Jekyll y Hyde

Salvador Muñoz
Los Políticos

El doctor Jekyll se levantó más temprano que de costumbre. Tenía que pasar a pagar el famoso cable y por lo regular siempre hay filas interminables. Después tenía que cubrir el pago del agua y a la vez, de la luz. Una vez eso, pagaría el teléfono.
Iba saliendo cuando se encontró a Míster Hyde quien iba llegando apenas a su respectiva casa.
Lo saludó cortésmente, aunque a ciencia cierta le disgustaba un poco su presencia. Míster Hyde no pagaba desde hace varios años el agua y no obstante ello, nunca sufrió de su ausencia. Los sábados o domingos, sacaba la manguera y lavaba el carro a chorros. Por supuesto, la Comisión Municipal del Agua nunca se paraba por su casa.
Y por si eso fuera poco ¡se robaba la luz!
Es más, el doctor tenía la sospecha que el cable igual lo “alquilaba” porque cada mes, puntual, un empleado del servicio pasaba a verlo a su casa directamente y se retiraba.
Alguna vez vio que otro empleado del cable le cortó el servicio, pero a los dos días, el que lo visitaba cada mes, se lo reinstaló.
La esposa del doctor siempre echaba pestes sobre el vecino Hyde: “¡no paga! ¡qué vergüenza!” Y él respondía: “No hagas caso, mujer, mientras nosotros estemos bien, paguemos, eso no importa. De lo que se trata es de ser un buen ciudadano. Algún día nuestras autoridades se encargarán de él”.
II
A ciencia cierta no sé qué sea un buen ciudadano. Puede ser que no tire basura en la calle. Que esa basura la separe y que los desechos naturales, si puede, se los dé a los tordos o pichones. Igual puede ser también que la bondad ciudadana se refleje en el pago puntual del predial, del servicio de limpia pública o del pago del agua. También puede ser el pago de impuestos. No importa que todo ello implique que merme en cierta medida el dinero que uno gana.
IV
Por qué Sefiplan no tomó en cuenta en el subsidio a la tenencia vehicular a las motos. Digo: Hay de motos a motos.
Yo uso moto por comodidad, por tiempo y por ahorro. Cada quincena le meto al tanque cien pesos de gasolina mientras que en el carro puede oscilar entre 500 o más en el mismo lapso.
Hay gente que usa la moto por motivos de trabajo pero también por comodidad en el traslado…
Pero igual hay otras personas que usan la moto por deporte, por fashion, o “jobi”.
Hay motos que cuestan entre 15 mil pesos y otras que se acercan al medio millón o más.
Digo, si se trata de que paguen los que más tienen, insisto al titular de Finanzas: ¿por qué no se aplicó la misma medida a los que conducimos motos que a los que conducen carros?
V
El doctor Jekyll este fin de año tenía en su poder la camioneta que quería. Claro. La sacó en cómodas mensualidades a pagar en cuatro años. Para ello tuvo que vender el otro carro que tenía, juntar los aguinaldos de su esposa y el suyo, pedir un préstamo al banco y dar el enganche.
Recuerda que ese día se encontró a su vecino, Míster Hyde, quien se compró no una camioneta, sino cuatro carros económicos, de cien mil pesos cada uno, ¡al contado! “Son para transportar la mercancía”, le dijo. El doctor entonces se enteró que su vecino distribuía productos pirata en toda la ciudad. Para eso eran los carros. Míster Hyde estaba feliz ¡no iba a pagar tenencia! El doctor Jekyll sí.
VI
El doctor Jekyll estaba en la fila de la Comisión de Agua cuando se enteró en el periódico que leía, que la presidenta municipal pretendía condonar a los morosos las deudas que tenían con el servicio del agua. La indignación entonces se apoderó de su rostro. Apretó el periódico, lo estrujó, lo hizo bolas y lo tiró al suelo. Un oficial lo vio y le dijo: “Señor, levante la basura y deposítela en el cesto”. Se volteó y vio fijamente al oficial… Ya no era el doctor Jekyll… no, tampoco se convirtió en Míster Hyde…
Se salió de la fila, rompió el recibo del agua, rompió el recibo del cable, rompió el recibo de la luz y fue al primer puesto de películas pirata y compró varias…
Había entendido el mensaje: En Xalapa se premia al mal ciudadano y en eso se estaba convirtiendo… en un mal ciudadano.

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