$8,800 millones, nada cubrenMarco Antonio Aguirre Rodríguez
Místicos y Terrenales
Pues bien, entonces, con la información existente hasta ahora es falso que el Gobierno del Estado de Veracruz vaya a pagar todas las deudas que tiene con proveedores y prestadores de servicios, que se vaya a iniciar el próximo año con finanzas sanas.
Así pues, quien le dio esa información al Gobernador Javier Duarte de Ochoa, le mintió, y lo llevó a realizar la declaración donde acusa de “agoreros del desastre” a quienes rechazan que se vaya a iniciar el próximo año con finanzas sanas.
Faltan menos de 10 días para que termine el año.
Tan solo para cubrir adeudos por los anunciados 8 mil millones de pesos que supuestamente se van a ahorrar (así, en futuro, si es que se hace la reestructuración) se deberían de tener largas filas de acreedores formados en la Secretaría de Finanzas o tendrían que estarse haciendo varios miles de cheques, por lo menos.
Pero en la Sefiplan el único movimiento que se ve es el de los acreedores que dan vueltas y vueltas esperando que algo les den, para por lo menos pasar adecuadamente el fin de año.
Y otros que también llegan por la Sefiplan son quienes fueron despedidos sin liquidación alguna, con la esperanza de que les toque un poco de algo, cuando los dejaron en la calle con una mano atrás y otra adelante.
Pero no puede haber orden, cuando ni siquiera se tiene definido el tamaño del desorden.
Primero, ¿de cuánto es la deuda no bancaria del Gobierno del Estado?.
Nadie lo sabe.
Sobre todo porque la Sefiplan y la Contraloría del Estado se han dedicado a desacreditar los adeudos que varios proveedores presentaron (aunque sí hubo algunos que quisieron pasarse de listos al ritmo de “a río revuelto, ganancia de pescadores”).
A mediados de abril de este 2011, cuando la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) estaba en plena campaña evidenciando los subregistros de deuda de los gobiernos estatales, el entonces jefe de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas de esa dependencia, Carlos Alberto Garza Ibarra, aseguró que Veracruz era uno de los tres estados que tenía un fuerte problema de deuda a corto plazo, junto con Nuevo León y Quintana Roo.
En ese entonces el llamado pasivo a corto plazo -o pasivo circulante como lo nombró el Secretario de Finanzas y Planeación del gobierno del estado de Veracruz, Tomás Ruíz González- se mencionó en 16 mil 200 millones de pesos, según aseguró el mismo funcionario estatal. Su característica hace que al menos de forma contable, se les deba cubrir en este año.
Y desde esa fecha nada se ha pagado, con lo cual la deuda está intocada.
A menos que se demuestre lo contrario.
Así pues, nunca, 8 mil 800 millones de pesos servirán para cubrir 16 mil 200 millones de pesos.
A menos que se desconozcan deudas y otras se compren a la mitad.
Pero además, ¿de dónde van a salir esos 8 mil 800 millones de pesos?.
La reestructuración de la deuda se aprobó desde agosto, pero nada se ha podido concretar porque las instituciones financieras reclaman mayores garantías de pago ante la baja calificación crediticia que tiene el estado.
Así pues, ante este panorama es muy probable que el Gobierno del Estado de Veracruz llegue a finales del 2011 con una deuda compuesta, por 22 mil 566 millones 800 mil pesos que tiene registrados la Secretaría de Hacienda como deuda ante instituciones financieras, más la deuda de corto plazo reconocida por Tomás Ruíz desde abril en 16 mil 200 millones de pesos.
Por cierto, el 16 de diciembre se venció un crédito obtenido de Banca Afirme, en un préstamo a corto plazo, adquirido el 13 de diciembre de 2010, que tenía como fuente de pago un fideicomiso que afectaba al 8 por ciento de las participaciones federales que recibió el Gobierno del Estado mientras duró la deuda, con la anotación además de que “en ningún caso dicha cantidad pueda ser inferior a $110 mdp (110 millones de pesos) en forma mensual”.
El Congreso del Estado autorizó este crédito para inversión pública productiva y para “reducir la estacionalidad de las participaciones federales sobre los pagos a proveedores de la misma”.
¿Qué obra pública se hizo con este recurso?.
Imposible saberlo, porque la Sefiplan no lo desglosó en el Informe de Gobierno, y los diputados locales ineficientes o corruptos (¿qué será peor?) nada hicieron por saber del destino de estos recursos.
Si usted puede, pregúntele a un diputado del PAN, del PRD o del PANAL sobre este flujo de recursos en particular y verá que la respuesta es “no sé”.
Y este crédito es parte, precisamente, del monto autorizado a reestructurar, que era por sólo 12 mil 600 millones de pesos. Entonces, ¿de dónde va a salir el ahorro de los 8 mil 800 millones de pesos de la reestructura de la deuda?. El decreto número 289, que es el correspondiente, se publicó con fecha del 5 de agosto de 2011.
En ese decreto también se habla de “la contratación de endeudamiento para hacer frente a las obligaciones con terceros pendientes de pago, derivadas de la ejecución de obras, contratación de servicios y adquisición de bienes, hasta por un monto de $17,400'000,000.00 (Diecisiete mil cuatrocientos millones de pesos 00/100).
Así pues, la deuda por pasivo circulante se calculaba en 17 mil 400 millones, y no en 16 mil 200 millones, como dijo Tomás Ruíz, con lo cual en la suma simple de esta cantidad y los 22 mil 566 millones 800 mil pesos contratados con los bancos se tiene un total de 39 mil 966 millones 800 mil pesos:
Poco menos de 40 mil millones de pesos.
Con estos montos de rezago financiero, ¿cómo se podrá iniciar el 2012 con finanzas sanas?.
¿Dónde está el beneficio para los terrenales?
AGUA QUE FLUYE
CENA DE A $5,000.00.- Cuentan que un funcionario de una dependencia, ubicada en Xalapa, por la salida a Banderilla, sin ser el titular de la Secretaría, una noche llegó a un lugar de moda en Xalapa, acompañado.
Pidieron “algo” para cenar y una primera botella de un vino “regular”, de a más de mil pesos la botella.
Cuentan que pidieron la segunda y otras bebidas.
Dicen que la cuenta andaba por los 5 mil pesos.
Aseguran que el funcionario muy ufano pidió la factura de consumo para que la cubriese la Secretaría, como gastos de representación.
¿Será verdad esto?.
Cinco mil pesos es el sueldo mensual de algunos empleados de esa dependencia gubernamental.
Y gastarse esas cantidades en una cena (¿romántica o de negocios?) con cargo al erario, como que va en contra de cualquier programa de austeridad.
¿O las restricciones solamente son para los demás, más no para este funcionario prospero?.
Porque, no todos somos iguales:
Hay los místicos y habemos los terrenales.
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