El Marcaje
Recuerdo muy bien el 17 de diciembre del 2006. Sentados alrededor de una mesa de plástico blanca en el Ocotlán, un pequeño restaurant mexicalense donde venden tacos, quesadillas, en fin, pura vitamina mexicana.
Frente a mí estaba un furioso Gustavo Ayón. Un joven jugador nayarita que vivía su primera temporada en el baloncesto profesional, que reflejaba su frustración por haber perdido un balón que a la postre generó una revolución de los Soles de Mexicali que se coronaron ese año en la LNBP.
Yo ya le había bautizado como El Titán, por una jugada defensiva en su debut como jugador de los Halcones UV Xalapa al aplicar un sendo tapón sobre un rival y luego ganar tableros como nadie.
Gustavo Ayón, frente a su quesadilla y su agua de horchata clamó por venganza, quería que el siguiente año vieran el verdadero potencial en su nivel de juego y de paso levantar una corona que en ese año se le había negado.
El tiempo pasó y una nueva campaña apareció. Como si fuera otra persona, Tavo apareció en las duelas y fue un vendaval sobre rivales de mucha jerarquía. Nadie podía contenerlo.
Los meses le dieron la razón y se volvió el más valioso de una escuadra comandada por Andy Stoglin, que le supo sacar jugo al hombre que en esa entonces empezó de suplente y poco a poco consiguió la titularidad.
En México jugaba como poste, pero con el pasar de los meses y viendo la fiereza con la que buscaba los tableros y su agilidad para conducir el balón fue movido como delantero bajo o delantero de poder.
El Titán subió como la espuma, demostró también su poderío en la Liga de Las Américas, quedándose a la orilla de ganar el título continental ante el entonces Universo BRB de Brasil, en esa final tan dolorosa desarrollada en Xalapa y donde Abdul Mills no supo cómo matar a los cariocas.
A pesar de ser ya una figura de su equipo, Ayón volvió a mostrar la frustración del chamaco aquél en Mexicali, tenía sed de revancha, una que aún no llega, pero seguramente buscará.
Después de dos campeonatos, de ser un par de ocasiones el más valioso de la LNBP, de mostrar un crecimiento profesional, siempre con la humildad de su lado.
Su trabajo tuvo una tremenda recompensa, a finales de marzo El Titán me reveló su partida a España, al Fuenlabrada, con un contrato por cuatro años y una escala por Venezuela; fue la primera vez que habló de tema en un medio de comunicación y fue en una entrevista muy amena que tuve la fortuna de realizar.
La primera campaña del mexicano fue muy difícil. Le costó trabajo adaptarse y estuvo en circuitos de ascenso, porque no pudo hacer un buen papel en el cuadro madrileño, pero al igual que en su historia en México, su segundo año fue mucho mejor.
Hace unas horas leí lo bien que le va, yo sabía que había tenido destacadas actuaciones, pero hoy es el mejor elemento del reciente mes de la ACB y los medios nacionales han volteado a ver su talento, pero no tienen la suerte de conocer a la persona, a ese tipo con hambre, que adora a su familia y que sigue siendo aquél que comía su quesadilla en el Ocotlán, con unas ganas de ser el mejor.
Felicidades Titán.
Hasta la vista
fhernandez1980@gmail.com
Twitter: @ferdeportes
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