Autos Chocolate

Brenda Caballero
Números Rojos

¡Por fin!, esa fue la expresión de Juan cuando lo encontré, no sabía a ciencia cierta a qué se refería hasta que me dijo que ya iba a sacar la “camioneta chocolate” que tenía guardada desde hace varios meses en su casa.
Se dice que un auto es “chocolate” o “chueco” cuando su procedencia extranjera (generalmente de Estados Unidos) es ilegal y se encuentra circulando permanentemente en nuestro país.
Juan tenía varios años que se había ido de “mojado” o para que no se escuche mal “de migrante” a los Estados Unidos, pero a partir de que las cosas se pusieron feas decidió regresar a su país, a su casa, con los suyos.
Los años que estuvo por allá aprovechó para chambear duro. Generalmente su trabajo era en el campo, y de lo que ganaba mandaba la mayor parte de los “verdes” a su esposa que lo esperaba con sus dos hijos.
La principal consigna era hacerle algo a su casita para cuando regresara. Estando del otro lado, Juan logró hacerse de una camioneta, “su troca”, como le dice, pues es indispensable tener un vehículo por las grandes distancias que hay que recorrer.
Pero traerse esa troca fue todo un show. Tuvo que pagar a un tráiler para que la trasladara a un estado cerca de la frontera, allí un familiar le iba a echar la mano para pasarla.
Hace apenas unos meses terminó su odisea de traerla, él dice: “Le salió más caro el caldo que las albóndigas”, porque aparte, en Tamaulipas, le hicieron pagar un arancel, “dizque de legalización”, documento que no funciona, pues sigue siendo ilegal. Pero, creo, fue más por amor y desinformación que se trajo su camioneta modelo 2003, pues si hubiera sabido que no la podía legalizar por el año, a lo mejor ni hubiese gastado tanto.
Así estuvo la troca, guardada por varios meses, pues si la sacaba sufría el riesgo que se la decomisaran y perdiera su patrimonio. Pero esa vez que lo vi, su cara era otra, pues me dijo que a partir del 1º de enero de 2011 se permitiría la importación libre de arancel de autos usados con ocho años de antigüedad procedentes “sólo” de Estados Unidos y Canadá, situación acordada en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) Y es cierto, uno de los “beneficios” del TLCAN es ir disminuyendo los años para importar vehículos sin arancel, es decir, hasta el año pasado eran diez años, pero para este año son ocho, aunque desgraciadamente nuestro mismo gobierno emitió una prórroga hasta el 30 de junio de 2011.
¿Qué quiere decir esto? Simple, si usted estaba esperando enero para legalizarlo, no va a poder sino hasta julio, gracias a la prórroga del decreto del 24 de diciembre de 2008.
Esta acción fue justificada por el Gobierno federal debido a que los gobiernos estatales, principalmente el del estado de Chihuahua, no cuentan con un censo que controle los autos “chuecos”, por lo que en seis meses deberá haber un padrón estatal de los vehículos irregulares.
¡Ahhh!, pero allí no acaba la cosa, pues una vez terminada la prórroga, el dueño del vehículo chocolate deberá cumplir una serie de requisitos para llevar a cabo el trámite de legalización, entre ellos, un pago que puede ascender hasta ¡veinte mil pesos!, sí, así como leyó, dependiendo el modelo de su chocolate.
¿Por qué cree que nuestros paisanos ya no cruzan el otro lado para traerse autos chocolate? Pues porque actualmente sale más caro el arancel, ya que subió su costo hasta 300 por ciento. Así que si usted tiene algún chocolate en casa, me imagino que lo esconderá otros seis meses hasta por debajo de la tierra, para que no se lo decomisen y haciendo changuitos para que no haya otra prórroga y pueda dar “una mordida” para que no le hagan de tos con la fecha que ingresó al país.
Me despedí de Juan y no quise ni preguntarle dónde estaba, evitando ser cómplice de un “delito mexicano”. Por traer un auto ilegal que compró legalmente en Estados Unidos puede hasta ser detenido. ¿Cómo protegemos a nuestros migrantes? ¿Cuál justicia mexicana?
Y eso que estaba feliz “por el regreso con los suyos”.

brendacaballero1@hotmail.com