Más preguntas, que respuestas

Claudia Guerrero Martínez
Entre lo utópico y lo verdadero

“La ciencia humana consiste más en destruir errores
que en descubrir verdades”.
Sócrates

La falta de efectividad gubernamental estatal, ha logrado el aumento del miedo y psicosis colectiva. En la administración de Javier Duarte de Ochoa no existe un vocero oficial, quien explique y diga la verdad de cómo estamos, qué ocurre en el estado, cómo fueron los hechos, quiénes son los culpables, qué medidas realizará el Gobierno del Estado, entre otras preguntas. Y puntualizamos esto, por los recientes acontecimientos, en los cuales, siete taxis fueron quemados premeditadamente, en la capital del estado. Los sucesos iniciaron en la madrugada del pasado viernes 1º de septiembre del presente, con la ejecución de dos empleados del volante con armas de fuego, para luego, quemarlos dentro de las unidades de transporte. Además, un cuerpo de una persona no identificada, de sexo masculino, flotando en los Lagos del Dique, hechos que nuevamente conmocionan a la ciudadanía veracruzana. Mientras, silencio y más silencio por parte de la administración duartista… Silencio que a veces desespera… Serán nuevas cifras de crímenes impunes en este gobierno estatal fallido…
Intolerante y a su vez evasivo, Javier Duarte no da explicaciones. Y por qué hacerlo, si cree que el ser Gobernador le da la facultad de decidir qué informar y qué no a los veracruzanos. Error muy común entre la clase política, cuando se llega al poder. Además, es increíble ver a un Gabinete estatal atemorizado, pues si hablan con la prensa o aportan información de primera mano, están sentenciados a presentar su renuncia de facto. Todos están vigilados. Todos, están a prueba. Y lo acotamos, pues en reciente reunión, ciertos funcionarios estatales le hicieron observaciones al empleado de los veracruzanos, por estar “equivocado” en decisiones concretas de políticas públicas… Duarte, con actitud molesta, sólo miró a uno de sus subalternos, diciéndole: “Por eso, te voy a mandar como diputado federal”, provocando “mutis” entre los presentes… Ya no hubo reclamos, ni acotaciones… Sólo obediencia y bajo perfil de ahora en adelante, pues ya no quieren más gritos y regaños del jefe, en sus celulares Blackberry Nextel rojos…
Han pasado varios días de los sangrientos acontecimientos, que han estremecido al gremio de taxistas y no hay un reporte oficial concreto, por parte del Gobierno del Estado. Nadie quiere dar la cara. Es más, ni el mismo Duarte, quien además de ser Mandatario Estatal, es su propio vocero oficial. Error, para alguien sin experiencia política, pues cada vez que habla, asegura, acota, puntualiza, abrevia, deja más confusión e incertidumbre entre la colectividad…Peor cuando la situación de los taxistas es precaria y ahora con el ocurrente programa “Un día sin taxi”, va a enmascarar el próximo otorgamiento de miles de concesiones en varias ciudades en el estado en los días por venir…
Y sobre el auto de formal presión de Maruchi Bravo Pagola y Gilberto Martínez Vera: Es una locura… Acusar a twitteros por terrorismo y sabotaje. “Planear y orquestar psicosis” es parte del argumento de las autoridades y muestra la intolerancia de este gobierno estatal tambaleante. Censura por aquí y por allá, al no tener el control y mando del barco llamado Veracruz. El poder se le está saliendo de las manos a Duarte y no me extrañaría la influencia e intervención de una “Mano Negra”, en esta desestabilización, por traiciones e incumplimientos de palabra. ¿Y quiénes pagan?, pues Maruchi y Gilberto, quienes sólo fueron cajas de resonancia ante una ciudadanía desesperada por conocer y estar informados del estado que guarda nuestra entidad federativa. Ahora, ante una sobrada confianza de los abogados de los twitteros, que derivó este error, en el auto de formal prisión, hoy deben actuar rápido y contundente, pues el mínimo error, puede costarles a Maruchi y a Gilberto su libertad por varios años… Dejar los reflectores mediáticos a un lado y estudiar el caso a fondo, pues en este vergonzoso suceso, con evidentes tintes políticos y de venganza personal, la ley se debe imponer ante mezquinos intereses de políticos resentidos…
A todo esto, tenemos más preguntas, que respuestas… Por qué negar que sí hubo un operativo militar en el Puerto de Veracruz y Boca del Río, el 25 de agosto del 2011, teniendo como testigos, decenas y decenas de habitantes, quienes aseguran haber visto helicópteros de la Marina sobrevolando muy bajo por la zona conurbada y camiones llenos de militares en las principales calles de estos importantes municipios... Por qué “imponer” como vocero del estado a Gerardo Buganza Salmerón, Secretario de Gobierno, para dar explicaciones a los medios de comunicación estatales y nacionales sobre el auto de formal prisión de los dos twitteros veracruzanos, sin poder sustentar jurídicamente estas retenciones, además de ventilar su desconocimiento en materia jurídica, pues recordemos que Buganza no es abogado, sino ingeniero industrial y pasante en administración de empresas…
¿Quién gana, con que le vaya mal a Veracruz?... ¿Quién, a su opinión inteligente lector, tiene la culpa de que el estado esté de cabeza?

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