El crimen de ser periodista

Salvador Muñoz
Los Políticos

La sagacidad de nuestras autoridades ministeriales enfila las investigaciones a rumbos tenebrosos, oscuros, llenos de incredulidad: siguen la pista a versiones sobre algunos comunicadores relacionados con la delincuencia organizada, situación que los pone en condiciones de riesgo y que preocupa sobremedida al Gobierno del Estado.
Vaya, en pocas palabras:
Si por “equis” o “zeta” soy objeto de un levantón, secuestro o me matan, dejo de ser víctima para ser “sospechoso”. Es sencilla la ecuación de las autoridades.
Así, el hecho, de acuerdo a la sagacidad (insisto) de nuestras autoridades ministeriales, amaina, se “justifica” ante la sociedad, disminuye la reacción y deja de ser ofensivo... tan similar al razonamiento de aquella mujer que es violada por haber traído escote y minifalda: ¡Se lo buscó!
Sí, es más, a partir de este escrito, he de pasar a ser una línea de investigación que resuelva el misterio de ¿Por qué Salvador se está amarrando el dedo?
Así que para ir ahorrando el trabajo a nuestro Procurador, deje el lector comentarle por qué alguien como yo, podría estar involucrado a la delincuencia, siempre bajo el esquema corto, estrecho, chiquito, de nuestras autoridades ministeriales que vaya que resuelven de golpe y porrazo todos los crímenes que resultan tan incómodos como una piedra en el zapato.
* Drogas: Tengo un chingo de drogas... estoy endrogado en Liverpool, Fábricas, Walmart, la Comercial y hasta con el doc que me va a operar de mis “oclayos”...
* Empastillado: Sí, a veces acabo medio tarado con tantas aspirinas que me meto para amainar la migraña...
* Acopio de armas: He de tener por allí algún amigo medio “puñal”, uno que otro amigo “machete” de algún político y la única pistola que tengo (sin albur), es una de aire con la que me seco el poco pelo que me queda.
* Delincuencia Organizada: Ahí les falla... no pertenezco al club de columnistas a los que les dan línea para escribir bien o mal de alguien... cualquiera de los dos, lo hago por gusto...
* Me declaro machito, pero no por ello homofóbico ni misógino... así que si me “petatean”, ni digan que fue por mis preferencias sexuales ¡ah! porque en nuestra política como en nuestros medios, te perdonan ser rata o pederasta pero no homosexual...
* No ando con la vieja de nadie ni con la nueva... ando con la misma. Así que descartemos el crimen pasional.
* Levantón: Todas las mañanas que hasta el Circo Atayde me envidiaría... ¡Qué carpa, señores, qué carpa!
* Secuestro: Trabajo más de doce horas al día... más que secuestro sería retención por parte de mis patrones.
* Extorsión: De mi parte, no creo... la única que recibo es de mi ex esposa, nada más...
* Tráfico de drogas: Es lo que hace mi mujer con todas las deudas que tiene... me las transfiere.
* Terrorismo: ¿Tener a mi madre y a mi suegra juntas en la casa?
* Sicarios: Más bien son cien-caries... tiene más de un año que no voy al dentista...
Así entonces, estimados columnistas, periodistas, fotógrafos, moneros y reporteros, si ustedes incurren en mis “delitos”, abusados, porque nuestro flamante fiscal habrá de resolver en un dos por tres el caso (Dios no lo quiera), si nos pasa algo... digo, siempre bajo el esquema triste, primitivo, cromañón, con que los crímenes los ve la Procuraduría.
Luego entonces, el oficio de periodista raya ya en la criminalidad... ¿entonces convendrá que nos volvamos políticos o funcionarios? ¿qué éstos sí son honestos? ¡Por Dios! Como dijera Tarzán: Amigo Procu, ¡mama pero no te cuelgues! Disculpen la expresión... ¡da coraje!

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