jueves, 24 de mayo de 2012

Redes Sociales: la nueva sociedad civil mexicana

José Luis Ortega Vidal
Claroscuros

(1)
Las redes sociales influirán en las elecciones presidenciales del 2012.
¿Qué tanto?
Lo sabremos el primero de julio.
Sin embargo, desde hoy podemos afirmar que en el 2018 las redes sociales no sólo influirán sino que serán determinantes para la elección del próximo Presidente.
Con más fuerza y mayor claridad cada día, esta nueva forma de socializar, este lenguaje que se transforma segundo a segundo, cambia al mundo y México no es la excepción.

(2)
Fenómenos históricos como el corporativismo también serán modificados por las redes sociales.
Añejas formas de control político como los poderosos sindicatos que operan al amparo y la complicidad del gobierno, pierden fuerza.
Un maestro o un petrolero aun son capaces de ir a un evento político en calidad de acarreados, pero la estructura que durante décadas los controló al cien por ciento se ha debilitado y un día no lejano desaparecerá.
Las redes sociales serán una de las causas por las que ocurra ese fenómeno.
La hija de Carlos Romero Deschamps exhibiendo a sus perros con pedigree en Face Book provocó enojo en el sistema de comunicación digital y las imágenes de la joven beneficiada de la corrupción en el STPRM marchó en retirada de inmediato.
La Internet –sin embargo- es una suerte de biblioteca inmortal; una vez que un dato ha caído en ella, queda archivado para siempre.
Las fotografías de la joven hija del neocacique petrolero dando la vuelta al mundo con bolsas y vestidos que cuestan miles de dólares causó un daño del que se frenó su incremento, pero que es irreversible.

(3)
Un celular con cámara fotográfica que se puede conseguir en el mercado hasta en trescientos pesos, representa un poder del que los ciudadanos carecieron durante más de dos siglos.
Hoy, la impunidad enfrenta nuevos obstáculos; debe operarse con mucha más habilidad, porque cada vez más personas cuentan con herramientas para combatirla.
Como lo hemos apuntado en un escrito previo, los jueces del poder Judicial están compitiendo con el juez de la opinión pública.

(4)
Para no ir tan lejos, la mañana del lunes 21 de mayo el periodista Carlos Loret de Mola invitó a su programa Primero Noticias -el segundo más importante de Televisa- a tres estudiantes de la Universidad Iberoamericana que participaron del cuestionamiento a Enrique Peña Nieto durante la visita a su Campus.
En el diálogo con los muchachos de la Universidad Iberoamericana, Loret de Mola insistió en sesgar su entrevista hacia un argumento: ustedes son perredistas, les dijo entre líneas a los entrevistados.
Y los jóvenes estudiantes de una Universidad a cargo de sacerdotes jesuitas, privada y costosa, vencieron una y otra vez al comunicador en la entrevista que devino –inteligentemente- en debate.
No somos perredistas ni somos pejistas, expusieron los universitarios. Somos ciudadanos cansados de la falta de objetividad en los medios de comunicación, explicaron.
Ejercicio interesante el de esta diálogo, donde Televisa mostró su fragilidad editorial ante el fenómeno de las redes sociales o su apertura a un pensamiento distinto.
La última opción es difícil de aceptar por la historia de Televisa. No ha cambiado mucho su realidad desde el momento en que Emilio Azcárraga Milmo se declaró “un soldado del PRI”.

(4)
Por un día, el monólogo cotidiano de información vertical de Carlos Loret de Mola se interrumpió ante la presencia de estudiantes de la Ibero.
El trío de jóvenes dijo lo que deseaba decir, tuvo los micrófonos y el tiempo para decirlo y no pasó nada especial luego de ello.
La patria no se estremeció; el sistema no se cayó y no ha habido necesidad de manotazos ni gritos.
Las redes sociales son las motivadoras del nuevo escenario al que se enfrentan el Poder y sus beneficiarios seculares en México.
Me refiero al Poder Institucional y a los poderes de facto como los medios masivos de comunicación.
Este contrapeso no existía en el 2006. .
Es nuevo y avanza a pasos agigantados en lo que se refiere a las posibilidades de libertad de expresión.
En lo relativo al contenido de rebeldía –natural en la juventud- y de inconformidad social –que abarca a todos los estratos- los antecedentes son muchos, nos remiten a décadas de historia y a multiplicidad de escenarios.
El 2 de octubre de 1968 y el 10 de junio de 1971 son fechas y escenarios emblemáticos al respecto.
Los muchachos, los estudiantes del 2012 están conquistando una libertad y un respeto que en 1968 y 1971 costó vidas al ser reclamados.
Las redes sociales que apenas unos meses atrás dieron aviso de su capacidad de comunicación pero no eran observadas con claridad en el escenario político, de pronto muestran que llevaban un buen tiempo formando a los nuevos ciudadanos: conscientes y comunicados como nunca antes.
Estamos ante una buena noticia.
No se trata de candidatos ni de partidos.
El tema esencial no es a quién beneficia o a quién perjudica este fenómeno.
El fondo del tema es la sociedad civil misma.
Ella, por medio de la Revolución Tecnológica, se está transformando.
Habrá que observar su construcción en los días por venir y contribuir a su madurez.
Dentro de seis años, quien quiera ser Presidente de México deberá atravesar el minado terreno de las Redes Sociales, donde la nueva y gran poderosa será la sociedad civil.

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