viernes, 29 de abril de 2011

Reforma Díaz

Brenda Caballero
Números Rojos

Si a usted le preguntaran si le gustaría tener a su presidente municipal otros tres años, seguramente contestaría con un ¡nooo! rotundo. Claro que no lo pensaría dos veces, saldría de su más profundo ser tal exclamación, como me sucedió a mí. Aunque acepto excepciones: si usted es el alcalde, la esposa de él, algún familiar incluido en nómina, algún dueño de esas empresas que tienen contratos y por los cuales reciben mensualmente alguna jugosa cantidad desviada del presupuesto que debiera ser invertida en beneficio de los ciudadanos. ¿Usted votó por eso? Definitivamente no, pero existe un extraño mal, más terrible que la rabia, el cólera, el ébola y la influenza juntas: “el poder”.
Ese poder que tienen nuestras autoridades para decidir por nosotros una famosa “Reforma Política” que no pedimos, pues las que necesitamos como la Reforma Laboral o la Económica, están en la congeladora y no tienen para cuándo. ¿Es justo ese poder mal empleado? Que pasó con el “Sufragio Efectivo, No Reelección” de Francisco I. Madero expresado el 5 de octubre de 1910 contra la dictadura de Porfirio Díaz? ¿Y los 700 mil muertos en la Revolución Mexicana, según Enrique Krauze, en su artículo “En México, una guerra cada cien años”?
La nueva Reforma estará en manos de los Congresos locales que podrán decidir una posible reelección. Por supuesto, tendrá sus “intereses incluidos”, ya que a su vez los mismos legisladores podrían ser reelectos. Luego entonces, propongo que ya no haya desfile conmemorativo del 20 de noviembre. ¿tendría sentido?
Claro que como reforma tiene buen maquillaje, pues “supuestamente” hay cosas buenas en ella, como la posibilidad de que un ciudadano como usted o como yo, podamos ser candidatos a un cargo de elección popular en el 2012, sin la necesidad de un partido político que nos identifique, ¡qué bonito suena! ¡verdad? lo malo de esto, es que como no se ha reformado el artículo 41 constitucional, provoca que usted y yo, “próximos candidatos”, no tengamos un espacio de difusión ni presencia en los medios de las campañas electorales, lógicamente la mayor difusión y el dinero quedaran en cha,cha,chaaaaan!!! Los partidos Políticos.
También pudimos apreciar que después de nueve horas de sesión en donde se discutió la Reforma Política, nuestros legisladores olvidaron algo, algo que el pueblo quería y pedía a gritos, y conste que no es Seguridad, no, en este momento no. Más de cuatro millones de personas firmaron por una causa simple, muy simple: “La desaparición de las plurinominares”, pero ese tema no estaba en la agenda del día, ni de la semana ni del mes, ni de los años… No estará, porque “no es conveniente a sus intereses”. Entonces, las decisiones del pueblo, ¿no cuentan?, creo que no, nuestros legisladores solo alardean una consulta ciudadana que no ejercen, y si no me cree, ¿recuerda después de las elecciones haber visto alguno de los personajes por los que usted votó para presidente municipal, diputado o senador regresar a su colonia para consultarle algo?, si es así, felicíteme a su representante popular, porque los míos creo pertenecían a la extinta Luz y Fuerza del Centro, se “apagaron después de que ganaron”.
En fin, esperemos que la nueva reforma no nazca deformada y que las reelecciones de legisladores y alcaldes no lleven los apellidos de Porfirio Díaz, pues como dijera cierto cibernauta "No sean gachos, cómo que les darán chance de dobletear a los presidentes municipales, no sean díscolos, denle chance a otros de saquear y robar a su pueblo”.

brendacaballero1@hotmail.com

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