Fernando Hernández Fernández
El Marcaje
A todos nos llega el tiempo de crisis en la vida. La famosa rueda de la fortuna siempre hace de nosotros lo que quiere y no hay forma en cómo detenerla. En algunos casos los bajones y las subidas son más estrepitosos que en otros.
Fueron realmente años gloriosos los de los Halcones UV Xalapa del 2003 al 2010. Vamos, fue un lapso largo en donde el equipo del nacimiento llegó a la madurez dando espectáculo y acostumbrando a ganar, dando muchos gustos a una afición que no conocía de estos espectáculos, mucho menos con triunfos de por medio.
Cuatro coronas nacionales, dos subcampeonatos continentales, dos finales perdidas en la LNBP fue un tiempo de noches inolvidables en El Nido.
Pero todo lo que sube tiende a bajar, y los que estaban en zonas inferiores ascenderán. El mejor ejemplo ha sido la revolución que han tenido los Halcones Rojos Veracruz y los Toros de Nuevo Laredo en este circuito mexicano.
Y obviamente, cuando los momentos de crisis se aparecen, servirán también como un medidor para el interior del equipo, ver de qué están hechos directivos, jugadores y cuerpo técnico; también es “normal” que rumores, desdichos, desmanes, circunden al grupo.
Pues bueno, la temporada pasada fue el primer aviso para la escuadra xalapeña, incluso, desde la anterior se dieron los primeros avisos y nadie los quiso ver. ¿Cómo olvidar esa mala decisión de la oficina de Halcones al traer a Néstor Rafael García al banquillo en el sitio de Andy Stoglin? Más porque el estadounidense había sido bicampeón y generó una especial identidad con el público.
Pero la moda del estilo de baloncesto que se veía en el mundo generó fichar al argentino, más después que la contratación de su paisano Fernando Duró se vino abajo repentinamente; entonces llegó un estilo sin espectáculo y que casi todo debía acabar en las manos de Leandro García-Morales para definir puntos.
El estilo casi cuesta la eliminación en semifinales hace dos campañas ante Cancún, pero vino el cese del Che y entró de bombero Ángel González. Él logró la hazaña de darle la vuelta a Pioneros y vencer a Veracruz para darle la cuarta estrella a los de la UV.
La siguiente temporada fue casi similar, pero ahora con un coach español en Xalapa, Iván Déniz, con un estilo similar al del argentino. La emoción de la afición se vino abajo cuando vio a sus Halcones no adaptarse al esquema y con resultados negativos ante equipos que regularmente salían vapuleados del Nido.
Mitad de temporada y una paliza en Mexicali le costó el puesto al de Canarias. Reapareció Ángel González, pero no con la misma fortuna de un año atrás, porque las lesiones de sus pupilos se aparecieron a cada rato y se topó con jugar Liga de Las Américas y play offs locales prácticamente de modo simultáneo.
Tras eliminar milagrosamente a Veracruz, Xalapa se topó con Nuevo Laredo que, discretamente, se armó para ser campeón y le arrebató el título a la UV. Ya los focos naranjas de alerta se habían encendido.
Para el torneo actual las cosas tampoco marchan bien, hay un plantel con buenos jugadores para faltan engranes en la máquina. Las cosas no se ven por buen camino, pero hay tiempo para reajustar y buscar el pentacampeonato, sólo que Halcones dejó crecer mucho a los contendientes directos por el título, como Toros, Halcones Rojos, Fuerza Regia y que lucen más sólidos en este momento.
Tal vez no se logre el título en este 2011-2012, pero sería un buen golpe para que la directiva se reinvente a pesar de la premuras económicas que se tienen; que vea qué se hacía antes que se ha dejado de hacer, en qué se ha fallado, pueden ser cosas pequeñas de atención que se han escapado de las manos, u otra opción es que estén frente a las narices y no se quieran admitir.
En fin, la solución está en propias manos de los mandos de la UV, porque ya al grado de que surja conflictos entre integrantes del equipo y de manera pública pudiera convertir al máximo ganador de la LNBP en un equipo más del montón.
Hasta la vista.
fhernandez1980@gmail.com
Twitter: @ferdeportes
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