domingo, 1 de abril de 2012

Candidatos ¿desunidos?

Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Místicos y Terrenales

¿Sabe usted cuál es el grupo que más votantes tiene en este momento en la expectativa de la elección del 1 de julio?.
¿Cree usted que en todos los partidos van los candidatos en la unidad total?.
Pues al menos en el PAN y en el PRD, sus aspirantes a la Senaduría llegan en medio del escándalo, la confrontación y hasta el desinterés.
Pues bien, el grupo que más ciudadanos aglutina es el de los indecisos, lo cual significa que nadie tiene seguro el triunfo.
Los terrenales, pues, todavía están por decidir.
Pero aún así los Yunes rojos, los místicos priistas José Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, llevan la delantera en cuanto a las preferencias al Senado. La presencia que tienen los Yunes rojos, más la imagen de unidad que han construido, les ha permitido aglutinar las fuerzas de su partido y conjuntar esfuerzos en la contienda hacia el Senado.
Ya no tiene que desgastarse queriendo mostrarse unidos, si no que ahora pueden trabajar en lo que corresponde por esencia a su campaña.
Héctor Yunes, sobre todo, es el más interesado en mostrar esta unidad, porque sabe bien que en la medida en que se perciba la fuerza y contundencia de los priistas hacia el Senado, será mayor el número de votos que podrán captar, de esos que están pendientes, de los indecisos, lo que les llevará a asegurar la amplia delantera que llevan ahora.
Héctor Yunes, pues, quiere ser Senador.
Y al parecer el próximo Senado tendrá en su lista a tres Yunes, porque el PAN muestra una amplia ventaja en la entidad ante la fórmula que se maneja por el PRD, sobre todo por la presencia que tiene la candidata a la primera fórmula de esa coalición, Margarita Guillaumin, y quien ahora es el postulado a la segunda posición, Enrique Romero Aquino.
El PAN, en definitiva, quedó lastimado con los fuertes reclamos de trampa que se le hicieron al ahora abanderado blanquiazul al Senado, Fernando Yunes Márquez, junto con el delegado de la Sedesol, Abel Cuevas Melo, dependencia en la que el hermano del candidato es el encargado de los programas de Oportunidades.
De hecho en una situación extraña, el Comité Ejecutivo Nacional del PAN invalidó la elección de candidatos, pero en lugar de eliminar a quien se impugnaba, lo impuso y en cambio desechó a quien quedó en segundo lugar del proceso de selección, designando a una mujer, Gloria Olivares Pérez, quien declinó.
Esto llevó a que el PAN tuviese que poner, nuevamente a Julen Rementería del Puerto, quien ahora, para tratar de reconstruir la figura habla del borrón y cuenta nueva.
Sin embargo los ya candidatos del PAN al Senado, Fernando Yunes y Julen Rementería, nunca se han visto juntos en público.
Y es que además con ellos se da una contienda adelantada para la candidatura gubernamental, porque Fernando Yunes seguirá siendo la muestra de que los
Yunes azules buscarán la postulación gubernamental en el 2016, lo que también hará Julen Rementeria.
En esta carrera de largo plazo, aparentemente ya dejaron fuera a quien era el otro aspirante a la postulación al Senado por el blanquiazul, Alejandro Vázquez Cuevas, pero este buscará posicionar a su grupo a través de ganar las diputaciones que están en poder de su grupo.
Por lo pronto la máxima que reza de que el candidato que va en segundo lugar es el que busca el debate, se reveló bien pronto, cuando Fernando Yunes retó a sus parientes al debate, dos o tres por mes, incluso, seguro de sus artes oratorias.
Lo interesante es que la inclusión de la dupla perredista la dejó para lo último.
Y es que Margarita Guillaumín y Enrique Romero, ciertamente llegan con una desventaja bastante fuerte.
Pero sobre todo empiezan la contienda electoral con el desprestigio por delante de no cumplir con sus compromisos, al menos en el corto plazo.
Y la muestra son las maniobras que hicieron para propiciar que renunciase a la postulación Roselia Barajas, quien estaba mucho mejor posicionada para la contienda que cualquiera de los perredistas nominados finalmente.
Roselia Barajas renunció a la postulación porque dijo no estar de acuerdo en participar en una contienda donde solo se hace la búsqueda del poder, sin tomar en cuenta las necesidades de la población.
Al dimitir a la nominación dijo que la política no se puede hacer traicionándose, “porque entonces no habrá calidad moral en la acciones”.
De poco sirve conseguir el poder si a cambio se debe claudicar en principios, en traicionar al país, en engañar a los que representan, puntualizó.
Antes este juego de grillas, que no de tronos, dejo fuera al todavía director de Protección Civil del gobierno del Distrito Federal, Elías Miguel Moreno Brizuela, quien había construido ya una red de colabores con miras a la campaña.
De hecho, Enrique Romero tuvo hasta un deslinde de Margarita Guillaumín, cuando en una entrevista le preguntaron sobre el apoyo al exdiputado Celestino Rivera (detenido infranti en un acto de pederastia) que la candidata a la primera fórmula del PRD le dio, siendo diputada local.
El PRD llega nuevamente a una elección envuelto en el desprestigio, al menos en la selección de candidatos al Senado. Pero además, el arranque de campaña de sus hoy abanderados fue poco notorio.
Así pues, las diferencias existen.
Y estos serán los detalles que en parte ayudarán a los terrenales a tomar la decisión.
Hagan sus apuestas.
Decidan su voto.

marcoaguiro@hotmail.com http://misticosyterrenales.blogspot.com

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