lunes, 15 de agosto de 2011

Un domingo

Iván Barradas Arroyo
Relevo Largo

El sábado por la tarde recibí la llamada de un amigo invitándome a asistir al tercer juego de la serie de play offs entre los Tigres de Quintana Roo y los Rojos del Águila de Veracruz, a lo que obviamente le contesté: “Déjame pedir permiso”. El permiso se tramitó sin trabas burocráticas, teniendo yo que levantarme el domingo temprano para comprar la despensa en el súper, tender camas y dejar lavados los trastes.
Pasaron por mí a las 16:30 horas, y desde que me subí en la camioneta, comenzó la emocionante sensación que tienes cuando vas a un juego de pelota.
Empezó la conversación y obviamente hablamos de béisbol. El primer tema fue acerca del roster del Águila y del gran bateo que posee. Analizamos a los abridores de la tarde, y llegamos a la conclusión de que Tomás Solís es muy bueno y que la directiva de Minatitlán perdió al dejarlo ir.
Luego se tocó el tema de la Liga Invernal Veracruzana, que es todo un enigma, algunos dicen que si, otros dicen que no, otros dicen que quién sabe. Y a continuación mis dos reflexiones en relación a la LIV.
En los años anteriores, la directiva del circuito estatal tuvo muchos problemas cuando se sobrepasó la cifra de ocho equipos. En el año 2010 hubo 12, de los cuales, realmente competitivos sólo eran seis, a mitad de la temporada dos de ellos salieron por la puerta chica. Por eso, el número mágico para esta liga es de ocho.
Los equipos no deberían depender al 100 por ciento del Gobierno. Si cada directiva tuviera un buen trabajo de promoción y patrocinio, podrían ser cada vez más autónomos.
La plática siguió y llegamos al Parque Beto Ávila. Al entrar, me dio mucho gusto verlo totalmente lleno, y es aquí donde me río cuando las televisoras dicen que el béisbol no tiene rating, siendo Veracruz una plaza que reportó 186 mil 818 aficionados que asistieron al parque durante la temporada regular.
La primera opción para sentarse fue a la altura del jardín izquierdo, pero después de media entrada encontramos un espacio atrás de home.
En el estadio vi muchas familias y es por esto que sigo creyendo que el béisbol es un deporte ciento por ciento familiar. Dentro de las personalidades que vi fue al volovanero con tres canastas llenas para vender; al famoso Bigotes y sus rifas; además del Tortero y su clásico grito de: “Tortas tortas, coman bueno; bueno regular”.
El juego fue un partidazo, Tomás Solís salió inspirado, permitiendo sólo cuatro imparables, aunque la victoria fue para Héctor El Choco Navarro y el salvamento fue para el dominicano Julien Peguero, las cuatro carreras que anotaron los Rojos fueron producto de mismo número de vuelacercas.
Víctor Díaz, Marco Bobadilla, José Orozco y Jorge Guzmán sacaron la pelota del parque. Mientras que por los felinos la anotaron Carlos La Chispa Gastelum, Raúl Barrón y Jaime Trejo con cuadrangular solitario en la novena entrada.
Por otra parte los Sultanes de Monterrey forzaron a un sexto juego, al ganar a los Diablos por pizarra de 10-4. El pitcher ganador fue Walter Silva, mientras que fue derrotado Roberto Metralleta Ramírez. Con esto la serie regresa al Foro Sol este martes; en la lomita estarán, por los pingos, el dominicano Nerio Rodríguez (1-1 1.50), y por los regios el norteamericano Dan Serafini (1-1 13.50).
Y recuerden, ya lo dijo Yogi Berra: “¿Pensar? ¿Cómo diablos se puede pensar y batear al mismo tiempo?”.
Hasta la próxima.


ivanbarradas@yahoo.com.mx

Twitter: @ivanbarradas

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