba e iba a la universidad… no a estudiar, sino a dormir. No usaba calcetines. Desayunaba un rico té de cáscara de naranja acompañado con un chorrito de leche y galletas marías. Se bañaba “a mentadas de madre” porque donde se hospedaba, de a gratis, no había regaderas y mucho menos agua caliente. Bailaba lambada con una cordobesa. Cantaba en el coro de la Iglesia como los propios ángeles. Y se sentía el dueño del mundo…
Sólo así puedo pensar lo que hacía el tocayo Manzur Díaz a los 21 años.

III
Hace 13 años…
Un 24 de diciembre, hace trece años, en Xalapa, en el hogar de los Santiago Abrego, recibían de regalo 25 pollos crudos. ¿Qué hacer con tanto alimento si ya tenían lista la cena? José Ángel, su hijo, sugirió ofrecerlos a otras personas lo que fue asumido como una excelente idea. Manos a la obra, la señora Yesenia se puso a preparar los pollos y una vez rellenos y horneados, salieron a la calle y cual Santa Clauses, los entregaron a quienes en las esquinas de Xalapa, esperaban un milagro navideño.
El momento gratificante de hacer feliz a alguien, se convirtió en una asociación que llamó Mujeres Unidas al Servicio Altruista que, a principios del siguiente diciembre, lanzó una convocatoria que llamó “Comparte tu cena de Nochebuena”.

IV
Hace 12 años…
Paco Urbina, amigo y reportero, llegó una noche y me dijo: “la esposa del Negro Santiago va a hacer una colecta de pollos para compartirlos este 24 de diciembre”. La respuesta fue lógica: ¡Un Pollotón! Paco Urbina se río y me dijo: “¡Ándale! ¡El Pollotón!” La nota salió publicada al día siguiente en el periódico Política, y así, años posteriores, se sigue repitiendo como tal: El Pollotón. Por lo tanto, estimado Tocayo Manzur, Fernando Yunes, amigos Quirino y José Luis, ¡me declaro su padre!... ¡ups! Del Pollotón por supuesto.
Ya sin desmadre, no importa quién sea o no el autor de este milagro que la señora Yesenia Ábrego de Santiago viene realizando desde hace trece años con “Comparte tu cena de Nochebuena”… lo bello de todo esto es que el milagro navideño ¡se multiplica!

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