domingo, 6 de febrero de 2011

Llamadas Calientes

Brenda Caballero
Números Rojos

¡Riiiinggg… Riiiinggg…! Sonaba el teléfono y no dejaba de hacerlo, así que me apresuré a contestar a tanta insistencia. Al principio pensé que era mi madre, ya que es peor que mi marido, preguntando siempre en dónde estoy, qué hago que no le contesto, etcétera, etcétera. Pero al levantar el auricular, la voz al otro lado de la bocina me confirmó que no era mi madre, pues la voz femenina sonaba con acento centroamericano, por el tonito.
Me dijo que llamaba de conocido banco de origen español, con el cual tengo una de mis tarjetas de crédito, para preguntarme si me había llegado una promoción de efectivo, a lo que contesté que aún no. Aclaro que soy muy desconfiada con las llamadas, pero en esta ocasión le creí un poco, porque ese banco siempre manda buenas promociones (no por algo más de la mitad de su utilidad la obtiene de los mexicanos).
Pero continuando con la llamada, la chica quería confirmar mi domicilio, dizque para que mi promoción llegara bien. Pero cuál fue mi sorpresa que tenía mi domicilio equivocado en una letra. ¿Cómo puede ser eso posible? pensé de inmediato, si cada mes me llega mi estado de cuenta a mi domicilio. Entonces le manifesté mi duda de la procedencia de su llamada, diciéndole que mi domicilio lo tenían erróneo y que no confiaba en ella por su acento. Ella se alteró diciéndome que si mi desconfianza era por su acento centroamericano y que le confirmara mi domicilio. Aclaro también que no tengo problemas xenofóbicos.
Me despedí lo más cortésmente posible de la chica después de sentirme engañada y marqué de inmediato al banco, para preguntar si estaban haciendo alguna campaña de actualización de datos para el envío de promociones, a lo que la operadora del banco me negó que fuera personal de su institución y me recalcó no dar información sobre mi tarjeta de crédito, ya que podía ser víctima de un fraude.
Aún recuerdo a un amigo que emocionado contrató la promoción ¡Ya bájale! para transferir parte de sus deudas y pagarlas a una tasa más baja. Su sonrisa desapareció cuando una voz tras el teléfono le informaba que habían bloqueado su tarjeta por compras “extrañas” y que lo habían mandado al buró de crédito hasta que la investigación aclarara si él había sido el que había realizado tales operaciones. Su enojo fue más que evidente cuando alzó la voz diciendo que él no había hecho esos cargos (gasolina y comidas en restaurantes en diferentes estados del país) y que ni siquiera había recibido esa tarjeta ¿cómo puede ser posible?
No cabe duda, que los delincuentes cada vez son más sofisticados, saben que ya la gente no cae con las llamadas del “primo de Estados Unidos” o “del premio de la camioneta”. Ahora, según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), el fraude se lo pueden hacer a través de su correo electrónico.
Así que si a Usted le llega un correo de Visa o MasterCard, tratando de prevenirlo de cargos fraudulentos en su tarjeta, no descargue ningún archivo, ni abra ningún link o liga, pueden hacerle un fraude a su tarjeta de crédito.
Al respecto, es importante mencionar que según un comunicado de Visa y MasterCard, no envían ese tipo de correos electrónicos, así que ¡mucho ojo! Y no abra cosas que no debe.
No olvide también colgar de inmediato cuando reciba una llamada amenazante, exigiéndole dinero a cambio de su cabeza o la seguridad de su familia, pues si Usted permanece en línea, lograrán su cometido ¡Terror psicológico! Y negociará con ellos como fue el caso de un anciano jubilado que les dijo que no tenía mucho; ellos preguntaron cuánto y se conformaron con mil pesos en saldo telefónico.
Y así por el estilo hay un sinnúmero de llamadas que se hacen a millones de ciudadanos, como el niño que grita auxilio, que lo tienen encerrado, o el que le dice que conoce a su familia diciéndole cosas de sus hijos o de sus papás.
Riiiing, Riiiingggg sonó el teléfono insistentemente. Al contestar me alegró la voz sin acento centroamericano… era mi madre diciéndome ¿Qué haces? ¿Por qué no me contestas?

brendacaballero1@hotmail.com

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