martes, 24 de julio de 2012

Los diputados del Sur

José Luis Ortega Vidal
Claroscuros

(1)
Ya sabemos quiénes serán los nuevos diputados federales por el Sur.
Tenemos claro qué esperamos de Joaquín Caballero Rosiñol, Noé Hernández González, Ponciano Vázquez Parissi y Regina Vázquez Saut.
Prometieron demasiado; se comprometieron a tantas cosas que –de entrada- esperamos que por lo menos respeten nuestra inteligencia.
Los legisladores legislan.
Los legisladores –cuando bien nos va- gestionan obras.
Y ya.
Los diputados no manejan presupuestos; no tienen departamentos de obras públicas a su cargo; tampoco le dicen a los jueces lo que deben hacer, de manera tal que no está en sus manos el tema de la justicia.
Si hacemos una antología de sus discursos en campaña podríamos armar un libro cuyo grosor competiría con El Quijote o con los Cien Años de Soledad.
Claro está: el contenido distaría mucho de una y otra obra.

(2)
Miguel de Cervantes Saavedra nos legó una narración magna sobre las aventuras de un caballero enloquecido por su amor hacia la humanidad, pero de manera particular por su amor a Dulcinea del Toboso.
Las aventuras de don Alonso Quijada –conocido popularmente como Don Quijote, oriundo de La Mancha, aquella región donde existe un pueblo de cuyo nombre no quiere acordarse- constituyen un recuento de valores humanos, de la esencia simple y profunda del arte de vivir.
Don Quijote nos muestra los alcances inconmensurables del amor; el peso que tienen sobre nuestra existencia la dignidad y el respeto por los demás, que inician en el respeto por nosotros mismos.
Hemos de ser nosotros así estemos locos, y serlo a pesar de todo, luchando contra todo: ya sean molinos de viento convertidos en monstruos imaginarios o en contra de caballeros que sólo existen en la mente de un enfebrecido lector de historias novelescas.
El afán es buscar el cumplimiento de nuestros sueños aunque la vida nos vaya en tal empeño.
Esto y muchas cosas más encierran las aventuras del jinete de Rocinante y de su compañero Sancho, el amigo fiel que simboliza la entrega, la lealtad, la disponibilidad al sacrificio absoluto en aras de proteger a quien cabalga a lado suyo.
Sancho es el jinete heróico que piensa en el otro antes que en sí mismo.
Sancho nos demuestra que el otro forma parte del Yo, es aquel sin cuya existencia no existimos.

(3)
Por su parte, Gabriel García Márquez obsequió al mundo la metáfora inigualable sobre las dinastías cuyo final llega tarde o temprano.
Todos, seres simples o miembros de familias alucinantes, un día marchamos.
Un día terminamos nuestra labor en la existencia.
Queramos o no, nos guste o no, en algún momento seremos alimento de los gusanos; nuestro polvo se perderá en el viento o seremos devorados por las hormigas a pesar de, o quizá por: haber nacido con una cola de cerdo…
Son las sentencias perennes de la soledad que todos enfrentamos en algún momento -pronto o tardío- de nuestro paso por la vida.

(4)
En fin, los diputados federales electos por el Sur de Veracruz dijeron tantas cosas que sus palabras llenarían miles y miles de páginas sin la magia –oh tristeza- de Cervantes o de García Márquez.
Pero qué se le va a hacer; nuestra vida pública es así y –reitero- de nuestros próximos legisladores sólo podemos esperar el respeto por nuestra inteligencia: lo que debe traducirse en la coherencia entre sus dichos y sus hechos.
No podemos esperar milagros; tampoco podemos aguardar a que cumplan todo lo prometido.
Sabemos que la demagogia es un elemento obligado del discurso político; pero también entendemos que al menos una parte lógica, razonable, sensata, prudente, realista, de sus dichos, se puede y se debe llevar a la práctica.

(5)
De los diputados que se van –por ejemplo- tenemos noticias sobre lo que hicieron y lo que no hicieron durante su gestión.
En Acayucan el diputado federal Rafael Rodríguez no trabajó a favor del distrito XX pero sí le tomó una fotografía a los pechos desnudos de Xóchitl Tress, la joven viuda que más tarde sería candidata del PAN a sucederle y –a pesar de la fama de su generosa figura- perdió.
En Cosoleacaque Antonio Benítez Lucho tampoco trabajó por el distrito XXI pero fabricó un atentado del que fue “víctima” sobreviviente; impulsó a Isela González como diputada local y finalmente le consiguió la suplencia a la diputación federal que Ponciano Vázquez Parissi obtuvo en las urnas preñadas, propias de estos menesteres.
Minatitlán y el distrito XIV recuerdan con cariño los eventos anuales a favor de los menores de edad que patrocinó Antonio Martínez Armengol.
El legislador surgido del ámbito petrolero logró en tres años convertirse en una suerte del “chabelo” de la política.
No hizo nada extraordinario por su pueblo pero ya es amigo de todos los niños…
Y finalmente Coatzacoalcos puede sentirse orgulloso porque el diputado Rafael García Bringas se dio un agarrón con el inefable Gerardo Fernández Noroña –su colega- a quien confrontó verbalmente –faltaba más- frente a la Tribuna de la Cámara Baja del Congreso.
¡Sí Señor!
Por cierto, don Rafael García Bringas también consiguió -alguna vez- medicamentos donados en Europa para ayudar a un niño con cáncer.
Debemos admitir que la Legislatura genera relaciones de alto nivel allende las fronteras y que el corazón de nuestra clase política es de tal tamaño que no cabe en ningún pecho.

(6)
Concluido el recuento aguardemos por mejores resultados de parte de Joaquín, Noé, Ponciano y Regina.
Sumemos en esta ilusión a Marina Garay, ex alcaldesa de tristes recuerdos en San Andrés Tuxtla y hoy representante de aquella majestuosa región ante el poder legislativo.

(7)
De paso, les solicitamos a esta quinta que nos informe oportunamente sobre su labor; consista en lo que sea.
Quedan anticipados de que estamos acostumbrados a la mala vida que suelen darnos nuestros diputados, pero no somos tarugos.
Saludos; les deseamos éxito en sus menesteres y ya hablaremos de su labor.

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