jueves, 19 de abril de 2012

Expansión política y delincuencia

* Que la justicia impere, no los delitos
Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Místicos y Terrenales

La relación entre la política y la delincuencia ha existido desde que el hombre empezó a conformar las sociedades.
En ocasiones la política aprovecha a los delincuentes para realizar acciones de fuerza que por medio de la política no se pueden realizar, y estas van en contra, sobre todo, de individuos incomodos para quienes están en el poder, en el momento.
La delincuencia también ha servido a la política para eliminar a personas y permitir el ascenso de otros al poder, pero aquí el enfoque más bien es que los delincuentes se fabrican sus modos de llegar al poder.
Pero cuando esto ocurre significa una de dos cosas, igualmente: quienes controlan el poder, no les importa quienes estarán en los puestos, con tal de ellos seguir en la cima, o de plano son parte de algún grupo criminal y aceptan y promueven que sus compinches también ocupen puestos políticos.
¿Cuál de los dos casos es peor?.
El último de los casos parece ser el del alcalde de Chinameca, detenido por el ejército junto a elementos de los Zetas, al igual que antes se dio el caso del presidente municipal de Las Minas, detenido en Puebla, con armas y toda la cosa, ambos electos bajo la bandera del PAN.
Las versiones difundidas hasta ahora refieren que el alcalde de Chinameca, Martín Padua Zúñiga, llegó a la candidatura panista, primero, y a la presidencia municipal, después, como producto del apoyo de su familia, sobre todo su padre, quienes son los realmente panistas.
El amarrar la candidatura por ese municipio le resultó tan sencillo como ligarse con un panista de medio pelo de la Cuenca del Papaloapan, según refieren, y este lo llevo con uno de los presidentes municipales de la zona, quien lo cobijó y lo presentó en el Comité Estatal para que fuese postulado en el 2010 como candidato a la presidencia municipal de Chinameca.
El proceso electoral en el que resultó electo fue de los más candentes que tuvo el estado en el 2010, al grado de que se dieron enfrentamientos entre las huestes de Martín Padua y de su opositor priista, Víctor Salomón Carmona, durante el conteo de las votaciones.
Después de ganar Martín Padua acusó haber recibido hasta amenazas de muerte por parte de los priistas, quienes, dijo con ello mostraban una actitud delincuencial.
Podría pensarse que la detención de ambos alcaldes significa que el ejército, porque esa fue la instancia que los apresó, realiza un trabajo de inteligencia eficaz encaminado a detectar y detener a quienes están a la cabeza de los grupos criminales, lo que llevaría a incrementar la esperanza de que otros funcionarios públicos y políticos, incluso de alto nivel, pueden ser detenidos por sus actividades ilícitas.
Pero no fue así, si no que las acciones se dieron al tenor de los patrullajes y revisión de llamadas anónimas que recibe el ejército por parte de los ciudadanos.
En el caso del presidente municipal de Las Minas, su llegada al PAN, primero fue completamente fortuita, porque su candidatura la promovió un panista que trabaja en el Comité Estatal, y la aceptaron porque no tenían otro candidato.
Mauricio Herrera Fernández fue detenido en posesión de drogas y con un arma de fuego, junto con su chofer, por lo que inicialmente se le formularon los cargos de posesión de drogas, portación ilegal de armas de fuego y delincuencia organizada.
El juez que lleva su caso desestimo las causas de portación de armas de fuego y delincuencia organizada, porque la pistola se dijo que estaba bajo el resguardo del guardia y chofer de Mauricio Herrera, dejando sólo la posesión de drogas.
De Mauricio Herrera se llegó a promover su desafuero en el Congreso local, pero su caso quedo prácticamente olvidado luego de que este presentó una solicitud de separación del cargo, a principios de abril.
Al parecer ahora le toco al PAN la cadena de acontecimientos, lo cual en definitiva, deja al descubierto el oportunismo electoral en que se ha movido la dirigencia estatal de este partido durante los últimos años, la cual ha estado a cargo de Enrique Cambranis, pero que viene desde hace mucho más tiempo.
Es la misma tendencia de llevar la política por la vía de “lo práctico”, la misma que ahora Alejandro Vázquez Cuevas asume en un “mea culpa” diciendo que es el vía por la que llegó al albiazul Miguel Ángel Yunes.
Ojalá la actividad del ejército y las demás fuerzas que están en la lucha contra la delincuencia obedecieran más a estrategias de ataque a los centros del poder de la misma y esto podría hacer que cayeran otros políticos ligados a estos grupos.
Están los señalamientos (que solo son eso hasta que se demuestre su peso) contra los candidatos del PRI por Xalapa a la diputación federal, Alejandro Montano y Reynaldo Escobar, de estas ligados también a grupos delincuenciales.
Porque esa es otra vertiente de la política, el acusar al contrincante de cosas negativas ante los ojos de la sociedad para demeritar su imagen.
Por mientras los terrenales lo que esperamos es que en México prive una verdadera paz y el imperio de la justicia, que obviamente implica el cumplimiento de las leyes por parte de todos.

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