Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel
Voy a ser breve aunque el tema dé para más, pero me da tristeza y coraje tanta enfermedad y tanta estupidez humana –dicen que la palabra “humana” sale sobrando. No sé cuántas enfermedades anden fregando al prójimo –un chingo, supongo-, lastimando tanto al que la padece como al que se encuentra a su lado. ¡En estos tiempos de descubrimientos y avances científicos y tecnológicos súper, súper, súper chingones! Pero ya lo señaló Aldous Huxley, la investigación de las enfermedades ha avanzado tanto que cada vez es más difícil encontrar a alguien que esté completamente sano. ¡Gulp!
Y claro, una salud demasiado espléndida es inquietante, pues su vecina, la enfermedad, está presta siempre a abatirla, dijera Giovanni Papini. O como la expresó Winston Churchill, la salud es un estado transitorio entre dos épocas de enfermedad y que, además, no presagia nada bueno. Me lleva la que me trajo, carajos. Pos entonces, ¿qué chingaos con esta humanidad? Nacimos para morir, claro, pero en todo caso también para enfermarnos. ¡Ay, cuánto sufrir! Pero no exageremos ni hagamos drama. Que la vida es bella y tenemos que andar…
Según ciertos sitios electrónicos –¿habremos de creerles?-, hay diez enfermedades que sobresalen en este nuevo milenio, a saber: Diabetes, Asma, Neumonía, Sida, Estrés, Depresión, Fatiga, Enfermedades Cardiovasculares y, ay nanita, Cáncer.
Por cierto, el pasado 19 de octubre fue el Día Internacional de la lucha contra el cáncer de mama. Pues bien, dicen los que saben que este tipo de tumor maligno es la segunda causa de muerte en las mexicanas de más de 40 años debido a que no se diagnostican a tiempo, y afecta a todos los grupos socioeconómicos y culturales. Pos así es el cáncer, chingaos.
Pero qué creen, no me crean a mí, porque chance solo sea una broma. Según un estudio de North Carolina State University, practicar sexo oral una o dos veces a la semana disminuye en un 40% el riesgo de padecer cáncer de mamá. ¡Órales! Y según que estos investigadores analizaron el comportamiento de más de 15 mil mujeres durante 10 años. En el estudio, las mujeres que tuvieron sexo oral y tragaron el semen por lo menos una o dos veces a la semana tuvieron un menor índice de cáncer de mama que aquellas que lo practicaban con menor regularidad. Pos ahí cada quien, ¿no? En todo caso, ¿y si un hombre tiene cáncer de mama? Vaya, ¿y qué onda con el cáncer de próstata? ¿Serviría el mismo método? Ahí la dejamos, mentes cochambrosas.
Lo que quizá sí sea cierto, es que cuando gozamos de salud, fácilmente damos buenos consejos a los enfermos, manifestara Tácito. Incluso, ya lo señaló Sócrates, si alguien busca la salud, pregúntale si está dispuesto a evitar en el futuro las causas de la enfermedad; en caso contrario, abstente de ayudarle.
Pero yo me quedo con Fernando de Rojas, cuando dijo que saludable es al enfermo la alegre cara del que le visita. Además, dicen que para prevenir cualquier enfermedad no hay como reírse, así que les cuento que están todas las enfermedades formadas porque Dios les asignará a qué parte del cuerpo van a afectar... Diosito entonces empieza:
-Cirrosis, tú estarás en el hígado.
-Osteoporosis, a los huesos.
-Ceguera, tú en los ojos.
En es, las enfermedades comienzan a hacer ruido y a quejarse, así que Dios pregunta:
-¿Qué es ese escándalo?
-No, Dios, es que estamos todas formadas y las hemorroides se quieren meter en la fila...
Dios entonces dijo:
-Hemorroides, a la cola…
Dije que iba a ser breve, pero la verdad, fue horrible, fue horrible… Perdón, fue un decir. Ahí se ven.
Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx
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