El villano

Salvador Muñoz
Los Políticos

Este trece de septiembre se tiene programada una marcha por la paz en Veracruz organizada por dos organizaciones simpatizantes de Maruchi Bravo y Gilberto Martínez.
Ha de pensar el lector en el clásico “¡Ya chole!” con el tema, pero es innegable que quien dio la pauta para mantenerlo vigente fue el mismo procurador.
La plática entre amigos se cierne en un punto: Es más fácil detener a dos twitteros que a quienes matan, balacean, queman, lanzan granadas o asaltan.
Leo en Agencia Informativa Veracruzana que se conformó un movimiento de twitteros llamado Libertad de Expresión del Pueblo y para el Pueblo encabezado por Sofía Blanco Pérez.
La intención de este movimiento es, dice Sofía, “hacerse escuchar por las autoridades para que sea respetada la libertad de expresión a través de las redes sociales, ya que éstas son de índole privado y no pertenecen a ningún órgano de gobierno y por lo cual no tienen injerencia en las mismas”.
En pocas palabras, a lo que me refiero, es que en el ánimo popular, la medida tomada contra los twitteros Maruchi Bravo y Gilberto Martínez ha resultado contradictoria por cualquier ángulo que se le vea. Yo la llamo “exagerada”.
Por otro lado, leo a Gerardo Albarrán de Alba (coordinador general de proyectos especiales en el semanario Proceso y director de la revista electrónica Sala de Prensa, web para profesionales de la comunicación iberoamericanos), de quien tuve gusto de recibir clases, da su posición, en diez puntos, respecto al caso Maruchi y Gilberto aunque resumiré los últimos tres puntos que, a mi juicio, considero más interesantes:
Punto 8: “Para varios usuarios de las redes sociales, la condena en contra de los tuiteros es un atentado contra la libertad de expresión, incluso, muchos denunciaron que en este caso se ejemplifica el abuso de autoridad que se vive en el país. La comunidad de Twitter calificó a Duarte y todo el aparato de justicia de Veracruz como inquisidores pues en vez de garantizar la seguridad a sus ciudadanos condenaron a dos personas por informar de lo que acontece en la entidad”.
Punto 9: “Organizaciones internacionales como Artículo 19, RSF, AI, así como medios internacionales como Los Ángeles Times, Associated Press, Mashable, The Slate, The Next Web, CNN, Global Voices entre otros medios y blogs expresaron su preocupación e indignación por el caso. Reporteros sin Fronteras pidió la pronta liberación de los tuiteros veracruzanos pues 'esta inculpación es delirante, pese a la imprudencia de algunos mensajes difundidos por los acusados', señaló. La organización consideró que 'procesar a los usuarios de las redes sociales por actos de terrorismo constituye un exceso procesal'. Por su parte, el periódico español ABC publicó en su edición digital una nota titulada 'La guerra de los mundos, versión Twitter' en la que condenaba la sentencia a los tuiteros veracruzanos y comparaba el caso con el experimento de Orson Wells en el que por radio causó pánico en la población al alertar sobre una invasión extraterrestre”.
Punto 10: “El caso de los tuiteros mexicanos no sólo ha rebasado las fronteras sino que también ha provocado la indignación generalizada de los usuarios de las redes sociales y han creado una especie de campaña para pedir su liberación. Bajo el hashtag #verfollow, #twitterxslibres #libertaddeexpresion y #TWVeracruz, los tuiteros siguen paso a paso la situación de Gilberto Martínez Vera y María de Jesús Bravo Pagola. También bajo estas etiquetas han saturado la cuenta de Duarte con sus criticas y llamados. Amnistía Internacional también se sumó a la causa. La organización llamó a lanzar una 'acción urgente' en la que asociaciones humanitarias de todo el mundo participen 'para que hagan un llamado al gobierno del estado de Veracruz a reconsiderar el caso de Bravo Pagola y Martínez Vera', dijo en un comunicado. En un mensaje emitido por Rupert Knox, representante de AI, la organización recomendó dirigir mensajes al gobernador Javier Duarte, mediante servicio postal, vía telefónica o mediante correo electrónico”.
Y no son los únicos. El caso llegó al Congreso de la Unión donde en un trabajo de “Animal Político”, excelente página web, se entrevista a algunos legisladores veracruzanos, los cuales exponen sus puntos de vista.
Por ejemplo, está el caso de Antonio Benítez Lucho, quien fiel a su tapetismo, no quiso hablar del caso de los twitteros pues dijo que no estaba enterado del asunto.
Por su parte, la diputada Silvia Monge dijo que los 30 años de cárcel que las autoridades estatales piden para Gilberto Martínez y la periodista María de Jesús Bravo, por la presunta comisión de los delitos de terrorismo y sabotaje, deberían dárselos al ex gobernador Fidel Herrera, a quien culpó de la pobreza que se vive en Veracruz, no sin antes oponerse a la regulación del uso de las redes sociales.
El legislador Ricardo Ahued, casi en el mismo tono que la legisladora panista, aseguró que existe una gran responsabilidad por parte de las personas que utilizan las redes sociales, pero a diferencia de su paisana, se dijo a favor de analizar su adecuado uso. “Tiene que ser motivo de mucho análisis, de revisar su marco jurídico, de escribir del tema, porque estamos enfrentando situaciones que antes no veíamos”.
Y aunque no es veracruzano, Gerardo Fernández Noroña, uno de los legisladores que más interactúa con sus seguidores a través de su cuenta personal en Twitter, reconoció que fueron una “imprudencia los comentarios hechos por María de Jesús y Gilberto”, pero puntualizó que “de ahí a que sean acusados de terrorismo hay una brecha”.
A mi juicio, lo he dicho y no me cansaré de repetirlo: Fue premeditada la acción de las autoridades estatales y aquí, sea el resultado que sea, sólo habrá un perdedor y les aseguro que no es la gente que fue acusada de terrorista... ellos pasarán a ser mártires, así que ya sabe quién es el villano, les den libertad o cárcel a Maruchi y Gilberto.

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