Sin agua

Brenda Caballero
Números Rojos

¡Lástima que estoy trabajando! fue lo primero que pensé, si no, por supuesto que me unía a la manifestación de los habitantes de Jardines de Xalapa. Y créame no soy partidaria de las protestas, pero vivir 4 días sin agua ¡está cañón!
Imagínese que esos días tuve que salir con maleta en mano para irme a bañar a casa de mi madre, pues aquí las cosas se viven diferentes cuando escasea el agua.
Aquí no tenemos tinacos para almacenarla (mala planeación de construcción del Instituto de Pensiones del Estado), el agua nos llega directa, y se va igual, y en épocas de tandeo es peor, pues el tambo o cubo donde se almacena no alcanza para más de dos días.
Creo que la población de Xalapa que no ha vivido aquí, no entendería la molestia de mis colonos obstruyendo Pípíla y exigiendo pipas de agua.
Por ejemplo, cuando en su casa no hay agua, tiene Usted un tinaco que le asegura que le alcanza para al menos terminarse de bañar.
Aquí no, aquí cae el agua normal, por lo que con toda confianza se mete a bañar y de repente deja de caer, no avisa, se va de repente en segundos, entonces tiene que salir generalmente “en pelotas” y meter una cubeta para quitarse de perdis el jabón ya reseco en el cuerpo.
Los habitantes de Jardines sabemos que si no hay agua, hay que guardar la cubeta para cuando hace uno caca, pues el excusado aguanta hasta tres tandas de orines.
Perdone Usted si le da asco lo que escribo, pero la realidad es la realidad, y aún están por venir tiempos peores.
Hace algunas semanas, escuchaba en un noticiero nacional que para el año 2025, dos tercios de la población mundial sufriremos de agua, aproximadamente 1 mil 800 millones de personas vivirán en regiones o países con una drástica falta de agua, pues habrá acaparamiento del vital líquido, lógicamente por grandes empresas que la utilizarán para comercializarla a precios exorbitantes.
Según datos del libro “Agua, medio ambiente y sociedad, hacia la gestión de los recursos hídricos en México” (UNAM-Colmex-Fundación Gonzalo Río Arronte), la cantidad del agua dulce del mundo que está disponible para uso humano y el mantenimiento de los ecosistemas naturales, es menos del 1 por ciento, mientras que la disponibilidad natural de agua por habitante en México estimada para 2025 será de 3 mil 822 metros cúbicos, mientras que en el año de 1955 era de 11 mil 500 metros cúbicos.
Otro dato interesante resalta que existen 10.6 millones de personas que no tienen agua potable en México, imagínese los problemas de salud pública generados a esa población, ¡mi excusado con restos de orines no es nada! ¡Heeey, candidatos en campaña, no oigo sus propuestas ante tal situación de emergencia! ¡Mientras no me salgan como algunos jefes que piden que no se tome agua para no ir al baño! ¡Señores, las mujeres tenemos la vejiga más chica, por eso vamos más seguido!
Desgraciadamente, nuestras autoridades no ven la problemática de la escasez que se avecina del vital líquido, al contrario, apapachan actos de corrupción como falta de pago mensual por ser personajes influyentes o qué tal, hasta dejan secar los ríos, como el caso del Pixquiac, ubicado en el municipio de Coatepec, dizque para hacer un Centro Ecoturístico, ¡chingaos, necesitamos agua para vivir! ¿de qué sirven los turistas en un territorio que tiene problemas de escasez de agua?
Afortunadamente, este fin de semana tuvimos agua en Jardines de Xalapa, me imagino que fue resultado de la manifestación, pues los dos días cayó como si fuera el mismísimo Paraíso.
¡Y qué bueno! pues ya estaba preparando mi mejor lencería, para manifestarme, pero no color rojo como la que se encueró en Palacio de Gobierno, sino azul y conste que no por partidismo, más bien para identificarme con el líquido vital: el agua.
No se crea, mi locura no llega a tanto, y mucho menos después de que le comentaba a un amigo de mi protesta desnuda, a lo cual me respondió, ¡no lo hagas! Sería peor, pues yo votaría porque hubiera más días de tandeo en tu colonia.

brendacaballero1@hotmail.com