¡Apestosos!

Salvador Muñoz
Los Políticos

La crueldad en la infancia no tiene límites. Estábamos en Primer Grado y su presencia de inmediato causó escozor en nuestra nariz. Sus zapatos así como sus ropas eran sencillas y humildes, como las nuestras, pero con una gran diferencia: desprendían fuertes olores a sucio y orines. Sus cabellos, tiesos y parados, estaban adornados por liendres, cantidad de liendres que cuando se desató una epidemia de piojos, en el salón, los dedos lo señalaron como responsable... nadie quería sentarse con él en la banca y por supuesto, estar junto a él. Le llamábamos “el Ecoloco”.
No tardó mucho la maestra en pedir la presencia de la madre para pedir higiene para su alumno y sí, funcionó... dejó de ser el apestado del salón pero nunca dejó de ser para nosotros “el Ecoloco”... recuerdo su nombre y apellido pero no si siguió a nuestro lado hasta tercer grado...
II
Hoy, nos referimos al apestoso como aquél que huele feo... hace muchos años, incluso siglos, significaba la muerte, tanto del que apestaba como el que estaba cerca de él.
La peste fue significativa para muchos pueblos... era el terror mismo... fue por 1300 incluso, que se dio la primera guerra biológica, cuando los tártaros, enfrentados contra genoveses, contraen la peste. Acuartelados en Caffia, los genoveses se sentían seguros a sabiendas de las bajas que tenían los mongoles cuando empezaron a llover cadáveres de apestosos... sí, los tártaros estaban catapultando a sus muertos para enfermar a sus enemigos...
III
En política, sucede casi lo mismo... muchos partidos catapultan apestosos con tal de menguar al enemigo. El ejemplo más reciente es el de Espino, un apestoso en el PAN.
Y ya que estamos en política, no está de más comentar al Apestoso del momento: Tomás Yarrington, ex gobernador de Tamaulipas.
Hoy, sin duda, es motivo para provocar el Síndrome de San Pedro en aquellos que eran sus amigos, sus correligionarios, sus compañeros de partido, sus camaradas... hoy, sí, todos niegan a Yarrington como si ello eximiera de culpas al partido que representa.
Sí... es un Apestado.
IV
“Es indefendible, condenable cualquier actividad como la que está siendo señalada por la autoridad americana (...) El PRI, (...) en voz de su presidente, emitirá un comunicado sobre este caso, de deslinde y condena (...) Por supuesto, como priistas, hacemos la más enérgica condena y un deslinde claro y completo respecto a esas actividades, no vamos a defender a alguien que está en esta inexplicable situación y le pedimos al señor Yarrington comparezca ante la justicia”.
Luis Videgaray, coordinador de campaña de Enrique Peña Nieto.

“No tenemos por qué defenderlo; el partido no es una defensoría de oficio, no es una defensoría legal; nuestro propósito es alcanzar el poder público para ejercerlo con fines de transformación social, no de acudir a la defensa de militantes que presuntamente hayan incurrido en actos ilícitos (...) ¿Qué es lo que estamos presenciando claramente en este sentido? Además de que él debe afrontar su responsabilidad individual, lo estamos exhortando al señor Yarrington para que coopere plenamente con las autoridades y que se puedan esclarecer los hechos que se le están imputando”.
Pedro Joaquín Coldwell, presidente del CEN del PRI.

“Que cada quien deba asumirlos (las acusaciones) y deba hacer la defensa y el esclarecimiento público a cualquier tipo de señalamientos (...) No ha quedado (la acusación) más que en especulación, aquí hay un hecho que yo no podría ni tengo elementos para presumir que se pretenda hacer de estas causas una vinculación y un desprestigio a la campaña del partido. Vamos a ver qué ocurre en los próximos días”.
Enrique Peña Nieto, candidato del PRI
V
La decisión del PRI y sus militantes está tomada. Yarrington es un Apestado político. Nadie lo quiere cerca. Todos le huyen y rechazan.
El asunto es... ¿qué va a pasar de aquí a las elecciones? ¡Vamos! sería infantil pensar que fue el último caso... yo no dudo de que, así como los tártaros lo hicieron en su momento, le caigan al PRI más apestados... ¿el PRI los rechazará, los negará, les huirá?
Nos queda claro que en estos momentos, sin ser declarado, ya lo hace... porque el PRI sabe quiénes son sus apestados...
* Mario Marín... el PRI no cometerá el mismo error de que aparezca el ex gobernador poblano cerca del candidato para tomarse la foto del recuerdo... la complicidad en torno a la pederastia rodea al poblano... ¡y eso apesta!
* Humberto Moreira... ¿alguien ha visto al ex presidente nacional del PRI? ¿cumplirá su palabra Peña Nieto? Ese asunto ¡apesta!
* Que alguien me explique cómo un priista que estaba situado entre los tres presidenciables hace como tres años, hoy sencillamente se mantiene oculto... ¿Fidel Herrera apesta?
* Romero Deschamps, el hombre trabajador que gana 20ytantos mil pesos al mes pero que es capaz de darle a su hija vida de jeque... ¡apesta!
* ¿Qué tanto apestará Manuel Bartlett para que haya tenido que abandonar su partido para refugiarse con Morena?
* Roberto Madrazo Pintado, ex líder del partido y ex candidato a Los Pinos... ¡ah! y tramposo en maratones... a donde quiera que se pare ¡apesta!
* Ulises Ruiz, ex gobernador de Oaxaca, apesta a muerto... dicen en San Juan Copala ¡y Finlandia!
* ¿Qué tanto apestara el tío Arturo Montiel que ni se acerca al sobrino?
* Y para recordar, dos ex gobernadores: Rubén Figueroa (Guerrero) con su Aguas Blancas, así como Julio César Ruiz Ferro (Chiapas) y su Acteal... otro peste a muerto...
Claro que si de apestosos se trata, ninguno que desprenda el hedor de Carlos Salinas de Gortari, tan es así que el mismo Enrique Peña Nieto hoy rechaza y niega bajo el síndrome de San Pedro...
A nosotros sólo nos toca contar los cuentos, como Boccaccio y su Decamerón así como recordar que los principales portadores de la peste ¡son las ratas! y el muerto y el candidato ¡a los tres días apestan!

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