Noche de guerreras

Salvador Muñoz
Los Políticos

Si Neza y Tijuana tienen a sus guerreras, en un momento dado pudiera decirse que Javier Duarte de Ochoa igual las tiene.
Primero, en la figura de Lorena Piñón (Injuver), quien hizo vibrar el Museo Interactivo de Xalapa con el show boxístico que trajo Saúl Canelo Alvarez hace un mes.
Segundo, en la figura de Leticia Perlasca (Sectur), quien presentó un cartel de damas en el arte de fistiana que dejan mal parados a muchos hombres, al exhibir una entrega total en cada round que el pasado sábado se vivió en el World Trade Center de Veracruz... ya no de Boca del Río.
El cartel, de seis peleas que abrió con par de damas y secundado por un par de jovencitos, dejó buen sabor de boca.
Eran cerca de las 7 de la noche y la arena lucía vacía, pero poco a poco iba entrando el público quien hizo la suficiente bulla cuando anunciaron a Cruz “Cucho” Carvajal, veracruzano, para enfrentar a la Ranita González, jalisciense.
Un encuentro sin técnica, sin elegancia pero con una entrega por parte del veracruzano que la decisión, al final de los rounds establecidos, vino a levantar el ánimo de un público discreto, muy ajeno al bullanguero que uno pensaría encontrar en el puerto.
Ana Guevara, la velocista, invitada de honor, accedía gustosa a tomarse fotos con los parroquianos que se le acercaban. Más modesto, a un lado, el Gusano Rojas, con algunos fans, igual repartía sonrisas ante los flashes.

Hizo su aparición “La cosita sexy” del boxeo, Hollie Dunaway, vecina de Arkansas, quien días antes apareció por las costas de Boca en traje de baño dejándose querer por los fotógrafos. Se enfrentaría a la chaparrita de Los Mochis, Sinaloa, Katy Gutiérrez por el campeonato de Peso Paja. La mexicana, de buena defensa, pronto hizo trastabillar en más de una ocasión a la “Cosita Sexy” quien acabó con una ceja abierta pero siempre con optimismo, alzando los brazos... y sin el campeonato.

La pelea previa a la estelar, sencillamente fue fantástica. Las apuestas estaban a favor de Irma La Güera Sánchez, mejor conocida como la dama de hierro. Nadie daba un peso por Jessica Kika Chávez, chilanga que entró con su cara de niña y sonrisa tierna al cuadrilátero quien venía a disputarle el cinturón internacional minimosca a la Güera.

Y en el primer round, Kika demostraba hambre de triunfo con una zurda que entró en todas las formas: de volado, gancho, upper-cut. Una tras otra y tras otra, esa zurda de la Kika desestabilizó a una dama de hierro que por más enjundia que metió a la pelea, en más de una ocasión dio acuse de recibo a los contundentes golpes de una capitalina que en dos o tres veces, a punto estuvo de mandar a la lona a la campeona.

Al final, Kika Chávez obtuvo el triunfo a la cintura con un boxeo impecable y un manejo de zurda excepcional. Lágrimas en el rostro de la nueva campeona que fue aplaudida sonoramente por un público que a esa hora, ya abarrotaba el WTC.
Y llegó la pelea estelar con un previo fantástico. Un conjunto de danzas que partieron de lo prehispánico hasta nuestros sones jarochos y personajes con atuendos (no sé si de los que usan en Xantolo o Coyolillo) invadieron el ring y su perímetro.
Anunciaban el arribo de Ana María Torres contra Jacky Nava. La guerrera de Neza contra la princesa azteca de Tijuana. Una nutrida porra así como su mascota, un perrito, acompañaban a la del Estado de México por lo que la fanaticada jarocha decidió apoyar a la fronteriza.
La pelea inició con una veloz Jacky que apuntalaba sus golpes con rápidos jabs. Mientras, la guerrera avanzaba con la defensa bien cerrada. Velocidad contra defensa. Hasta que los puños de la de Neza encontraron la cara de Jacky Nava que de inmediato ganó una hinchazón en ojo izquierdo.
No obstante, la tijuanense repondió con rectos que hicieron escurrir la nariz de Ana María Torres.
Una pelea riñonuda, donde no hubo cuartel para nadie. Dicen que en el ring no pueden caber dos reinas y era cierto. Sus guantes hablaban el mismo idioma, la misma necesidad de ocupar un solo sitio, el coraje de saber que hay alguien que te pueda hacer sombra y valientes, trataron de dirimir ese problema de espacio monárquico...
Un empate que dejó más a disgusto a un público jarocho, entregado con la fronteriza, y a los que le íbamos a Ana María Torres, con el gusto de haber disfrutado una pelea con entrega, donde pudimos ver que muchas veces a los hombres nos hace falta más pasión para hacer las cosas como la misma Jacky Nava, Ana María Torres, Kika Chávez, la Güera Sánchez, Katy Gutiérrez, La Cosita Sexy Dunaway y por supuesto, la misma Leticia Perlasca, quien no se pone los guantes, pero con estos espectáculos que promovió, demuestra que también sabe de jabs, sabe de movimiento de cinturas y que también noquea.
Veracruz merece más espectáculos como éstos... No sé si Perlasca sea una reina, pero de que es una guerrera ¡lo es!

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