viernes, 20 de mayo de 2011

Manuel y la homofobia

Brenda Caballero
Números Rojos

Estaba en preparatoria, todos estábamos emocionados porque íbamos a salir…¡por fin! después de 3 años de estudio, mi generación se graduaría.
Era mucho movimiento con los preparativos, la cena, los anillos, la foto. ¡Cómo olvidar aquella grandiosa foto! esa que mostraba a todos los miembros de la generación 1993-1996, esa panorámica que colgaría de la pared, para ver a los compañeros con los que estudiamos a través de los años.
El día de la toma llegó, todos bien arregladitos, peinados, esperando la indicación del estudio para salir al atrio de la escuela.
Primero, pidieron se formaran las mujeres por estatura. Así lo hicimos. Posteriormente, la indicación fue para los hombres.
Mi amigo iba a tomar su lugar en la fila de los varones cuando comenzaron los gritos masculinos ¡Aquí no vas!, ¡Vas con las mujeres! ¡No queremos que salgas en la foto! ¡Vete para allá!. Su cara blanca enrojeció y sin dejar de mirar el piso, se dirigió al salón que estaba vacío.
Fuimos dos o tres compañeras que pedimos permiso de salir de la formación para alcanzarle.
No les hagas caso Manuel, tienes que regresar y tomarte la foto con nosotros, le dijimos. ¡Ya sabes como son los hombres! se ponen a vacilar y echan relajo, No los tomes en cuenta. Es porque están en montón, por eso gritan tonterías.
Muy triste nos dijo: “no, no puedo regresar, no los aguanto, no quiero ir, pero no se preocupen, sí estaré en la foto de generación, cuando tengan la foto me la prestan y entonces voy a ir a un estudio para que intercalen mi cara entre ustedes”. No insistimos, su contestación fue suficiente.
Manuel, como miles de personas en el mundo, fue víctima de la Homofobia.
Así es, historias como la de mi amigo (que en paz descanse) siguen sucediendo en nuestros días, a pesar de que el pasado 17 de mayo se “celebró” en el mundo y en la ciudad de México “el Día Internacional contra la Homofobia”; en el resto de país oficialmente se conmemora “El Día Nacional por la Tolerancia y el Respeto”.
Desgraciadamente sucede como todos los días que se conmemora el de la mujer, el de la madre, el del padre, el del niño, etcétera, etcétera, etcétera; solo es un día, los 364 restantes… valen puro queso.
¿Cuántas empresas no contratan a personas por el simple hecho de pensar que son amanerados? o peor aún, aquellos varones que sienten rechazo por las personas homosexuales y que utilizan insultos, palabras obscenas para referirse a ellos.
Aún recuerdo el caso sucedido el año pasado en Jalisco, cuando el Gobernador de ese estado, Emilio González Márquez, al inaugurar la Cumbre Iberoamericana de la Familia, expresó: "Para mí sí es, matrimonio si es un hombre y una mujer... ¿qué quieren?, uno es a la antigüita; al otro todavía, como dicen, no le he perdido el asquito”, ¿No se supone que el estado debe proteger los derechos de las personas homosexuales?
O qué tal las expresiones del conductor Esteban Arce cuando en el programa televisivo Matutino Express comparó la homosexualidad con la “demencia animal” y cuestionó la homosexualidad como “anormal”. ¿Esa es la responsabilidad de nuestros medios de comunicación?
Hoy, después del caso de mi amigo Manuel y de muchos más, después de las declaraciones públicas del gobernador de Jalisco y de Esteban Arce, así como las marchas gays y a cuatro días de la Conmemoración del Día Internacional de la Homofobia, carecemos de políticas públicas contra la discriminación, a tal grado que la semana pasada en Uganda (país centroafricano) estuvo a punto de aprobarse una Ley que penalizaba la Homosexualidad con la muerte.
En México no cantamos mal las rancheras, pues según encuestas, más del 40 por ciento de los encuestados no permitiría que viviera una lesbiana o un homosexual en su casa.
Mi pregunta es ¿No es más homofóbico ser homofóbico?

brendacaballero1@hotmail.com

No hay comentarios: