domingo, 14 de agosto de 2011

A 400 Pueblos y Fredepo, alfombra roja; a estudiantes, garrote

Raúl Abraham López Martínez*
Coyuntura Política XXI

Uno de los mecanismos políticos que ha privilegiado el PRI en Veracruz para sostener sus redes de alianzas ha sido el de cultivar y tolerar a un amplio directorio de grupos de presión.
Este mecanismo político funciona a partir de consentirle a estos grupos hacer lo que quieran siempre y cuando en los procesos electorales le sean serviles al PRI.
La mayoría de estos grupos se encuentran articulados en sus redes tradicionales de control político, CNC, CNOP, CTM, CROM, y demás grupos corporativos.
Lo anterior le ha permitido al PRI tener el control de las organizaciones que se encuentran adheridas a su estructura partidista. Instituyendo un espacio de mediación para el acceso a recursos políticos, materiales y económicos provenientes del gobierno estatal.
Por lo general, estas organizaciones han aceptado supeditarse al PRI para acceder a estos recursos, sin embargo hay otro tipo de grupos de presión que han buscado tener una relación directa con el gobierno estatal.
Los 400 Pueblos y la FREDEPO son un buen ejemplo de este tipo de organizaciones cuya relación con el gobierno estatal de Veracruz se ha dado de manera directa.
Como sucede con este tipo de grupos de presión, los acuerdos y beneficios que logran obtener de las instancias de gobierno no forman parte de un proyecto político que representen, o el de una demanda social legitimada por un sector de la población.
Lo que obtienen es el resultado de distintas acciones de presión dentro de las que se incluyen: a) amenazar al PRI de apoyar a otros partidos en las elecciones; b) amenazar y tomar las calles, c) el uso sistemático del chantaje político como ejercicio de presión para lograr sus fines.
Precisamente de lo anterior es que deviene el término de grupos de presión.
A partir de este marco, se entiende el por qué el gobierno de Veracruz ha tolerado que el grupo de encuerados invada cuando se le pegue la gana a la Ciudad de las Flores, con demandas como la que recientemente mostraron en contra del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, demandas que carecen de relación con el entorno Veracruzano.
Se entiende esta tolerancia a los encuerados de Cesar del Ángel porque en la campaña de gobernador este grupo formó parte de una amplia estrategia de guerra sucia para mermar la presencia de los candidatos opositores a Javier Duarte.
La FREDEPO es otro grupo experto en el chantaje político, es del dominio público que en el período de Fidel Herrera Beltrán la autoridad les permitió invadir terrenos de la reserva territorial de Xalapa. Se mueven en las colonias más marginadas y en donde pueden prometen terrenos o servicios para los colonos a cambio de ir a presionar a las autoridades en turno.
Insisto, este tipo de grupos carecen de un proyecto político que les permita constituirse como organizaciones que realmente representen algo, su función se reduce a beneficiar a sus respetivos “lideres”.
Para estas organizaciones el gobierno “Próspero” de Veracruz en distintas ocasiones les ha tendido la alfombra roja.
En una situación distinta se encuentran en este momento el movimiento estudiantil que se ha pronunciado en contra del aumento al precio del transporte público. Como este movimiento no se encuentra supeditado al PRI y tampoco forman parte de las huestes de Cesar de Ángel, el gobierno se ha negado en tomar en cuenta los siete puntos de su pliego petitorio. Un pliego que en resumidas cuentas le encuentra solicitando al gobierno estatal un diálogo público para dar marcha atrás al aumento al transporte.
A ellos les han negado la posibilidad de tomar en cuenta sus demandas, y en respuesta han enviado a la FREDEPO para llevarlos al delicado escenario de la provocación y la división del movimiento estudiantil.
Dando la pauta para que el secretario de gobierno Gerardo Buganza señalará a los estudiantes de “violentos” y de ser los responsables de actos vandálicos.
Con estas declaraciones la estrategia política es clara: el gobierno estatal solamente se encuentra dispuesto a solapar a sus grupos de presión que acuden al Palacio de Gobierno para cobrar sus facturas políticos, pero cuando se trata de una demanda legítima de estudiantes van a tener que enfrentarse a la infiltración y la amenaza del poder público.
Vengan estas líneas en solidaridad con los comprometidos y valientes estudiantes que han decidido alzar su voz en representación de la mayoría de los veracruzanos, que día con día, tenemos que lidiar con las mafias del transporte que han secuestrado por completo nuestras calles.

*Director de la Revista Digital Independiente Voz Universitaria www.vozuniversitaria.org.mx raul@vozuniversitaria.org.mx facebook.com/raul.lopezmartinez

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