domingo, 13 de febrero de 2011

Los monos son demasiado buenos

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

Quizás muchos de nosotros llegamos a cansarnos de tantas cosas malas y de poquísimos acontecimientos buenos. Y, ni modos, en medio de esto, ahí la vamos pasando, como queriendo y no queriendo, empujados por una esperanza débil y al mismo tiempo detenidos por una “depre” agresiva. Como que damos un pasito pa’ delante y dos pa’ tras. Dan ganas entonces de tirar la toalla, de irnos andando, permanecer en ese verbo.
Sin embargo, aquí estamos, amándonos y agarrándonos del chongo, mándanos a la chingada, abrazándonos, besándonos, deseando que el mundo cambie, que todo esto sea una pesadilla de la que pronto despertaremos. Pero no, la realidad está aquí, maldición, qué linda vida, es la contradicción andante, qué le vamos hacer, salvo seguir haciéndonos pendejos o dejar de serlo y arañar la dichosa felicidad o como se llame, cueste lo cueste, y llevarse entre las patas a los seres queridos y a los que no lo son tanto, pero seguir, porque el show debe continuar…A pesar de tanta estupidez, de tanta violencia y muertes, aquí y al lado, en casa y en China; a pesar de tanto robo y cinismo, corrupción, impunidad, afán irracional de dinero y lucro, poco o nada de bondad, eso es pa’ los débiles, dicen, el mundo, este mundo es de los cabrones, de los valemadristas, de los jijos de su…
Quizás por eso Alejandro Jodorowski decía que vivimos en un mundo materialista desprovisto de moral, las leyes que nos rigen no son “morales”, la bondad no aparece en sus líneas, menos en los que las elaboran y mucho menos en los que las aplican, porque las leyes están hechas para proteger al más fuerte, ¿alguien duda de esto?
Sí, aunque suene ya gastado, navegamos en un mundo materialista, edificado sobre el robo, la competición, la explotación, el egoísmo…Como dice Jodorowski, todo está diseñado para impedir que la conciencia del hombre se desarrolle, porque la conciencia molesta, trastorna, ¿o no, mis queridos políticos y autoridades?, ¿dónde sus promesas de campañas?, ¿dónde su honestidad?, ¿dónde la lana que dizque son recursos públicos?, más bien recursos púbicos porque casi siempre están ocultos o los recortan o los depilan.
En fin, que estamos viviendo en una sociedad criminal que destruye al ser, es la conspiración contra el despertar, ¿qué hacer? Empezar de nuevo a crear una nueva moral que nos permita alcanzar la conciencia colectiva, como plantea Jodorowski, pero no partiendo de las nociones del bien y el mal, sino de la belleza. Es decir, cultivar una sensibilidad, una conciencia, una creatividad propias, aunque nos consideren enemigos aquellos que desprecian el espíritu tanto como a los que lo desarrollan. ¿Qué tal, eh?
Ah qué rollito me traigo, ¿verdad? Pero a poco no suena bien. Bueno, al menos hay que intentarlo y alejarnos de tanta estupidez de la que estamos viviendo a diario. Salgamos de la animalidad donde hemos caído, con perdón de los animales, porque como dijo Nietzsche, los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos.
Mientras, perdonad, mis queridos fans, este desliz.

De cinismo y anexas

Por cierto, con esto de la bondad, acuérdense que benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin, o conformidad con lo inepto, sino voluntad de bien, dijera el poeta Antonio Machado. Ahí se ven.

Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx

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