miércoles, 9 de febrero de 2011

¿Me están leyendo, inútiles?

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

Pos hay que seguir insistiendo: la lectura es a la mente lo que el ejercicio al cuerpo, como dijo no recuerdo quién carajos, pero el caso es que en México eso vale un cacahuate, mucho más en estos tiempos cibernéticos y mediáticos.
Ya lo dijo un reporte de la ONU, que en el 2006 México ocupó la posición 107 dentro de 108 países enlistados en cuanto a hábito de lectura. No quiero imaginar en qué lugar estamos hoy. Sin embargo, seamos positivos, ocupamos el segundo lugar en hábito de lectura, pero de abajo pa’ arriba. Chingón, ¿no?
¿Cuándo esteremos en verdad en los primeros lugares? Como Japón, que ha desarrollado el hábito de la lectura entre el 91% de su población; Alemania, el 67% de sus habitantes, y Corea del Sur con el 65%. ¡Órale! Eso sí es leer, no chingaderas como en nuestro país que apenas si leemos 2 míseros libros al año. Además, me pregunto, ¿qué libros leemos? Mejor ni me contesto, me moriría de tristeza y coraje.
Cierto que los gobiernos federal y estatal han instrumentados campañas y programas para fomentar la lectura, pero no han conseguido mucho. Ya lo dijo Juan Domingo Argüelles, que en materia de fomento a la lectura todo se queda en buenas intenciones y en falsas ideas, porque la escuela podría hacer mucho por la lectura, pero la hacen tarea escolar, es decir, obligatoria, es decir, a güevo.
Por eso, es necesario que los programas institucionales de lectura funcionen a partir de “la necesidad de formar una sociedad educada, crítica e informada que, si lo es, obviamente comprendería de inmediato que el índice de lectura de un país no puede estar mejor que su sistema educativo y su ambiente cultural”.
Ahí está el detalle, chato. Estamos de acuerdo, pero aún hay más. Quizás la educación ha logrado que las personas aprendan a leer, pero es incapaz de señalar lo que vale la pena leer, como dijo otra vez no sé quién carajos, creo que fue George Travelyan. Porque hay tantas maneras de leer, y hace falta tanto talento para leer bien, expresara Gustave Flaubert.
Y peor aún, en México la televisión ha acabado con el cine, el teatro, las tertulias y la lectura; ahora tantos canales terminan con la unidad familiar, escribiera el humorista Antonio Mingote, y yo agregaría que ha acabado con nuestra conciencia y reflexión.
Como dijo Confucio (¿ese que inventó la confusión?): “Oír o leer sin reflexionar es una ocupación inútil”. ¿Me están leyendo, inútiles?, parafraseando a Paquita la del Barrio.

Los días y los temas
Felicitaciones a mi cuate José Luis Martínez Suárez por su nombramiento (¡otra vez!) como director de la Facultad de Letras Españolas de la U. V. Y mi reconocimiento a mi amiguita Blanca Monserrat Zúñiga Zárate por su labor al frente de esa dirección durante 4 años, tiempo en el que logró la acreditación de la Licenciatura en Lenguas y Literatura Hispánicas.
Monserrat es hija del reconocido y bien recodado periodista Rafael Zúñiga Martínez, fundador del periódico “El Tiempo”, por donde han pasado prestigiosos periodistas veracruzanos.

De cinismo y anexas
¿Que México necesita una nueva Constitución? Más bien necesitamos un nuevo México, dijera Jans.

Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx

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