Pemex ¿contubernio en derrames?

· Theurel ¿reclama su participación?

Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Místicos y Terrenales 

La insinuación realizada por el alcalde de Coatzacoalcos Marcos Theurel Cotero, de que los derrames que presentan las tuberías de Pemex pueden ser intencionales para otorgar contratos de reparación a ciertas empresas, es bastante seria.
Pero más todavía lo es que la paraestatal nada diga sobre esto.
Esto que parece un pleito entre los místicos por el botín de los dineros para obras de remediación, es definitivamente un daño severo al medio ambiente, que afecta sobre todo a los terrenales.
El alcalde de Coatzacoalcos afirmó: “los contratos de cientos de millones de pesos posteriores (a las fugas de crudo) dejan entrever que puede haber cosas más allá del derrame”.
Esa seguridad con la que hizo la afirmación es lo que abre las puertas de la sospecha.
Porqué, y sí, ¿cuánto paga Pemex a las empresas que contrata para supuestamente hacer la remediación de los daños por los derrames de los petrolíferos?.
¿Acaso Pemex no tiene en sus estructuras un equipo especializado, primero, en el sellado de las fugas, y después, en la recuperación de los hidrocarburos derramados?.
Las estadísticas de Pemex hablan de una disminución en el número de incidentes por fugas y derrames, durante el 2010, que es el año que se cubre en el último Informe de la paraestatal.
Ahí se menciona que fueron 203 los “eventos relacionados con fugas”, de los cuales sólo 49 correspondieron a tomas clandestinas descontroladas, es decir el 24 por ciento del total.
Esto contradice a las versiones que se han deslizado de la paraestatal, en el sentido de que las fugas se deben sobre todo al crimen organizado.
El mismo Informe, en su Memoria de Labores 2010, reconoce que la mayor cantidad de fugas y derrames que se presentaron tanto en el 2009, como en el 2010, se debió tanto a la corrosión interior como exterior de sus ductos (la información está en las páginas 157 y 158 del documento).
 A esto se le debe sumar lo que plantea el Anuario Estadístico del mimo Informe, donde se menciona que en el 2010 se tuvo un derrame de 27 mil 971 toneladas de productos, lo cual representa casi 4 veces más (o un 400 por ciento de incremento, para quien guste verlo de esta forma) con respecto al 2009, cuando se anotaron 7 mil 33 toneladas de producto, regadas.
A simple vista lo que estos números muestran es que hubo una disminución terrible en la eficacia del control de las fugas, lo que propició lo extraordinario de los derrames.
Y este parece ser el panorama que ocurre en Coatzacoalcos, donde la fuga de petróleo lleva más de una semana.
El alcalde Marco Theurel en sus declaraciones, afirmó que en estos derrames, “hay gente que está siendo beneficiada con estos grandes contratos”, pero no dijo quienes.
De la misma forma, sin decir quienes, hubo los que manifestaron que los reclamos del presidente municipal de Coatzacoalcos son porque los contratos no llegan a las empresas ligadas al grupo político en el que se encuentra.
Incluso en este mismo sentido van las menciones de que el Gobierno del Estado pedirá a Pemex que revise sus instalaciones, sobre todo los ductos que circulan por Veracruz.
Theurel Cotero en su arrebato reclamó que Pemex nada hace en pro del entorno ecológico, mientras que su gobierno cumple en materia ambiental, saneando la playa y otros cuerpos de agua.
Los señalamientos fueron complementados con publicaciones periodísticas, en las cuales se mencionaba que la empresa que realiza la “remediación” de los pastizales y el río, tiene su matriz en Córdoba, de donde es originario el Senador panista Juan Bueno Torio.
Y es que además, sí es política de la paraestatal entregar los contratos de “limpieza y remediación” a empresas particulares, las cuales carecen de equipo especializado y personal capacitado y sólo contratan a personas desempleadas de la zona, las cuales hacen el trabajo de recolectar los hidrocarburos sin equipo de protección alguno.
El incidente de Coatzacoalcos sirvió para que la Organización No Gubernamental de Greenpeace, se le fuera encima a Pemex, mencionando que si la paraestatal carece de equipo para atender contigencias en tierra, menos tiene capacidad para atender algún incidente en aguas profundas, en caso de que se realice el proyecto de extracción de hidrocarburos a más de 3 mil metros de profundidad en el mar.
Beatriz Olivera Villa, coordinadora de energía y Cambio climático de Greenpeace, llegó a El Polvorín, que es el punto de origen del derrame de más de 500 barriles de crudo, y ahí reclamo también la inacción que tiene la Comisión Nacional del Agua, institución que debe vigilar la calidad del liquido entre otras de sus facultades, pero sobre todo enfatizó que nadie de la empresa que está supuestamente haciendo los trabajos se encontraba en la zona.
Entonces, ¿de qué sirve que se le pague?.
Por lo pronto la mancha de hidrocarburo ya está llegando a la playa, llevando su carga tóxica que ha provocado el daño a diversas aves, sobre todo pelícanos, y que afectará al incipiente turismo que recibe la ciudad.
Vaya cosas, Coatzacoalcos nunca ha disfrutado del boom petrolero, pero siempre ha padecido los daños de la contaminación por los hidrocarburos.
Y con la ciudad los habitantes, los terrenales, que ahí les toca vivir.
Pobre Coatzacoalcos, cuanta falta le hace el regreso de Quetzalcóatl.

AGUA QUE FLUYE
GB. INTERMEDIARIO. Por cierto, en Coatzacoalcos se menciono que un intermediario en esto que se está convirtiendo en un conflicto podría ser el Secretario de Gobierno, Gerardo Buganza, por dos razones:
1. La Secretaria de Protección Civil, Nohemí Guzmán, tiene conflictos con algunas de las partes en contraposición.
2. Gerardo Buganza ya inicio relaciones con los representantes de Pemex, precisamente para evitar que se den asentamientos humanos cerca de los ductos de Pemex.
Pero es que además urge que se integre una mesa de trabajo para la remediación de los daños por el derrame, porque hasta ahora todo está suelto y cada quien hace lo que cree más conveniente.
La otra razón que dan para que el Secretario de Gobierno se integre en esa mesa de trabajo, es que mantiene buenas relaciones con el senador panista Juan Bueno Torio, quien aún cuando no sea beneficiario de los contratos para la remediación, si defiende a paraestatal de la que alguna vez fue director, y precisamente fue el impulsor de que los trabajos de este tipo los realicen empresas particulares.
El problema existe, la solución es lo que falta.

marcoaguiro@hotmail.com

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