lunes, 19 de noviembre de 2012

A una semana de que se vaya Calderón

José Luis Ortega Vidal
Claroscuros

(1)
El Segundo Informe de Gobierno de Javier Duarte de Ochoa produjo –como era de esperarse- múltiples mensajes que es preciso leer bajo el lenguaje críptico de la política a la mexicana.
El mensaje más importante surge de la presencia numerosa de gobernadores –once, entre electos y los que ya están en funciones- así como de Luis Enrique Miranda Nava, miembro del primer círculo de Enrique Peña Nieto.
Por lo que hace a la clase política veracruzana el tema merece trato aparte porque se liga a intereses de la aldea, como diría el siempre citable don Yayo Gutiérrez.
Por lo que hace a la presencia de personajes que se inscriben en los temas de la República, el jueves 15 de noviembre se ratificó que el equipo priista –listo para tomar el control del país a partir del primero de diciembre- tiene en Veracruz una zona de interés de primer orden.

(2)
No es algo nuevo, ni que extrañe.
Se trata de una situación normal, pero vale la pena subrayarlo por las consecuencias que permite prever: a Enrique Peña Nieto y su equipo Veracruz no les resulta lejano. Todo lo contrario.
A partir de este hecho, de los intereses políticos que trajeron al informe de Javier Duarte al dirigente nacional del PRI, Pedro Joaquín Codwell; al Vice Coordinador de Política en el equipo de transición de Peña Nieto, Luis Enrique Miranda Nava; a once gobernadores; a Beatriz Paredes Rangel, ex presidenta nacional del PRI; a Héctor Slim, hijo del hombre más rico del mundo; al ex gobernador jarocho y voz de peso en el ámbito empresarial mexicano e internacional, Miguel Alemán Velasco; debemos leer entre líneas y con profundidad lo ocurrido la semana pasada.

(3)
De la presencia de tiburones de la política y la economía nacional se puede deducir –de entrada- que el priismo del altiplano estará muy presente en los comicios locales del 2013.
Dado el interés que representa Veracruz tanto en lo electoral como en lo financiero, desde el CEN del PRI se determinarán –sin duda- muchos de los pasos que se den el año próximo en torno al relevo en el Congreso y las 212 alcaldías que estarán en juego.
Desde hoy y pase lo que pase en los comicios de julio próximo, ya hay un nuevo rostro que será –junto al de Javier Duarte de Ochoa y su equipo- co-responsable del éxito o el fracaso del priismo en las elecciones intermedias locales.
El PRI ha estado 12 años fuera del poder y sus dirigentes y grupos de poder político-económico saben lo que eso significa.
Para Enrique Peña Nieto en particular, caer en las elecciones locales en el estado que representa la tercera fuerza electoral del país –en el cual justamente sucumbió él mismo en los comicios presidenciales- sería un signo negativo porque representaría la antesala a la posible pérdida de la gubernatura tres años después, en el 2016.
Esta responsabilidad no es sólo de Javier Duarte de Ochoa y en el PRI nacional lo saben.
Por ello hubo –con toda claridad- un arropamiento político al gobernador veracruzano.
Pero este respaldo tendrá su costo en la decisión sobre diputaciones y alcaldías: la lista no sólo será decidida por el priista número uno de la entidad; desde el altiplano le meterán mano y ya lo anunciaron el jueves 15.

(4)
Desde trincheras esenciales como el Senado de la República y los partidos políticos, se están jugando las piezas respectivas en el ajedrez de la política veracruzana.
De allí la presencia notoria y muy solicitada para las fotos de José Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa en el World Trade Center.
Ambos personajes fueron mucho más solicitados –por ejemplo- que Erick Lagos, el líder formal del PRI en Veracruz, a quien el jueves se le veía lejano de las decisiones importantes para el año que viene, pero el domingo fue ratificado como dirigente estatal tricolor con toda la mano de Fidel Herrera Beltrán detrás suyo.
Y en esa misma lógica Javier Duarte de Ochoa sacó a Juan Vergel Pacheco –defenestrado dirigente perredista- de la ignominiosa situación en que lo habían colocado Fredy Ayala, Miguel Angel Yunes Linares y compañía, para darle una silla en el Olimpo del poder.
En su vida Juan Vergel habrá estado respirando junto a Slim, Alemán, Codwell y demás co-propietarios de nuestro querido y sangriento México.
El calor de Javier Duarte bastó para salvar al “juanito” jarocho y demostrar de cual lado masca la iguana en la política de Veracruz en este momento: a una semana y media de que el PAN se vaya con sus 60 mil muertos a otra parte.

(5)
La participación de Marcelo Montiel Montiel como orador en la Sesión Extraordinaria del PRI estatal, donde Erick Lagos recibió un mega tanque de oxígeno, también tiene su mensaje.
Ya hablaremos de ello.

No hay comentarios: