Salvador Muñoz
Los Políticos
Es increíble la cantidad de información que fluye a cada momento en esta hermosa era de tecnología, internet, twitter y facebook.
Hay información que me atrapa. Como la de Muammar Kadaffi, que en mis años mozos, allá por los 80, junto con el Ayatollah Homeini y Yasser Arafat, eran considerados por Estados Unidos como la viva imagen del anticristo. Hoy, como ave fénix, la figura de Kadaffi vuelve a ser tan oscura como la de mis años mozos...
También entre las notas que me impactaron está la de un libro titulado “Are women human?” que, en castellano dice: “¿Son humanos (o humanas) las mujeres?” Refiere a que “en pleno siglo XXI” (hermoso lugar común que intenta denotar asombro), todavía se sigue viendo al sexo femenino como objeto... y la lectura es oscura: violación a niñas, jóvenes, adultas; trato déspota; acoso sexual y laboral; rechazo a su mismo género (me hubiera gustado ser hombre); comercio; intercambio; trata de blancas; etcétera. Esto y más se vive en un amplio espectro del mundo que obliga a preguntarse si realmente NO son humanas las mujeres para que sigan recibiendo un trato tan despreciable como el que a diario observamos en los medios. Peor aún: ¡En nuestra casa!
Ya ni se diga lo de los Zapata: Jaime y Julián. Abel y Caín fronterizos. Lo curioso que se plantea en un texto que no recuerdo dónde vi, es que si Jaime hubiera sido “cualquier mexicano”, y no un agente del gobierno estadunidense, Julián seguiría libre aunque con una orden de reaprehensión... sí, porque aunque parezca increíble, el asesino del gringo estuvo hace menos de un año en la cárcel por portación de arma de fuego.
Ah, también vi la iniciativa del Gobernador Duarte sobre la pensión a los deudos de policías caídos... pero de ésa, sus corifeos hablarán de la bondad y buen corazón del mandatario.
Más interesante me resulta el saber que El Chicharito Hernández desbanca a Rooney y cambia el sandwich por la Coca-Cola. La fama del mexicano va “in crescendo”.
Pero la información que más me llamó la atención fue la relacionada al edificio que se pretende sea el más alto de Europa: The Shard.
Tal obra está apenas en construcción en Londres. Y no me llamó la atención porque lleve retraso en su proceso, haya desvío de recursos, haya sido encargada a la empresa favorita de la Reina Isabel o se haya disparado el diezmo al 25 por ciento... no, para nada... les dije que estaba en Londres, no en Veracruz.
Llama poderosamente mi atención dicha nota londinense porque para el inglés les resulta extraordinario que en el techo de esa obra en proceso, a 290 metros de altura, un zorro lo hizo su vivienda.
El “velpus velox” (je, todavía me acuerdo de mis clases de latín, latón y laminado) se alimentaba de los desechos que dejaban los trabajadores en la torre. Cuando fue visto, ¿qué creen? No, no salió ningún imbécil a tratar de cazarlo, ni le lanzó piedras o intentó envenenarlo. Simplemente se dio aviso a los encargados de la Prevención de Epidemias para que se capturara, revisara, y una vez auscultado, se le dejó libre. Es más, al zorrito le dieron por nombre “Romeo”.
Sigo intrigado cómo al inglés le sorprende encontrar un zorro en el techo de lo que será el edificio más alto de Europa... si vinieran a México verían que nuestros principales edificios de representación popular están saturados de mapaches, ratas, víboras y alguno que otro tlacuache y no se alimentan de desechos... peor: ¡Se alimentan de nosotros!
Eso sí es nota... ¡no Romeo!
e-mail: dor00@hotmail.com
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