La Mayoría

Salvador Muñoz
Los Políticos

Hay algo que no me cuadra en la aprobación del delito de Perturbación del Orden Público.
Pareciera, por lo que manejan los medios de difusión (ya no creo que sean de información), que se debiera estar agradecido con el Gobernador por tal adición al Código Penal.
Y es que algunos ponen cosas como la que remito y omito la fuente por pena ajena:
“Integrantes de la Red Cívica Veracruzana se manifiestan ante diputados durante la sesión extraordinaria que votarán (sic) la nueva ley de perturbación del orden público. Ellos están a favor de los twitteros encarcelados por difundir mensajes que aterrorizaron a veracruzanos”.
Respetable la percepción de cada quien pero no creo que Red Cívica Veracruzana esté a favor de la difusión de “mensajes que aterrorizaron a veracruzanos”... más bien deben de estar en contra del trato de “terroristas” que se les dio a Maruchi Bravo y Gilberto Martínez así como el proceso medio raro que le ha seguido a este caso.
¿Otro ejemplo?
En El Universal al menos cambiaron el titular que decía “Aprueban Ley a Favor de Twitteros” por “Sancionará Veracruz perturbación del orden vía Twitter”, aunque el contenido se mantuvo: “En medio de una larga e intensa discusión legislativa, la mayoría priísta del Congreso de Veracruz aprobó una reforma al Código Penal y creó el delito de ‘perturbación del orden público’, mediante el cual el gobierno estatal busca ayudar a dos cibernautas acusados de terrorismo y sabotaje al aplicárseles una pena menos severa”.
¡Allí es donde tuerce el rabo la marrana! (sin alusión personal para nadie).
¿Por qué el Gobierno estatal busca ayudar a quien en primera instancia acusó de “Terrorismo”?
A mi juicio, es simplemente un caso de arrogancia.
¿Por qué?
Porque nos cuesta a todos a veces aceptar nuestros errores y, siempre, desde mi punto de vista, considero que la actuación del fiscal del Estado fue precipitada en cuanto a los señalamientos, no en la operación para la detención de dos personas. Ojalá esa misma prestancia que le dieron a Maruchi y Gilberto, se la dieran a los secuestradores, asesinos, ladrones, violadores, extorsionadores.
El asunto fue la acusación que conforme el tiempo pasó, se reblandecía.
Para mí, los visionarios de la Procuraduría vieron que a nivel federal, era obvio que tarde o temprano su acusación caería.
Entonces, habría que buscar una salida decorosa, donde además de omitir su pendejez, se vieran magnánimos al grado de “utilizar” al mismo Gobernador.
Digo, si tan seguros estaban de que Maruchi y Gilberto habían cometido “Terrorismo”, pues simplemente se aplica la Ley, y sólo con su aplicación “podemos garantizar una sociedad más segura” (dixit Javier Duarte).
Pero, ¿por qué entonces crear un Delito para “ayudar” a inocentes que son señalados como presuntos culpables?
Hoy, pareciera que el Congreso aprueba leyes al vapor para resarcir pendejadas. Y digo “Aprueba” porque ni siquiera uno de los diputados de la mayoría puso a correr al Hamster en su cabecita... ¿para qué? Si la chamba es más fácil levantando el dedo o dejándolo abajo.
¿En serio piensan los medios de difusión (no de Información) que debemos dar gracias al Gobernador por esta adición al Código Penal llamada Perturbación al Orden Público?
Ojalá se hubieran hecho foros... ojalá hubieran llamado a la población a participar... ojalá nuestros gobernantes escucharan más al pueblo que al canto de las sirenas... ojalá un día haya un Congreso pensante por sí mismo, que entienda que a quien se debe es a la sociedad... ojalá un día desaparezca ese mal concepto de que porque la mayoría lo aprueba, está bien.
Facundo Cabral lo hubiera dicho mejor: los pendejos son Mayoría.

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