¡Que renuncie!

Brenda Caballero
Números Rojos

Señores, si piensan que la vara es muy alta, si piensan que es imposible hacerlo, si no pueden, renuncien, pero no sigan ocupando las oficinas de gobierno, no sigan recibiendo un sueldo por no hacer nada, que esto también es corrupción.
Así sonaban hace casi dos años las palabras de Don Alejandro Martí, ante el dolor que causa la pérdida irreparable de su hijo de apenas 14 años.
Ayer miércoles, el diario Notiver, el de mayor circulación en Veracruz, abre su portal con ¡Renuncie!, una palabra tan fuerte que me da muchos sentimientos encontrados, tantos como si se perdieran dos hijos en menos de un mes.
Si Usted tiene hijos, piense que en un estado que no es tan seguro como se pensaba, le matan a dos de ellos. Lo primero que hace es ir ante la autoridad para que le ayuden a encontrar a los responsables, y como por arte de magia, en un dos por tres, le dan la respuesta siguiente: “Mire, sus hijos fueron matados por el crimen organizado, además no iban a clases, se iban de pinta, tenían malas calificaciones y al parecer hasta eran drogos, pues se les encontró mariguana en los bolsillos del pantalón… ahhh!!! y en su teléfono celular tenían fotos y canciones de Amy Winehouse (cantante muerta al parecer por sobredosis), entonces todo está confirmado, formaban parte del crimen organizado”. Es más casi le afirman que eran distribuidores o halcones. ¡óigame! ¿y la investigación? El paso siguiente es que con esos antecedentes que le dieron, inducirle a que desista a seguir investigando pues tienen pruebas de lo que dicen. Y si las tenían ¿Por qué no hicieron antes algo al respecto?
¿Se imagina su cara como padre o madre ante tal increíble historia? ¿Creería usted eso?
Bien dicen por allí que a los padres no se les engaña y más cuando se ha convivido por años con ellos. Si bien es cierto no eran de dieces, pues apenas arañaban el siete u ocho ¿pero pertenecientes al crimen organizado? ¿Pues donde escondieron el dinero que ganaron? Porque bien dice el dicho “hay tres cosas que no se pueden ocultar, el humo, el amor y el dinero”.
Doble pérdida para los padres: sus hijos… y la justicia, por parte de las únicas autoridades a las que pueden recurrir. ¿Cómo pueden los muertos defenderse ante “investigaciones tan certeras”?
¿Qué les queda a los padres y familiares ante tal impotencia? ¿Qué le queda a las Autoridades?
Sinceramente si fuera la procuradora de justicia, me daría pena y vergüenza ver que más del 60 por ciento de la población no cree en mi, además de que al parecer mi líneas de investigación no son correctas. Y entonces… ¿las cámaras en las calles? ¿los asesores con sueldos increíbles en materia de seguridad? ¿los aparatos de intervención telefónica?... ¿No son suficientes?
Aunque si fuera el crimen organizado, créame también me daría coraje, ¡Todo Yo!, que fácil es echarme la culpa de todos los males habidos y por haber.
Hoy, Notiver sufre la pérdida de sus hijos Milo y Yolanda; hoy Notiver clama justicia como cualquier padre que ha perdido a sus hijos, a sus queridos hijos que cobijó desde sus primeros pasos en el ámbito periodístico.
Desgraciadamente en Veracruz, los demás medios actúan indiferentes al dolor ajeno, tal como aquellos padres que aún tienen a sus hijos consigo, ¿por miedo? ¿precaución? ¿complicidad? o porque simplemente no les ha tocado sufrir por la pérdida de un ser querido.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), México es el país más peligroso para ejercer el periodismo en el Continente Americano, entonces ¿en qué lugar queda Veracruz?
Al parecer nos ha llegado la autocensura como en los estados de Chihuahua, Coahuila, Durango, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Sinaloa y Tamaulipas.
Pero me queda la duda, pues si en Veracruz no pasa nada ¿Por qué a todos los que matan se le vincula con el crimen organizado? No sería más bien ¿la organización de un crimen?
En fin, no me queda más que cuidar mis espaldas, pues en un descuido hasta paso a formar parte de las estadísticas del crimen organizado.

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