Belleza y voto

Salvador Muñoz
Los Políticos 

Permita el lector le narre uno de mis sueños más perturbadores que he tenido recientemente: soñé con la mujer más bella que en la realidad haya visto jamás. Y aunque no lo crea, no hubo erotismo en ello pues la belleza de la dama era más de admirar que de tocar.
¡Claro! Le conté el sueño a la mujer, que dicho sea de paso, he de confesar, el destino fue generoso con quien escribe, porque la señora, créame, ¡es una preciosura!
Como toda una dama, escuchó y cuando me vio todo menso a la hora de prepararle la comida a mi buen Harry, me cuestionó: “¿aún piensas en tu sueño”... pero no hubo reclamo para mi infidelidad onírica.
Quizás se ha de preguntar qué hacía bella a la mujer de mis sueños... dos cosas: la expresión de sus ojos y una canción tan hermosa, pero tan hermosa, que rebusco en mi cabeza para intentar volver a escucharla porque, maldita la cosa, sólo me quedé con la sensación de armonía, tanto en la letra como en su voz.
Tengo la duda de si el hombre que estaba al lado de ella, era yo, porque en primer plano, siempre aparecía ella y a él, nunca le vi la cara... asumo entonces: una chica tan bella en mi sueño, justo sería que yo la acompañara.
II
De pura casualidad, caí en un video de un programa que se llama “Nocturninos” o algo así, que conduce Horacio Villalobos. En una sección, manda a un sondeo que hace entre los capitalinos para hacer una pregunta que a muchos nos tiene sin pegar el ojo: A quién consideran como político sexy y a quién como político feo.
En la primera pregunta, las respuestas fueron en favor de Peña Nieto y hubo una dama que vio en Santiago Creel, como opción... “por la barbita”. ¡Vamos! No faltaron varones que reconocieran que el del PRI era “un tipazo”.
En el segundo cuestionamiento, Marcelo Ebrard, Encinas, López Obrador, Eruviel Avila, fueron los más citados.
III
Motivado por el concepto de belleza de los defeños, recordé entonces el trabajo de un tal Kanazawa, que decía que a mayor belleza, guapura, hermosura=a mayor inteligencia.
Según sus estudios, las mujeres hermosas tenían 11 puntos arriba del promedio de Coeficiente Intelectual; en tanto, los hombres, 13 puntos.
Argumentaba que el ser “carita”, ser “guapo”, ser “atractiva”, te daba mayor seguridad lo que implicaba éxito, tanto en escuela, trabajo y familia, ¡ah! y por ende, guapo busca guapa, conllevando a la herencia de genes. Y yo pensé que mis sueños eran más locos...
IV
Tras el video de “Nocturninos”, una expresión de no recuerdo quién, dentro del panel, dice que allí se ve la tendencia del voto. ¡Ups! ¿Desde cuándo el proceso electoral se convirtió en un concurso de belleza? Porque si es así, es evidente el fracaso de muchos de los candidatos, de todos los partidos.
Ahora, en un pueblo atiborrado de televisión y demás medios, donde el concepto de belleza contrasta con nuestra prieta piel, estatura, panza chelera, pelitos cacha-chaquiras, es claro que lo que más que podemos buscar es acercarnos de cualquier modo a ese “ideal de belleza” que nos han clavado en los mass media... y en estas elecciones, el concepto que se maneja es que puedes estar cerca del guapo a través de una sonrisa, una palmada, un abrazo, ¡una foto con su vieja! y por supuesto, aún más cerquita, si votas por él... ahora que si quieres a alguien con quién identificarte, ¡ahí está el Vítor y la Nacaranda! ¡Si para todo nos dan gusto!
V
Ya para serles sinceros, he de decirles que al final, mi sueño se convirtió en una pesadilla... no por esa mujer tan guapa, sino por mí... nunca supe qué hacer con tanta belleza que acababa volviéndome un monstruo. Despierto y veo a mi esposa enfundarse en un vestido que la hace ver sexy... muy sexy...
Créanme que si fuera candidata, ella sí obtendría mi voto...