¡Renuncie!

Salvador Muñoz
Los Políticos

El silencio es también una forma de complicidad.
Ahora fue un matrimonio, una periodista, un columnista, un transeúnte, y por fortuna, usted o alguno de sus parientes, su esposa(o) o hijo, no recibió daño alguno.
El callar es también una forma de corrupción.
Es evidente que la actuación de nuestras autoridades es ineficiente, es rebasada o simplemente no existe.
Si es ineficiente es porque quizás hay un inepto quien manda...
Si es rebasada, pues que renuncie y dé paso a alguien que en verdad quiera trabajar por los ciudadanos y no amase fortuna cada año que pase, cada trienio que ocurra, cada sexenio que transcurra porque eso no es ser servidor público...
Si no existe actuación de nuestras autoridades, ¿por qué lo siguen permitiendo?
La omisión es también una forma de delinquir.
¿Quién permite la ineptitud en un Gobierno donde es más fácil señalar, culpar, lavarse las manos, que trabajar?
¿Cómo podemos confiar en un sujeto que ostenta caserones, inventa un medio de información y se presume padrote de giros negros?
¿Con qué cara puede salir a hablar de justicia y ley cuando es evidente que la única que conoce es la Ley del Más Fuerte?
La unión es también una forma de luchar contra la Injusticia.
Una sola voz, un solo reclamo, una sola lucha, un solo interés, una sola palabra, un solo verbo, un solo objetivo, un solo ideal, un solo clamor, un solo grito, una sola expresión, una sola demanda... ¡Renuncie!
Yo me sumo a esa petición.
No tengo nada en contra del sujeto, sino de lo que representa pues evidencia mentira, difamación, calumnia, ¿y por qué no? corrupción, desvergüenza, cinismo e ineptitud.
Yo me sumo a esa petición... ¡Renuncie!
Y ojalá los periodistas, los reporteros, los que de verdad aman esta profesión, hagan igual suya esta demanda. Hoy fue ella... ayer fue él... mañana es seguro en un estado inseguro, que puede ser cualquiera de nosotros. Entonces, ¡vamos! alcemos la voz, una sola voz, que si bien no ha de resolver nada, al menos quitará una mancha en una institución que representa Justicia y hoy menos que nunca, es seguro que es lo que menos hay.
Madres de desaparecidos; padres de asesinados; jóvenes violadas; hermanos de drogadictos; parientes de atropellados... sean una sola voz: ¡Renuncie!
Y que también se unan a ese clamor quienes tienen la certeza de que su pariente, el que está en la cárcel, es inocente, y pídanlo, exíjanlo, demándelo: ¡Renuncie!
Todas los Milos, los Olguín, los Artemio, las Yolandas, los doctores, las enfermeras, los ingenieros, a quienes sembraron armas, a quienes “involucraron” en el Crimen Organizado para hacer más fácil su trabajo, griten hoy, mañana y siempre: ¡Renuncie!
No esperen a que sea usted, su hijo, su familiar, su amigo...
Vaya, si tiene valor civil, si tuviera un poco de vergüenza, si quisiera un poco a Veracruz y dejara de ser un menos egoísta, debería de asumir dignidad, ser hombre y renunciar, y no esperar a que cada mañana, por el resto de sus días, las voces de a quienes acusa tan a la ligera, retumben en sus oídos en una sola voz, un solo reclamo, una sola lucha, un solo interés, una sola palabra, un solo verbo, un solo objetivo, un solo ideal, un solo clamor, un solo grito, una sola expresión, una sola demanda... ¡Renuncie!

PD Una cita que ya es impostergable, me lleva a un consultorio por lo que me veo obligado a ausentarme durante un largo rato por estos lares. Espero que cuando regrese, muchas sean las voces que opaquen mis palabras. Espero que cuando retorne, haya más ciudadanos despiertos y ávidos de justicia, de paz y mucha voluntad. Espero que cuando esté de vuelta, mi pueblo haya entendido que no tiene por qué dar “Gracias” a un gobernante, sea municipal, estatal o federal, por una calle, porque haya agua, porque genere empleos... señores, entiendan: ¡ésa es su chamba! agradecidos deben estar ellos con nosotros porque les dimos el voto... y como McArthur: ¡Volveré! ánimo Veracruz...

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