Realidades de la Coca-Cola

Brenda Caballero
Números Rojos

“El mundo van a desgraciar / con esa porquería / la drogacola es infernal / ya no la tomes más / yo ya me jodí / ya no puedo hacer chis // El mundo van a desgraciar / con esa porquería / me ha desgraciado ya un riñón / también el corazón / líbido infeliz…// ¡Drogacola, la bebida que le chispa la vida!”
Cómo olvidar ese famoso anticomercial allá por los años ochenta que hicieron Los Tepichines, dueto de comediantes de picardía mexicana que se caracterizaron por sus antishows de humor negro.
Cuando oía esas canciones no dejaba de darme risa, pues de pequeña no entiendes ni el ¡funcionamiento de tus riñones!, mucho menos si tienes un abuelo que fue albañil y te acostumbró a tomar todos los días Coca cola a la hora de la comida, el refresco familiar ¡era sagrado! ¡Podía faltar la carne, pero la Coca, jamás!
Según las Asociaciones El Poder del Consumidor y Oxfam México señalan que México es el principal consumidor de Coca- cola en el mundo con un consumo promedio por persona de 163.3 litros de refresco al año, (lo que representa 64,000 calorías y 9 kilos ganados) seguido de Estados Unidos con 118.1 litros y Chile con 116.2 litros.
Por desgracia para nosotros, estudios de la Universidad de California demuestran que el elevado consumo de refrescos y bebidas endulzadas influye directamente en el aumento del sobrepeso y la obesidad en nuestro país, ya que un refresco regular de 591 mililitros contiene 227 calorías, es decir 10 por ciento más del total de calorías que una mujer adulta necesita para mantener su peso saludable, luego entonces, al día podemos obtener al menos 200 calorías solo por una bebida azucarada, razón por la que los expertos en salud, lo han denominado “el enemigo público de la salud número uno”.
Ahora que si usted toma una lata de refresco, porque es pequeña, déjeme decirle que en su forma normal -sin ser light o Cero- su contenido en azúcar es alto, pues Alberto Zúñiga, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, considera que esa lata contiene 13 cucharadas chicas de azúcar, repercusión total si tiene diabetes, otro de los grandes males mexicanos.
Ahora que puede que no aumente usted de peso con los refrescos, pero sí aumentará su cintura si toma uno o dos bebidas al día, lo que le repercutirá en enfermedades cardiacas y diabetes, sin olvidar una mala absorción de calcio, alteraciones digestivas , aparición de caries incluso enfermedad de la gota.
No quiero espantarlo pero otro estudio de Singapur, refleja que los altos niveles de azúcar en los refrescos podrían incrementar el nivel de insulina que produce el cuerpo y de esa manera contribuir al crecimiento de las células de cáncer en el páncreas.
Anteriormente se había llevado al Congreso la propuesta de un nuevo impuesto a los refrescos para que su consumo disminuyera; sinceramente, no creo que sea la solución pues en México se toma más Refresco que Leche.
Si bien, actualmente en México existe preocupación entre la población por el peso, el problema es que se consume más refrescos que verduras, además de que no se hace ejercicio.
En Nueva Zelanda ya se dio la primera muerte por tomar Coca cola. Al parecer, la mujer de apenas 30 años tomaba 7 litros y medio de refresco diariamente, aproximadamente dos galones.
Hace tanto tiempo ya del éxito de los Tepichines que sería bueno proponer una iniciativa para que esos anticomerciales volvieran en un buen “remake”, ¡quién quite y se nos quiten los kilos de encima!

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