Salvador Muñoz
Los Políticos
Sinceramente, a poco no, qué bonito habla el Gobernador.
En los cuatro meses que hoy cumple al frente del Estado, si se hiciera un compendio de sus discursos, ninguno tendría desperdicio.
Se podría hacer una antología de los discursos más enjundiosos para el aprendiz de político, teniendo como base los siguientes logos: Desarrollo, progreso, coordinación, Veracruz, unión, acuerdos, bienestar, familia y un largo etcétera, aunque la palabra clave de ayer fue “Esperanza”.
La palabra se define sola: De esperar.
Sí, uno espera tantas cosas que difícilmente cree que quepan en esa buena voluntad que hacen llamar Plan Veracruzano de Desarrollo.
Incluso, iba a proponer que en cinco años se hiciera un análisis de las metas alcanzadas en “la esperanza” que el Congreso recibió ayer en manos del Gobernador... pero es inútil... ¿eh? Me refiero a mi propuesta.
Es inútil porque en el sexenio anterior teníamos al “mejor gobernador” que jamás se haya tenido en la historia de Veracruz y de acuerdo a los testimonios que dio, no sólo se cumplió con el Plan Veracruzano que se propuso, sino que lo superó.
Por ejemplo, en el ramo de puentes, lo mismo sumó puentes peatonales que vehiculares, terminados, a medio terminar e inconclusos que, en una de ésas, si nos descuidamos, nos clavó “los puentes de la SEP” y hasta los dentales. ¡Pero hizo más de mil puentes...!
Hoy, se habla de fraudes, desvío de recursos y empresas fantasmas, quienes fueron encargadas de hacer esos famosos puentes, beneficiadas por la administración de quien ha sido “el mejor Gobernador” de Veracruz.
¿Y los veracruzanos? La mayoría sigue jodidos.
Por eso lo considero inútil... digo: Considero inútil hacer mi propuesta.
La presencia del Gobernador Javier Duarte en el Congreso, visita de cortesía pues nada obliga a hacer entrega de su Plan personalmente, se empaña en un toque de lambisconería y tapetismo propio de un político a destiempo en la voz del Volován Andrade Sánchez. Sí, estoy de acuerdo, lo cortés no quita lo valiente, pero al menos debiera expresar algo que dignifique su papel, como por decir: “Vigilaremos que cada una de las líneas de acción que se estampan en este documento, sean cumplidas cabalmente, y si no, como representantes del pueblo, se lo demandaremos”.
Sí... por favor, suelte la carcajada.
Pido demasiado.
Por eso, sólo por eso, omito mi propuesta de hacer en cinco años un análisis de “la esperanza” que Javier Duarte entregó ayer en el Congreso del Estado y dio a conocer en el WTC a los veracruzanos.
¿Y qué nos queda?
Como el mismo gobernador lo dijo: La Esperanza.
Pero la esperanza en el sentido de “Esperar” que sí cumpla las propuestas, ideas, sugerencias y proyectos plasmados en ese Plan y no vaya a salir como con las Becas que, supuestamente, deberían estar pagándose desde el viernes pasado y todavía tienen que “esperar” un poco más.
Por eso, hay que “esperar”, digo, si ya “esperamos” cuatro meses chutándonos discursos rimbombantes, alentadores y enjundiosos, qué podemos “esperar” ahora... nada, más que decir: qué bonito habla el gobernador.
NO LE GUSTÓ “COJER”
Señor Muñoz:
Nos indicaban algunas personas (parientes, o vecinos, pero todos ellos respetables y respetuosos), cuando éramos chiquitos (¡por favor no me vaya a querer alburear por esto, porque me da “mello”!) y decíamos alguna grosería: “¿Por qué no vas a que te laven la boca con jabón?”.
Encuentro, en su columna publicada hoy, miércoles 30 de marzo, una mala expresión (que si la puede emplear, es gracias a una “libertad de expresión” mal entendida), como lo es tanto el título de ella: “¡A Cojer!” (Que, mas bien sería: A coger; y que todo mundo sabe qué significa), y que emplea también al finalizar, con la adición de “que se acaba el mundo”.
Le hago la aclaración que no soy persona que se escandalice por “cualquier cosa” (ni siquiera por la expresión que emplea, pues he oído peores). Pero, le preguntaré: ¿no es acaso una falta de respeto a la gente que los lee, y que, además, es sobre un asunto tan serio – delicado – como es el accidente que ha ocurrido en Japón, país el cual se ve hoy, a casi 3 semanas de la tragedia, con una amenaza bastante grande, en el que no se vale hacer o decir “gracias”, como la suya?
Hay gente que piensa que es permisible emplear cualquier forma de expresión; hasta la más vulgar. Y esta, señor Muñoz, es una de ellas. Considero que ello hace que “por eso estamos como estamos”. Porque, le diré una cosa: la cultura de difunde a través de los medios, y este periódico es uno de ellos; y habrá mucha gente que lo lea.
No me quiero poner en el papel de “censor” (¿oyo acaso hablar de Savonarola?). Ni corregir lo que está mal. Pero, ¡por favor!, trate de ser un periodista serio, respetuoso. ¿Será mucho pedírselo?
Atentamente. Necho.
(Nemesio Montalvo Delgadillo)
Respuesta:
Quizás no me di a entender o dijera José Luis Perales: No escuchaste nada de lo que canté / ni entendiste nada de lo que escribí... Pero Lavoisier lo ampara.
Ah... sólo estoy de acuerdo con usted en que COJER es con G. Si bien en su lectura puede resultarle desagradable y vulgar, en la acción puede ser todo lo contrario. ¡Praxis!
Un abrazo
Buena tarde.
email: dor00@hotmail.com
twitter: Los_Politicos
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