domingo, 16 de enero de 2011

La lucha anticrimen se fortalece

* Quejas en el Consorcio Clavijero
* Deudas de ayuntamientos a CFE


José Ortiz Medina
En Corto... sin Cortes

Los acontecimientos derivados de la lucha contra el crimen logran causar una espiral de incertidumbre que ni siquiera es atribuible a cualquier gobierno en turno, sea federal, estatal o hasta municipal, sino que la sociedad es también parte de esta estrategia.
Entre más fuertes y cohesionados estemos, la única desestabilización que se producirá será la de las bandas delincuenciales.
Esto surge precisamente por haber vivido la madurez con la que la sociedad veracruzana ha asumido los recientes operativos que fuerzas federales y estatales han emprendido contra representantes del llamado crimen organizado.
Por ejemplo, sectores de sociedad a través de sus dirigentes, como el arzobispo Hipólito Reyes Larios, por parte de la Iglesia Católica; legisladores como Amadeo Flores Espinoza, conocedor del tema de seguridad; los Yunes, sí, Héctor Yunes Landa y José Yunes Zorrilla, han coincidido en cerrar filas en torno a la postura del gobernador Javier Duarte de Ochoa.
Y es que el hecho de haber salido ante la sociedad a dar la cara para informar junto con las autoridades militares de los detalles del operativo del pasado jueves, ha valido el reconocimiento de los propios dirigentes de partidos como el perredista Celso Pulido y de legisladores locales panistas como Danilo Alvízar y Oscar Lara quienes también se han sumado y comprometido públicamente para apoyar la decisión del mandatario estatal de ir en conjunto y a fondo en su ataque al flagelo que está siendo puesto en jaque en esta naciente administración estatal.
Se dice que la forma es fondo, y sí, lo es. Ahora nadie duda que la personalidad del gobernador Duarte es propia y se conduce con apego a la verdad en todas sus acciones, por eso, es destacable que se formen consensos en poco tiempo de actuación y que sobre todo sean explícitos en una coyuntura que a otros gobernantes ha dejado mal parados.
En el caso de Veracruz, su mandatario está probando que la lucha anticrimen lo fortalece, asunto que incluso en otros tiempos y en otras esferas actuales no podrían decir lo mismo.

TRABAJADORES del Consorcio Clavijero acudieron a este comunicador para quejarse de un constante acoso y hostigamiento laboral con miras –dicen ellos— de despedirlos. Los alrededor de 50 empleados aducen que no hay motivo para correrlos pues ellos han contribuido al fortalecimiento académico de dicha institución educativa tal y como está demostrado en el documento titulado “Evaluación programática presupuestal/ primer semestre del ejercicio 2010” –cuya copia poseemos—y en cuyas conclusiones se establece: “Del análisis programático se desprende que el Instituto Consorcio Clavijero alcanzó índices de cumplimiento y eficacia programática del 100%”. En ese tenor, en el apartado de “Recomendaciones”, se señala: “El organismo deberá continuar aplicando las políticas y mecanismos que han dado como resultado la obtención de niveles de excelencia en el cumplimiento de metas y desempeño programático”. Sin embargo, en donde sí ha habido fallas es en sus directivos y administradores pues en el mismo texto se asienta: “La eficiencia presupuestal obtenida por el Instituto Consorcio Clavijero es de 45.8%, situación que se da como resultado de la deficiente planeación y aplicación de los recursos autorizados”. Por supuesto que estas observaciones corresponden a la anterior administración; sin embargo, los trabajadores temen que por culpa de los nuevos administradores se eche a la basura todo lo logrado en el área académica durante los años anteriores. Los quejosos aducen que sus nuevos jefes, entre ellos, Hugo Martínez Bosa, responsable del departamento de Recursos Materiales y Servicios Generales trata de manera déspota al personal, además de que a algunos les han reducido el sueldo. Aseguran que Hugo llevó a trabajar a ese organismo a su hermano Gabriel de los mismos apellidos. Los denunciantes temen que en esta nueva gestión vuelva a ponerse de moda el nepotismo y el amiguismo en detrimento de la gente que realmente hace la chamba. Mencionan además el presunto uso inadecuado de vehículos oficiales los cuales estarían siendo utilizados para uso personal. Dicen que una de las funcionarias que estarían incurriendo en esta anomalía es Patsi Liliana Sánchez Flores, Directora de Planeación, quien es amiga de Hugo Martínez Bosa y quien al parecer llevó a colaborar a éste al Consorcio Clavijero. No obstante, los más de 70 trabajadores de ese instituto apelan a la sensibilidad política del nuevo director Carlos Felipe Lascuráin Fernández. Ellos proponen que antes de iniciar cualquier cancelación de contratos laborales, se tome en cuenta el nivel de eficiencia y productividad de quienes han contribuido a la excelencia académica. Asimismo, los inconformes confían plenamente en que el gobernador Javier Duarte de Ochoa es un estadista que respeta profundamente el trabajo de los empleados que se comprometen con el desarrollo de Veracruz.

EN DONDE están que no los calienta ni el sol es en la región de Orizaba. En esa región, 16 ayuntamientos adeudan millonarias cantidades a la Comisión Federal de Electricidad. El superintendente en la zona de Orizaba, Víctor Rojas Huidobro, reveló que el municipio con mayor problema de falta de pago es Soledad Atzompa con un millón 208 mil pesos; Ixhuatlancillo 210 mil 875 pesos; Ixtaczoquitlán 256 mil 501 pesos; Acultzingo 106 mil 706 pesos; Orizaba 641 mil 825 pesos de un bombeo; Río Blanco 171 mil 848 pesos; Rafael Delgado 46 mil 86 pesos de alumbrado; Tlilapan 36 mil 753 pesos; Fortín 90 mil 830 pesos; Atzacan 49 mil 801; Tlaquilpa 10 mil 576; Los Reyes 19 mil 816; La Perla 65 mil pesos; Magdalena 48 mil 500 pesos; Mariano Escobedo 45 mil 863 pesos. En total, el adeudo de los 16 ayuntamientos es de tres millones 11 mil pesos, que espera la CFE recuperar en menos de medio año, si es que se realizan los convenios con las autoridades municipales.

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