jueves, 18 de agosto de 2011

Discusiones por dinero

Brenda Caballero
Números Rojos

Tuve la suerte de trabajar muy joven, más bien el infortunio de la no fortuna monetaria. Todavía no cumplía la mayoría de edad cuando fue necesaria mi incorporación al campo laboral para solventar mi economía y la de la casa. Recuerdo que mi sueldo como verificador de un programa de Sedesol apenas si alcanzaba para apoyar a una madre soltera y a una hermana tres años menor que yo, ¡ah! y a los abuelos, pues no se pueden pasar desapercibidos cuando mi residencia oficial era su casa.
Eran tiempos difíciles, bueno, aún lo son pero esos años eran más críticos. Constantemente los escuchaba discutir y discutir por dinero, aunque he de reconocer que eso sucede hasta en las mejores familias. Lo único que cambia son los centavos por millones.
Mi juventud no fue tan fácil como hubiera querido pues tuve que adaptarme al rol de proveedor; sin embargo, reconozco que mi madre sabía estirar mi sueldo mensual milagrosamente, al grado que mi hermana y yo siempre comimos, vestimos y estudiamos, aunque salir a divertirnos no era para nosotras, ¡eso era un lujo!
Sin lugar a dudas, es muy posible que ese pasaje de mi vida acompañado de múltiples necesidades y discusiones económicas hayan marcado mi vida… ¡Soy contadora y odio discutir por dinero!
Bueno, no a todos nos gusta evitar discusiones, algunos las hacen públicas, políticas y hasta con reflectores, pues hay que llamar la atención… son tiempos electorales y hay que sumar votos y recursos.
Por supuesto que me refiero a Humberto Moreira, presidente nacional del PRI, quien pide más recursos para los estados en 2012 y a los que el Gobierno Federal panista se resiste a dar.
Ni tardo ni perezoso, Juan Molinar Horcasitas, secretario de Acción de Gobierno del PAN, se le enfrentó diciendo que los estados ejercen más recursos fiscales que la federación, algo así como un 80-20… sólo faltó que subieran a un ring de RAW y se enfrentaran tipo Jon Cena y Alberto del Río.
Pues hasta los trapos de los estados salieron a relucir, más bien sus deudas, pues según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el total de deuda asciende a más de 38 mil millones de pesos, de los cuales el 55 por ciento lo acaparan 5 estados: Jalisco, el Estado de México, Nuevo León, Baja California y Veracruz.
Ahora que los municipios no se quedan atrás… también tienen sus trapitos endeudados como es el caso de Tijuana, Monterrey, Guadalajara, Benito Juárez, Nuevo Laredo, San Nicolás, Tonalá, Mexicali, Ecatepec y Querétaro. En ellos se concentra 31% del total de la deuda municipal.
Aunque vale también la pena señalar que no todos los estados se endeudan pues Tlaxcala hasta junio no presentaba débitos.
Lo que sí es cierto es que los temas económicos ya entraron en materia política, pues hasta el que menos sabe de economía y finanzas, levanta el dedo para que el pastel lo repartan equitativamente.
Lo chistoso de todo esto es que a menos de un año de las elecciones federales, estados, municipios y partidos políticos ya andan casi casi de la greña, entre dimes y diretes y todo por dinero. ¿Será que andan ya en precampaña?
Mientras tanto, esas herencias malditas serán como para cinco u ocho administraciones si no es que reestructuran su deuda y cumplimos medio siglo pagándola.
Lo más triste es que nuestros políticos y autoridades no se dan cuenta que con esos pleitos de lavadero no adquieren simpatía de la población, que ya sabe que estamos endeudados hasta el cuello. Más bien está decepcionada, molesta y enojada porque los salarios no alcanzan ni pa comer. ¿A quién le importa las deudas de los estados, municipios y organismos o las discusiones de los políticos por el presupuesto y las participaciones federales?
Sinceramente la preocupación del señor o la señora de la casa es que le alcance para su familia y sobre todo evitar discusiones por dinero.

caballero_brenda@hotmail.com

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