Salvador Muñoz
Los Políticos
Amo a Harry... ¡tranquilo, estimado Grappa! Así se llama mi can y espero no te ofenda tal circunstancia. Amo a Harry porque, además de ser un excelente amigo y compañero, se ha vuelto un sensor en mi vida que me advierte de algunas cosas...
Por ejemplo: Si vamos por la calle y cambia su modo de caminar y sus orejas asumen una conducta de radar, sé que hay una rata cerca... no falla. Lo que hago es desviar mi ruta para no tener que tropezar aunque sea con la mirada, con el roedor... ya saben, esa pinche fobia.
Cierta noche, cuando me disponía a dormir, Harry (mi perro, para evitar confusiones raras con el secretario particular del Gobernador: Harry Grappa), quien tiene su lugar en mi cama, empezó a gruñir hacia la puerta de la recámara. ”¡Puta madre!” pensé, “¿se habrá metido una rata?”
Harry se acercó a la orilla de la cama y al gruñido le acompañó un ladrido pero suave, como si el mismo can no entendiera a lo que le ladraba... “¡Chingada madre! ¿será un fantasma?, ¿el muerto?”
Armándome de valor, me levanté y Harry, quizás impulsado por mi arrojo, bajó de la cama y se dirigió hacia la puerta de la recámara para olfatear en la puerta. Bajé el volumen de la tele y entonces oí: “Sssssssssssssssssshhhhhh”. Era largo, continuo e intrigante... y Harry seguía olfateando pero ya más tranquilo... pensé, pensé y de repente lo vi y entendí: ¡Una fuga de agua! Abrí la puerta y efectivamente, me encontré con que en el lavabo, una discreta fisura en la tubería había logrado un charco pequeño pero lo suficiente para empapar mis descalzos pies. Me mojé la panza y la cara mientras intentaba cerrar la llave de paso. Al final, un abrazo al Harry por haberme avisado de esa fuga.
La última de Harry (insisto, mi perro, no el particular del gobernador) fue ayer por la mañana. Aún dormía cuando empezó a ladrar en una esquina de la cama. Me despertó su escándalo y fue cuando lo advertí: ¡estaba temblando! puse el brazo en el cuerpo de Brenda, que también aún dormía y la desperté. “¿No tenemos que salir?” me preguntó. Le dije que no. Fue rápido. Y vi a Harry, tranquilo, sentado a la orilla de la cama... en serio, lo amo.
Eso sí, ya no pude seguir durmiendo... el temblor acabó por despabilarme y ver las noticias sobre el evento. Y hasta ahí podría haber acabado esta columna de no ser porque, eran las 14 horas y boletines, notas, entrevistas y comentarios giraban en torno al temblor y todo era repetitivo... ni víctimas ni daños.
Inherente a estos acontecimientos, el sempiterno Chico Ché y su canción “¿Dónde te agarró el temblor?” aunque realmente prefiero la de Soda Stéreo: “Cuando pase el temblor” o esa romántica de Los Hombres G: “Temblando”. Sin embargo, soy partícipe de que debiera haber una rola que se llamara “¿Sentiste el temblor?”
Y es que a donde quiera que me paré la mañana de ayer, la pregunta era recurrente: “¿Sentiste el temblor?”
Así que, después de contestar a los primeros tres que sí, a los siguientes les cambié mi respuesta a su interrogante: “¿Sentiste el temblor?”
–Sí, pero el temblor más fuerte es el que sintió Johnny Archer, ex jefe de Hacienda en el estado, después del rumor de que había sido detenido...
–Sí, pero quienes están temblando son directivos de Finanzas porque no les cuadran las cuentas del sexenio pasado...
–Sí, pero dicen que le tiembla más el pulso a Toño Flores y a Tomás Ruiz...
–Sí, pero los ecologistas tiemblan más cuando la laguna de Tembladeras puede desaparecer...
–Sí, pero quien tiembla más es Memo Herrera por las cuaerteaduras... ¡en su cara!
–Sí, pero quienes tiemblan más son los peatones del Puerto y Boca cada vez que cruzan las calles...
–Sí, pero a quienes les tiembla la mano para agarrar peces gordos son a los de la Procuraduría...
–Sí, pero la réplica de Adolfo Mota a las “cama-escuelas” de Leticia Perlasca fue mejor.
–Sí, pero quien tiembla cada vez que le piden cuentas del estado financiero del IPE, es Chalo Morgado Huesca...
–Sí, y también se le llama sismo, aunque nos gustaría que le dieran en la cisma a muchos ex alcaldes como Lupita Porras, Jon Rementería y Chelito Montiel...
–Sí, pero quienes deberían realmente temblar ahora son llamados “Maestros” y tienen el futuro de sus nietos y bisnietos asegurado gracias a Veracruz...
Pero remato con una perla que en el facebook de Lauda Haddad apareció: No tembló, sólo Veracruz latió más fuerte.
Y usted... ¿sintió el temblor?
e-mail: dor00@hotmail.com
twitter: Los_Politicos
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