El tío incómodo

Salvador Muñoz
Los Políticos

Rodea a Enrique Peña Nieto algo más que la figura de “un candidato irresistible” para las mujeres que gritan: “¡No soy tu gaviota, pero soy tu guajolota!”
Primero, la salida de Humberto Moreira, en quien un endeudamiento da paso a la sospecha de corrupción... ¿mmm? ¿en qué otro estado hemos visto algo similar?
¿Cuántos días han pasado desde que Enrique Peña Nieto se tomó una foto con Mario Marín, “el gober precioso”? Bueno, no pasa de esta semana que termina cuando el que fue secretario de Salud poblano es encarcelado. La razón: enriquecimiento ilícito. ¿Comenté que Alfredo Arango García, ex funcionario de la administración estatal de Mario Marín, también es compadre del ex gobernador camotero?
Y para cerrar con broche de oro, Arturo Montiel, el gobernador que fue encaminando al sobrino Enrique Peña Nieto al poder estatal, se inmiscuye en un pleito que, a simple vista, cualquiera diría que es de corte familiar, de cuatro paredes, el clásico con la ex... pero no.
El ex gobernador mexiquense retiene en el país, desde el pasado dos de enero, a Adrián, Sofía y Alexi Montiel Versini, cuya patria potestad está en manos de Maude Versini, quien para acabarla de amolar, ¡es francesa!

Digo lo último, no por una cuestión racista contra los amigos galos, sino porque es evidente que el pleito Montiel-Versini deja de ser casero o familiar, con el riesgo de alcanzar un problema de corte internacional.
No es la primera vez ese roce con franceses... y la referencia no va para la guerra de los pasteles, sino más cerquita: Recordemos que por el affaire Florence Cassez, las relaciones con Francia no andan del todo bien.
Por ahí, algunos que otros franceses no ven con buenos ojos que a nuestra paisana Salma Hayek le entreguen el reconocimiento como Caballero de la Legión. Valga recordar que no sería el primer caso que a un mexicano (en este caso, mexicana) se entregue tal. Vamos más allá: No sería la primera vez que a una veracruzana se le brinde tal distinción: Cintia Angulo, nativa de Poza Rica, en 2002, se hizo merecedora de ello. Claro, cada quién sus méritos que es quizás lo que no comparten los galos...
Cintia, empresaria, quizás entre las mujeres más influyentes, poderosas y altruistas de México. Salma, empresaria y esposa de un “compadre” de Nicolas Sarcozy.
Pero el asunto no es Salma ni Cintia. El problema es Montiel, que se concentra más allá de la retención ilegal, indebida, de sus hijos: Su ex esposa amenaza de que si no se los devuelve pronto, revelará la escandalosa corrupción del gobierno de Arturo Montiel.
Pensando en las amenazas de una mujer que clama por sus hijos, entiende uno que la dama habla en serio. Y si nos ponemos a pensar en lo que dice (“escandalosa corrupción del gobierno de Arturo Montiel”), no se duda en que destapar la cloaca mexiquense provocaría un enorme daño colateral en alguien que trabajó muy cerquita de su hoy ex esposo: Enrique Peña Nieto.
¿Qué puede pasar? Lo rápido es que en estos momentos en que usted lee estas líneas, haya muchos priistas y hasta el sobrino que hayan conminado a Arturo Montiel a que embarque a Adrián, Sofía y Alexi Montiel Versini, sus hijos, en el primer vuelo a Francia y que en vacaciones de verano, rece para que los vuelva a ver ¡y asunto terminado!
Lo lamentable es que, la señora Maude Versini, una vez resuelto el problema, dejará en el ambiente dos deseos: el de los priistas porque ya no tenga pedos Montiel con la señora, y el de una sociedad que espera una justicia sujeta a los actos veleidosos de una mujer que, se quiera o no, de cierto modo, disfrutó de la escandalosa corrupción del Gobernador que fue su esposo.
Mientras, Enrique Peña Nieto, por su parte, tendrá que reforzar su papel de “candidato irresistible” para las mujeres que gritan: “¡No soy tu gaviota, pero soy tu guajolota!” esperando ver qué nuevo madrazo le saldrá... y apenas se empieza...

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