domingo, 18 de septiembre de 2011

Tres momentos clave de la Universidad Veracruzana

Raúl Abraham López Martínez*
Coyuntura Política XXI

Cuando se menciona el nombre de la Universidad Veracruzana en el plano estatal, se hace referencia a la más fuerte institución de educación superior en el estado de Veracruz. En el plano nacional la UV, sus estudiantes, egresados, profesores e investigadores, gozan de un prestigio ampliamente reconocido por la mayoría de las universidades incluyendo a la propia UNAM.
Igualmente es importante reconocer, que en un contexto de crisis de las instituciones públicas de Veracruz, marcada por más de 70 años del mismo partido en el poder que ha sumido a la administración pública en el saqueo de los recursos públicos en beneficio de una minoría identificada con el PRI. La Universidad Veracruzana ha logrado colocarse en el escenario nacional como una de las instituciones públicas de educación superior de mayor estabilidad y solidez.
Esta estabilidad y solidez expresada en la gobernabilidad democrática que se vive en los espacios de la Universidad Veracruzana ha conllevado un amplio y complejo proceso político no exento de tensiones, conflictos y contradicciones.
Dentro de este amplio proceso de consolidación universitaria se pueden ubicar tres momentos clave que se encuentran articulados con las siempre cambiantes tendencias políticas, sociales, económicas, científicas y tecnológicas, tendencias propias de la convulsionante modernidad.
El primer momento lo podemos ubicar del periodo que abarca del 28 de agosto de 1944 al 30 de noviembre de 1996.
Este periodo inicia a partir de la fecha de publicación del Estatuto Orgánico de la Universidad Veracruzana y concluye en el momento en que fue expedida la Ley de Autonomía de la Universidad Veracruzana.
En términos políticos, este periodo de tiempo se encuentra contextualmente identificado por la relación de subordinación de la UV ante el Poder Ejecutivo Local.
Esta relación de subordinación del espacio universitario implicaba que la universidad era dirigida desde la cúspide del poder político de Veracruz en calidad de un privilegiado coto de poder.
De tal manera que durante 52 años identificados con el viejo régimen los rectores de la Universidad Veracruzana fueron prácticamente designados por el gobernador en turno.
Un segundo momento se encuentra definido en la puesta en marcha de la Ley de Autonomía, durante la ruta final del rectorado de Emilio Gidi Villareal y la designación del primer rector de la autonomía universitaria de la UV: Víctor Arredondo Álvarez (1997).
Este status jurídico y político de la UV, permitió iniciar una serie de reacomodos al interior de la universidad y al exterior se fueron creando las nuevas pautas para relacionarse con los poderes del sistema político veracruzano.
En la actualidad, bajo la conducción de Raúl Arias Lovillo, la UV se encuentra viviendo su tercer momento clave. Este momento ha tenido la peculiaridad de que han sido los propios universitarios los que se encuentran definiendo el presente y futuro de la Universidad Veracruzana.
Recurriendo a los órganos de gobierno y a los foros universitarios, los miembros de la comunidad universitaria han emprendido el reto de ser ellos mismo los responsables de conducir la UV.
Este rol de protagonistas se ha logrado acrecentar debido al interés en ejercer la autonomía a la par de la intensiva academización universitaria conducida por Arias Lovillo.
Sin la autonomía y sin la academización universitaria, difícilmente se podría imaginar que una universidad subordinada al poder político tuviera la posibilidad de adaptarse al cambiante mundo del siglo XXI.

*Director de la Revista Digital Independiente Voz Universitaria www.vozuniversitaria.org.mx raul@vozuniversitaria.org.mx facebook.com/raul.lopezmartinez

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