miércoles, 28 de septiembre de 2011

Mujer contra mujer


Salvador Muñoz
Los Políticos

Las fotos y el video evidencian no otra cosa más que muestras de cariño y afecto.
Me refiero al “boom” que sacudió ayer las redes de twitter, facebook y la página de Carlos de Jesús Rodríguez, “Gobernantes”, al exhibir una serie de gráficas y una grabación, al parecer ésta última, de un cumpleaños.

Nada tienen de especial
dos mujeres que se dan la mano
el matiz viene después
cuando lo hacen por debajo del mantel


De inmediato, me llovieron preguntas y señalamientos, siendo entre éstas, la más suave, “¿cómo ves?”
Mi respuesta a las fotos, es que exhiben cariño, afecto, amor. No más.
Con relación al video, son los mismos sentimientos.

Un amor por ocultar
aunque en cueros no hay donde esconderlo
lo disfrazan de amistad
cuando salen a pasear por la ciudad


Vaya, en pocas palabras, soy de la idea de que cada quien puede hacer de su cola un papalote y empinarlo a donde quiera.
Es evidente, insisto, el afecto, cariño, aprecio y amor que se tienen Elizabeth Morales y Shariffe Osman. A nadie le hace daño ello. Es más, cariño como ése da gusto ver.

Una opina que aquello no está bien
la otra opina que qué se le va a hacer
Y lo que opinen los demás está de más...


Vamos, creo que tenemos que dar un paso como sociedad y entender que el amor es lo más sano que podemos tener en una época en que si no hay balaceras o muertos, hay persecuciones.
Mucho nos debe de alegrar si Marcelo quiere a Marcos, si Fito quiere a Aldo, si Neme quiere a su muchacho, si Ely ama a su Shariffe. Insisto: Es un sentimiento sano, bello, bonito y perdóneme, no hay “pero” que se le pueda poner a una relación donde impera el amor.

No estoy yo por la labor
de tirarles la primera piedra
si equivoco la ocasión
y las hallo labio a labio en el salón


Donde sí tengo mis dudas es en lo siguiente:
Dejemos afuera a Elizabeth y a Shariffe. Metamos a la presidenta municipal de Xalapa y a su secretaria particular. Ambas, entidades públicas, funcionarias, servidoras.
Una de ellas, por encima de la otra en términos de jerarquía. La otra, bajo las órdenes de la de arriba.
Una de ellas, de cierto modo, patrona, jefa, mando superior. La otra, empleada, subordinada, secretaria particular.

Ni siquiera me atrevería a toser
si no gusto ya sé lo que hay que hacer
Que con mis piedras hacen ellas su pared


Disculpen, pero lo afectivo y lo efectivo es una mezcla peligrosa. Insisto, cada quien hace de su cola un papalote pero las fotos evidencian algo más que amistad y para mí, si hay que criticarle algo a la presidenta municipal (conste, no a Elizabeth Morales) es el “nepotismo” en que incurre al no poder separar lo afectivo de lo efectivo porque es evidente que su secretaria particular gana por partida doble.
Y del amor, a ése hay que gozarlo, disfrutarlo, cuidarlo... ¡pero no tanto para llevarlo al trabajo!

Quién detiene palomas al vuelo
volando a ras de suelo
mujer contra mujer


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