jueves, 2 de junio de 2011

Cáncer a la Orden

Brenda Caballero
Números Rojos

Como siempre, salí corriendo al trabajo. Era un día como cualquier otro, mucho tráfico a pesar que había agentes de tránsito (a mi juicio hacen más lento la circulación vehicular), volteaba a todos lados esperando ver algún cambio en la gente, pero no, todo seguía igual, como si nada.
La gente usaba sus celulares; hablaba, reía, mensajeaba y su cara no se inmutaba a pesar de que hace unos días, en Francia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) relacionaron el uso de teléfonos celulares con un “posible” riesgo de cáncer cerebral en seres humanos.
¡Vaya! tampoco yo experimenté cambio alguno, a pesar de la terrible advertencia, volteé a ver mi celular que descansaba en el auto y pensé en el grado de cáncer que alcanzaría ese día con todas las llamadas que conectaría o los mensajes que mandaría. Pues según los científicos, la exposición que tenemos con los campos electromagnéticos de los aparatos celulares son los que originan gliomas (un tipo de cáncer cerebral maligno).
Creo que solo eso nos faltaba, otra raya al tigre, pues desde que era pequeña mi mamá decía ¡niña no veas de cerca la televisión, te vas a quedar ciega! O aún recuerdo cuando salieron los famosos hornos de microondas, que a la fecha dicen que son factores que propician el cáncer de estómago, pues las recomendaciones que siempre me mandan al correo son no calentar nada en unicel pues el plástico con las ondas electromagnéticas son cancerígenas, Confieso que hasta dejé de comer sopas instantáneas, pues la leyenda urbana cuenta que como parecen de plástico, tardan hasta quince días en digerirse. ¡Se imagina tal escenario!
Y por si esto fuera poco, me puede dar hasta cáncer de cáncer de pulmón, pues aunque no soy fumador activo, los millones de fumadores que existen en el mundo me ponen en riesgo latente.
Luego entonces moriré ciega y con cáncer de estómago, pulmón y cerebral.
¡Si señor! Porque tengo cerebro, aunque no parezca.
Por eso, en esta breve opinión, sugiero que el gobierno establezca además del registro de los celulares una norma donde las grandes compañías telefónicas ofrezcan un seguro de vida a sus usuarios, una cantidad que solvente los gastos por cáncer cerebral.
Después de pagar altos planes tarifarios es una justa medida ¿no le parece?
Asimismo, los aparatos telefónicos deberían de presentar leyendas como “Usar más de 30 minutos tu celular, causa daño cerebral severo” o “Este aparato celular es nocivo para la salud” junto con el símbolo de la muerte. ¡Esas sí serían medidas de prevención!
Aunque algo no me queda claro, si el celular es dañino y existe una gran preocupación en el mundo por su gran uso en la población infantil ¿Por qué el gobierno no los retira del mercado, tal y como lo hace con los medicamentos? ¿le preocupan tomar estas medidas por el control que generan las grandes empresas productoras de aparatos celulares en México?
En México, según cifras de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), existen 94 millones 964 mil 421 usuarios de celular, luego entonces ¿Cuántos morirán de cáncer?
Es cierto, uno no debe paniquearse tal como lo indica la Secretaría de Salud, pues solo es una “posibilidad cancerígena”, entonces ¿por qué sugiere utilizar menos el celular o manos libres con el propósito de alejarlo de oídos y orejas?
Aunque de algo estoy segura, el celular provoca daños irreversibles al cerebro, si quiere comprobarlo, escuche alguno de nuestros funcionarios o políticos, seguramente dirán puras estupideces, reacción del uso de celulares con alta emisión de radiación.
Pero mi teoría puede fallar, pues algunos amigos dicen que los políticos y funcionarios son inmunes ¡pues carecen de cerebro!

brendacaballero1@hotmail.com

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